Destacan universitarios importancia de la economía digital y la evolución del internet

18 de septiembre de 2020


Jesús Alberto Rubio

La economía digital es el intercambio de bienes y servicios a través del internet y facilita las operaciones en la sombra, además de que ese nuevo segmento de la economía ha tenido un impulso vertiginoso a raíz de la covid-19, afirmó Francisco Vargas Serrano, coordinador de la Maestría en Finanzas de la División de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Sonora.

El académico universitario planteó que, para darnos una idea de ello, basta observar el crecimiento de la empresa Zoom, que a finales de 2019 tenía apenas 10 millones de participantes, y en el primer trimestre de este año tuvo más de 300 millones.

Sin embargo, Vargas Serrano dejó entrever que “el dinero digital facilita las operaciones en la sombra, lo que significa que pudiera propiciar se puedan abrir espacios para el manejo de dinero ilícito”. Por fortuna, añadió, esas operaciones quedan registradas, lo que da oportunidad a un seguimiento de las autoridades y con ello se pueden reducir los ilícitos si éstas diseñan sistemas de control y registro de los flujos.

Informó que desde marzo de 2018 fue aprobada la Ley Fintech, que obliga a las instituciones de tecnología financiera a realizar sus operaciones a través de las instituciones financieras y se añade a la Ley para la transparencia y ordenamiento de los servicios financieros, reformada en la misma fecha.

“Por supuesto, ello quedaría condicionado a la voluntad política de los gobernantes y a la exigencia de control por parte de la sociedad civil, para profundizar en los mecanismos de supervisión y control de las instituciones financieras que operan en última instancia estos registros”, subrayó.

Asimismo, hizo referencia a que se considera que el internet se desarrolló en los años sesenta a nivel experimental, pero que no fue sino hasta mitad de la década de los noventa cuando se reconoció el surgimiento de la economía digital.

Contribución de la Unison

Francisco Vargas recordó que la Universidad de Sonora, además de organizar diplomados en economía digital y en temas de blockchain (cadena de bloques), que representa una de las revoluciones de internet, ha incorporado una materia optativa en la División de Ciencias Económicas y Administrativas, precisamente acerca de ese tema. “En estas áreas, la institución cuenta con personal con niveles de competencia nacional e internacional”, dijo.

Agregó que, además, en el área de Ingeniería Industrial se ha abierto una maestría sobre el Internet de las Cosas, y en Matemáticas, una Maestría en Ciencias de Datos. “Debemos comprender que aún queda mucho por hacer, pero ya nuestra Universidad se está poniendo al día en estos temas en diversas áreas”, sostuvo.

Intercambio de bienes y servicios

El coordinador de la Maestría en Finanzas estableció que cada vez más en la sociedad mexicana se entiende la importancia de cómo la economía digital permite el intercambio de bienes y servicios a través del internet.

Al puntualizar en cómo el internet ha revolucionado la informática y las comunicaciones como ninguna otra cosa, mencionó que sus antecedentes se pueden remontar al siglo XIX con el uso de comunicación por telégrafo. La evolución de la tecnología de los transistores, su producción en masa, hizo posible la revolución de la información, precisó.

De igual manera, el internet inalámbrico, la red de banda ancha y los semiconductores dieron soporte a la era de la información. Inclusive, las redes de cómputo y el desarrollo de la computación desde los años sesenta dieron gran soporte a las nuevas tecnologías de la información al desarrollo del software.

Francisco Vargas Serrano hizo referencia a que los inicios de ese esfuerzo se dieron a mediados de los años setenta con el proyecto de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (Arpanet), una iniciativa del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Más tarde, los esfuerzos en esa materia continuaron en la Universidad de California Berkeley y en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que fueron acompañados por otros esfuerzos en el Reino Unido, Francia y Suiza.

“A principios de los ochentas se desarrolló el protocolo moderno de control de transmisión (TCP) y el protocolo de internet (IP), que se considera la base para la interconexión del internet”, dijo, y concluyó que luego vendría el desarrollo de las páginas web en los noventas, posteriormente la incorporación de los teléfonos celulares a la red —en 2007-2008—, y con ello el crecimiento explosivo de las redes sociales y de las compras por internet.

Más énfasis al proceso digital

Por su parte, Daniela Fernanda Gómez Orduño, alumna del séptimo semestre de Economía, dijo que, en efecto, ahora la modalidad de muchos negocios y empresas es el impulso y desarrollo que le da al proceso digital, páginas web y redes sociales. “La economía ha avanzado de una manera un poco diferente, especialmente por los momentos difíciles que se viven con la actual pandemia global”, expresó.

Precisamente, indicó, la economía digital, busca encontrar aquella rama que se encarga de incorporar el internet a la producción y comercialización de bienes y servicios, y sin duda esa área de la economía se refiere al impacto de la tecnología a los modelos de producción y consumo, que incluye la forma de comercialización, intercambio y compra.

Gómez Orduño afirmó cómo hoy es muy común que muchos negocios le saquen mucho provecho, toda vez que es una manera más fácil de llegar a los clientes sin necesidad de que éstos tengan que ir a las instalaciones para ver el producto o, incluso, saber de él. “Hay estudios que registran que las ventas online han aumentado más del doble a comparación de años anteriores, y ello sin necesidad de que los clientes acudan a las instalaciones de las empresas”, puntualizó.

Señaló que la economía digital ha existido durante muchísimos años, pero no muchas empresas o negocios han sabido aprovecharlas de una manera eficiente, con mayor rentabilidad y nuevas posibilidades para ofrecerse a más consumidores, y no sólo en cuestión de productos sino también de servicios, así como las plataformas digitales como Amazon, Uber, Airbnb, empresas que conectan a los consumidores del mercado en un mundo virtual.

Más allá de la simple comercialización

A su vez, Víctor Manuel Estrada Torrescano, también alumno del séptimo semestre de Economía, expresó que la economía digital abarca más allá de la simple comercialización de bienes y servicios online.

Esta rama, dijo, engloba también las tecnologías digitales, como lo es big data, la inteligencia artificial, aplicaciones y las mismas redes sociales como un concepto tan común en nuestras vidas que se ha vuelto algo vital e imprescindible para el día a día. “Este mismo acontecimiento me resulta sumamente interesante, ya que realmente se ha visto un incremento favorable para esta rama de la economía”.

Indicó que a consecuencia de la emergencia sanitaria generada por la covid-19, muchos negocios tuvieron que cerrar de forma física, pero que algunos otros continuaron trabajando sobre pedido, realizando sus operaciones mediante diferentes aplicaciones y tiendas en línea, lo que les ayudó en su economía.

“Estudios registraron que las ventas online se incrementaron un 60% en categorías tradicionales y hasta un 300% en despensa y abarrotes”, y a su parecer “este boom en el mercado en línea jamás lo esperé, y nunca me imaginé llegar a hacer el súper desde una aplicación”.

Víctor Manuel Estrada señaló que la economía digital es una nueva forma de ver el comercio un tanto más cómodo, pensando en que ese sistema de mercado en línea va a seguir dando de qué hablar, aunque tal vez no de la manera tan eficiente como ha funcionado en estos últimos meses. “Estimo que una gran parte de los consumidores actuales continuarán impulsando el sistema de la economía digital”, afirmó de manera categórica.

Otro punto de la economía digital es el hecho de que se utilicen las redes sociales como punto de venta; es algo tan fácil, ya que sin tener que haber contratado un servicio especial de marketing o un asesor, se pueden vender productos de forma fácil, sea repostería, accesorios para celular o ropa, entre otros.

Finalmente, aseveró que esta evolución de las redes sociales como un espacio de venta o un marketplace, la ve como una oportunidad clave para los nuevos emprendedores y que hasta podría decir que sale mucho mejor hacerlo en las redes que en algún negocio o local físico, ya que el alcance que puede llegar a tener es mucho mayor, y la mayoría de las veces los nuevos emprendedores no pueden costear un establecimiento, perdiendo así su inversión.