Continúan incógnitas sobre las causas de la prematura muerte de Mozart: Adolfo Martínez

29 de abril de 2024


Beatriz Espinoza

A pesar de su enorme popularidad y la avalancha de homenajes, conciertos y estudios sobre la vida, obra, personalidad y comprensión de la asombrosa creatividad de Wolfgang Amadeus Mozart, las causas o causa de su muerte sigue siendo una gran incógnita, aseguro Adolfo Martínez Palomo.

El doctor, investigador de CINVESTAV, México, habló de la “Historia clínica de Mozart” en una conferencia magistral que abrió las actividades del II Congreso Internacional de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias Biológicas y de la Salud organizado por la Universidad de Sonora a través del Departamento de Ciencias Químico Biológicas.

Luego de la inauguración protocolaria, Martínez Palomo narró parte de la historia personal de Mozart, pero se centró en la historia clínica del músico, “pero no de cualquier músico”, porque no se trata de cualquier historia clínica posible en toda la historia de la humanidad.

“Realmente, no hay una historia clínica que haya sido cósmica, que haya sido tan revisada, tan discutida, y, sobre todo, en la cual no se haya podido llegar a ningún acuerdo como es el caso de Mozart, uno de los grandes compositores de música clásica que al morir tenía la edad de 35 años y que dejó tan grande incógnita porque murió joven y no ningún otro miembro de la familia artística internacional que haya despertado tantas inquietudes sobre la causa de su muerte”, aseveró.


Caso reúne a la comunidad médica

Señaló cómo es que su legado, pero sobre todo su muerte, ha involucrado en un círculo de discusión a los miembros de la comunidad médica en un círculo de discusión interesados en la biografía clínica del compositor en varias aristas, siendo la primera lo prematuro de su muerte que se calcula fue a los 35, cuando la esperanza de vida de la época era de 51 años.

La segunda duda o incógnita, ha sido el supuesto envenenamiento del compositor, haciendo referencia a la película Amadeos, que ganó varios Oscares principalmente el de mejor actor, que representó en la historia al doctor Antonio Salieri, principal sospechoso, además de la posibilidad de que lo hubiera hecho un marido celoso de su esposa y que fue discípula de Mozart.

Además de la teoría que pudo haber sido envenado también, por los Masones del grupo de La Nueva Esperanza que suponía que el músico habría revelado secretos del grupo en una de las últimas piezas musicales que escribió: La Flauta Mágica y la falta de acuerdo sobre los motivos reales.

El doctor Martínez Palomo precisó que su interés de analizar el desarrollo de la personalidad de uno de los mayores genios de la humanidad, comparable sólo por la universalidad de su arte.

“Vamos entonces a analizarlo y a resumir la historia clínica. Retrocedamos en el tiempo a los últimos días de noviembre de 1791 e imaginemos por un momento que somos el doctor que tuvo a su cargo la evolución del paciente”, dijo para explicar cómo se le hizo una entrevista para conocer sus datos generales.

Maravillado detalló algunos de los datos de Mozart como es el significado de sus nombres (Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart), la fecha de su nacimiento (17 de enero de 1756 en Salzburgo, Austria), y algunos detalles en fotos de la casa donde nació, donde creció con sus habitaciones y que ahora son lugares obligados de visita por propios extraños, además de otros datos como su escolaridad y el hecho de que su padre haya sido su tutor, el único maestro de quien recibió toda su instrucción y formación.

El investigador hizo referencia a que Mozart nació bajo circunstancias complicadas, pero sobrevivió siendo alimentado con brebajes de la época pues no se acostumbraba la alimentación del seno materno.

En su narrativa, Martínez Palomo retomó la historia de un niño que a los 6 años inició junto con su padre y familia, un intenso periodo de viajes, que le provocó que cayera en cama con un malestar general, fiebre, nódulos dolorosos y enrojecimiento en la región glútea, además de síntomas de catarro con molestias tan intensas que se llamó de urgencia a un médico.

Señaló que un año después de esta semana con fiebre y dolores en las articulaciones, a los 7 años, Mozart después, en París, sufrió de amigdalitis severa y su padre rehusó el procedimiento que se usaba antes de la vacuna contra la viruela.

“En julio de 1763, Mozart inició una larguísima gira con prolongados e incómodos viajes”, retomó al señalar que el músico viajó prácticamente la tercera parte de su vida y en condiciones muy primitivas con falta de higiene, mala alimentación, disposiciones muy difíciles para viajar, lo que posiblemente, a la larga, contribuyó a minar la salud del compositor a los 9 años de edad que siguió con problemas de salud prácticamente, cada año, acentuándose los malestares de tobillos y rodillas que no le permitían caminar bien.

Durante su convalecencia, detalló, Mozart aprendió juegos de azar y empezó a divertirse mucho, sobre todo, el billar que despertó en él una pasión que nunca terminaba, además de los recursos terapéuticos que utilizaba, junto con el botiquín de primeros auxilios que utilizaba en caso de algún traumatismo.

Describió que en ese botiquín traía ungüento de tamarindo, polvo de margrave, carbonato de magnesio y muérdago, entre otros ungüentos y mezclas que contenían carbón, polvo de gusano, cuernos de ciervo, corales, mirra, cabezas de rana y pastillar de placenta, además de a imagen del Santo Niño de Loreto que se supone le daba esperanza cuando estaba enfermo.

Adolfo Martínez Palomo habló de la baja estatura de Mozart, de su palidez y sus numerosas cicatrices, ojos de intenso color azul, saltones moderados y, en su exploración física, una de sus orejas de forma y tamaño anormal y ligera hinchazón en sus manos y añadió que su estatura le produjo el rechazo del amor de su vida que era la hermana de su esposa y de oficio cantante.

De sus antecedentes de padecimiento, señaló que, a los 28 años, sufrió de dolores sólidos en la región lumbar, seguido de vómitos, lo que refiere al inicio de los síntomas de la enfermedad final que fue incrementando su palidez, la pérdida de peso.

“A finales de octubre, en una caminata por el bosque, ya hablaba con seguridad de su muerte próxima… el 20 de noviembre de 1971 se acostó en cama para nunca más levantarse”, expresó al describir las principales molesticas que habían iniciado dos días atrás con fiebre elevada, sudoración profunda, hinchazón, dolorimiento de manos y pies, vómitos, dolor abdominal y dolor de cabeza, además de imposibilidad completa para moverse sin evidencia de intoxicación de metales pesados.

Lo malo de todo esto, es que recibió un tratamiento en base a sangrías y purgantes y posiblemente, le dieron con esto la puntilla, pues alguien que estaba probablemente con una insuficiencia renal y ese tratamiento, estaba camino a la muerte, aún así, fue capaz de escribir una última pieza.

“De noche, el doctor fue llamado de emergencia, aplico otra sangría y compresas frías en la cabeza, pero el enfermo perdió el sentido y con otras sangrías y más purgantes, cayó inconsciente con la cara hacia la pared, unos minutos más falleció”, dijo.

El conferencista de este II Congreso Internacional de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias Biológicas y de la Salud refirió que, a lo largo de cien años, profesionales de la medicina, hurgan en las biografías del compositor para analizar los testimonios escritos sobre las causas de muerte de Mozart.

“Hasta el año 2010 se habían enlistado 140 causas de muerte posibles y 27 supuestas enfermedades mentales; el tratamiento médico que recibió las últimas horas no sólo resultó ineficaz, sino que contribuyó a su fallecimiento cuando en aquella época se buscaba reestablecer el equilibrio humoral del cuerpo que se suponía que era la base de la salud del cuerpo y la forma de lograrlo era sangrar al enfermo cortándole las venas o con la aplicación de abundantes sanguijuelas, además de la inexistencia de muerte por envenenamiento.

“La motivación principal de los que andamos en la biografía médica de Mozart no es llegar a un diagnóstico clínico certero sino explicar las razones de la que es tal vez la muerte prematura más lamentable en la historia del arte, y con ello acercarnos un poco más al personaje que enriquece y seguirá enriqueciendo a la humanidad con lucidez con gracia con perfección y el balance de su música”, apuntó.