Ejecutan cinco ejercicios de magia coreográfica en Martesdanza

16 de noviembre de 2018


Armando Zamora

Hay martes que se parecen a la luna llena: un ojo de luz que mira desde la bóveda milenaria, oscura y misteriosa del firmamento y que nos irradia con diversas formas de apreciar la vida y sus circunstancias.

Hay martes en los que la vida renace a las siete de la tarde, y se van metiendo por los poros de la piel mientras la noche toma forma de pantera detrás de cada arbusto, en cada rincón, en las esquinas de las sombras para saltar sobre los desamparados en el último instante del hastío y florecer ante ellos nuevas maneras de descubrir la magia.

Hay martes que cruzan el pantano y no se manchan: Martesdanza es de esos. Y el pasado 13 de noviembre sorprendió a los asistentes a la séptima sesión de la temporada 2018 con cuadros coreográficos arrebatados a la magia, a la habilidad, a la destreza más pura de la herramienta de un bailarín: su cuerpo.

Danzar a la intemperie no es cosa fácil. Ya se ha dicho. Para tener éxito en la aventura fuera de un espacio cerrado, donde se controla casi todo, hay que superar muchos obstáculos: un público que se mueve constantemente, alguien que fuma, el repiqueteo de un celular, el ruido ambiental de la naturaleza, el paso de las sirenas por la calle, el aire, el frío… y hay quienes tienen el don para sobreponerse a esas trabas, toman el pálido fulgor de la luna y cual mariposas de Mauricio Babilonia ejercen una influencia imposible de rechazar.

Algo Nuevo

Julia Candiani y Ramsés Carrancó, alumnos del Laboratorio de Producción I de la Licenciatura en Artes Escénicas, opción Danza, fueron dos seres mitológicos sobre un mínimo escenario montado en la banqueta del Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Sonora: una ninfa y un fauno que en Algo Nuevo, creación de ellos mismos, hilaron un puñado de microhistorias de lo humano que en momentos resultaron desgarradoras, cómicas, tiernas, apasionadas y orgánicas, entregándole al público herramientas simples para reconstruir su propia vida.

El autor austriaco Stefan Zweig reflexionaba sobre qué puede ser eso que llamamos creación artística y si podemos o no llegar a comprenderlo aquellos que no hemos sido bendecidos con el don, y afirma tajantemente que no estamos en condiciones de participar del acto creador artístico; es más, ni siquiera el propio artista es capaz de describir ni de observarse a sí mismo mientras crea.

Y aun dando como cierto lo señalado por Zweig, uno como simple espectador puede sentirse tocado por algo que no puede describir con palabras técnicas. Para referirse a Algo Nuevo, bien se puede decir que el dueto entregó una de los cuadros más sólidos que van en la temporada. Y no deja de ser, como la mayoría de las obras que se han presentado, un trabajo en construcción. Uno que, como todos los que ya se presentaron, va por buen camino. Y eso refuerza la esperanza en los artistas universitarios en formación.

Ceprodac a escena

El Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), nace en el 2011 para impulsar el desarrollo de la danza contemporánea en México a partir de procesos artísticos que derivan en la creación de producciones con un lenguaje dancístico propio; además, fomenta, estimula y divulga la creación coreográfica, respetando las líneas artísticas de los creadores a través del Ceprolab.

En Martesdanza, tres bailarines del Ceprodac presentaron tres magistrales unipersonales y un cuadro colectivo: Delirium, coreografía e Interpretación: Guillermo Magallón Armenta; Fetiche, de Luis Ortega, y Memorias del subdesarrollo, de Jairo Cruz; así como Encuentro, creación colectiva de los tres bailarines.

Hablar de estos tres magníficos bailarines es hilar y rehilar el mismo carrete de adjetivos: potentes, técnicos, disciplinados, versátiles, elásticos, apasionados, perseverantes, curiosos y varios más que se reflejaron en los cuadros presentados, cuyo lenguaje coreográfico dio lecciones de técnica pura de quienes forman parte del presente de la danza contemporánea en México.

Acaso por restricciones de tiempo los bailarines no pudieron desplegar todo su evidente potencial; sin embargo, pese a la cortedad de sus ejecuciones, dieron muestra de que esta disciplina artística goza de buena salud en nuestro país, uno donde las artes se perciben como mero accesorio ante la revolución industrial 4.0: cosas veredes, Sancho amigo.

El próximo martes se realizará el Concurso de Interpretación Coreográfica de alumnos de la Licenciatura en Artes Escénicas. La cita es en el Foro Bellas Artes, a partir de las 19:00 horas. La entrada general es de 60 pesos, estudiantes y público de la tercera edad, 30 pesos. Aplica Culturest. Las fotos que acompañan esta entrega son de Claudia Paola.