Académico señala los retos de México ante los impactos económicos de la pandemia

27 de noviembre de 2020




Jesús Alberto Rubio

En el contexto de la actual pandemia por covid-19, en México se requiere con mayor énfasis la aplicación de políticas distributivas que garanticen un nivel mínimo de bienestar a todos los ciudadanos y, en medida de la respuesta de los sectores de la población, el Estado debe fortalecer su protección social y económica, estableció el académico Luis Huesca Reynoso.

Entrevistado en el programa Economía y Sociedad, en Radio Universidad, reconoció las fortalezas de la política social que impulsa el gobierno federal para salir bien librados de la actual crisis que ha generado la covid-19, pero que necesariamente debe ser más profunda de frente a los aspectos económicos y sociales, así como en materia de salud y finanzas públicas.

“El reto es mejorar de manera sostenida las condiciones de vida de la mayoría de la población, requisito indispensable para alcanzar un verdadero desarrollo que sea incluyente, duradero y sostenible”, dijo.

Al abordar el tema Los impactos económicos de la pandemia en México, reconoció que hay una pequeña recuperación de la economía mexicana, y que la expectativa es que nos ubiquemos con un crecimiento del 2%, y con importante recuperación del empleo.

Dio ejemplo de políticas fiscales de aplicación de impuestos sobre la renta y utilidades y esperar que a partir de 2021 el erario fiscal aumente 2 o 3 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).

Hizo ver que en 2021 las políticas públicas deberán continuar adaptándose a la trayectoria de la pandemia del covid-19, garantizándose la disponibilidad de atención médica, procurando una recuperación económica sostenida pero segura en términos sanitarios, manteniendo la salud del sistema financiero para que cumpla su función de intermediación de recursos y preservando finanzas públicas sanas a fin de contribuir a la estabilidad económica del país.

Retos y oportunidades

Luis Huesca planteó que factores positivos para la población mexicana ha sido la redimensión del gasto, programas de transferencia (antes Prospera/Oportunidades), así como reasignar recursos a adultos mayores de tipo universal e, incluso, respaldar con becas a los estudiantes de todo el país.

Este momento de crisis generalizada en México y el mundo debido a la pandemia, debe verse como una oportunidad para enfrentar retos y diseñar renovadas nuevas políticas de crecimiento. Y en la medida que se fortalezca la política social, que requiere más recursos, se ayudará aún más a aquellos grupos más vulnerables con menos alternativas y protección en situaciones de estrés financiero y económico.

“La receta es que haya convicción, ganas de hacerlas y empujarlas”, reiteró en el programa radial universitario que se transmite todos los viernes.

Mejorar la recaudación

Huesca Reynoso señaló que quizá una política fiscal del gobierno federal importante sería aplicar un aumento a los impuestos a grandes corporativos enfocados a telecomunicaciones y otros servicios, ya que ello le abonará varios puntos a la recaudación. “De aquí en adelante, que no sigan pasándose de listas esas grandes empresas bajo el supuesto de que invierten en México”, expresó.

También indicó que hay expectativas de recaudación a través de los impuestos especiales para ajustar/gravar en el consumo de productos nocivos para la salud, como el alcohol, cigarros y bebidas de alta densidad calórica

Otra estrategia, añadió, sería el que se cobre un determinado porcentaje de impuestos a la riqueza prevaleciente en aquellos que están en el top de los grandes ingresos; “o sea, a los más ricos de los ricos”.

Mercado informal y caída de ingresos

Asimismo, hizo referencia a la segmentación del mercado de trabajo formal-informal, calificando al segundo de gran valor, por lo que deberían apoyarse de manera decidida y dejar de satanizarlo por no pagar impuestos.

“El mercado informal existe porque la dinámica formal no ha podido incorporarlos, con todo y que es gente que necesita trabajo y tiene ideas productivas, además de generar ingresos.

Respecto a la caída de los ingresos y consumo de la familia, dijo que hay cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) donde se calcula que puede ser del 30 al 33%.

“La caída en el consumo de las familias se desplomó con el covid-19, al reducirse los ingresos producto del desempleo”, indicó, además de señalar a los sectores más golpeados por la actual crisis, como el turismo --servicios de restaurantes y transporte—, no así aquellos vinculados a la salud, las telecomunicaciones y los grandes almacenes y tiendas comerciales.

En relación con el desempleo, concluyó, su pérdida y con todo y su recuperación; sin embargo se tiene un retroceso previo de dos años y medio.