Advierten del enorme potencial médico y alimenticio de la planta nativa zaya

7 de septiembre de 2023


Jesús Alberto Rubio

En especial por tener un gran potencial medicinal y alimenticio, es necesario continuar investigando más aspectos ecológicos y agronómicos de la zaya, una planta nativa natural silvestre de nuestra región desértica, afirmó Alejandro Rodríguez Vélez, alumno del noveno semestre en el Departamento de Ciencias Químico Biológicas de esta casa de estudios.

El estudiante de la carrera de Químico en Alimentos dijo que los componentes de la planta que por sus beneficios en la salud humana y la alimentación es importante empezar a investigarla ya que, de encontrarse positivos resultados de su gran potencial, se podrá utilizar como un producto tomando lo mejor de ella e inclusive cultivarla.

Entrevistado en el programa “A tiempo con la ciencia” que produce el Departamento de Ciencias Químico Biológicas y que se transmite por Radio Universidad de Sonora, planteó que “esto se ha determinado de forma empírica; sin embargo, la información de compuestos fitoquímicos de esta especie es muy limitada”.

Fue por ello, afirmó, que consideró importante identificar y cuantificar compuestos relacionados con la actividad antioxidante de la planta, entre ellos fenoles, flavonoides y clorofilas, esencialmente.

Al respecto, indicó que hizo otros ensayos para medir el efecto eritroprotector y citotoxicidad en diferentes tipos de sangre, con la esperanza de que su investigación contribuya a despertar el interés de la zaya para su posterior aprovechamiento.

Historial de la planta

Rodríguez Vélez, hizo referencia a que la zaya (Amoreuxia palmatifida) es una planta herbácea que se encuentra en el noroeste de México, particularmente en el estado de Sonora, donde ha sido consumida históricamente por sus primeros pobladores debido a sus propiedades nutricionales y medicinales.

En su trabajo de investigación dijo que, precisamente, ha encontrado cómo la zaya sirvió de alimento antes y después de la llegada de los colonizadores europeos en varios estados del noroeste de México y suroeste de los Estados Unidos.

“Hace más de cien años hay autores recomendando a la zaya como una planta nativa con potencial de ser cultivada, uno de los problemas a superar ha sido su dificultad para germinar de sus semillas, y el desconocimiento de aspectos agronómicos de esta planta”, advirtió.

Componentes comestibles

Alejandro Rodríguez, quien señaló que todos los componentes de la planta son comestibles, trabaja en el Laboratorio de Biotecnología del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) bajo la dirección de la académica Carmen Lizette del Toro Sánchez.

El estudiante universitario precisó que investiga esa planta nativa silvestre de la que reiteró, en el renglón alimentario, se puede aprovechar y consumir todos sus componentes de manera cruda o cocinada.

“Asimismo, se caracteriza porque ya se habla de manera contundente que puede prevenir enfermedades y hay mucho que investigar sobre esa planta de la que dijo tiene poca información con todo y sus beneficios en la salud humana. “Tiene gran potencial para ser investigada”.

Indicó que un estudio antropológico sugiere que la planta puede prevenir por ejemplo la diabetes, extrañamiento o picaduras de araña.

“La zaya tiene actividad antioxidante, pero debe tomarse en pequeñas dosis, con buen equilibrio y prudente en su consumo”, advirtió.

Se le preguntó cómo surgió su investigación sobre la planta, y dijo que fue una motivación personal durante su servicio social en el Laboratorio del DIPA, dándose a la tarea de investigar literatura sobre la zaya, proponiéndose conocerla a detalle, lo cual dijo no fue tan fácil encontrarla por ser muy diminuta al crecer en nuestras zonas áridas y más ante la falta de lluvias en nuestra región.

En relación al tema y a manera de conclusión, Carmen Lizette del Toro Sánchez señaló que a pesar de que aún se requieren estudios para profundizar sobre sus beneficios, lo que hasta hoy se ha investigado la zaya puede ser una excelente fuente de compuestos bioactivos (antioxidantes) que, bajo su consumo, podría ayudar a la población a la prevención de enfermedades crónico-degenerativas y, de esta forma promover la salud con el consumo de productos naturales.