Documentan alumnas de Unison el paso de la mariposa monarca por Sonora

19 de septiembre de 2022


Beatriz Espinoza

Las actividades de un club formado por estudiantes de la Licenciatura en Biología llevaron a Valeria Cañedo y a Leonela Baez Vásquez a documentar que la mariposa monarca también pasa por Sonora en su ruta de Norteamérica a su santuario en Michoacán.

Todo comenzó con la iniciativa de un grupo de estudiantes de la licenciatura que tenían la inquietud de trabajar en una línea específica de estudios de las especies que les gustaban para analizar.

Las mariposas fueron un interés común que los llevó a formar uno de los primeros, si no el primero, de los clubes extracurriculares al que le llamaron de conservación, pues buscaban hacer educación ambiental.

“Se llamó el proyecto de la Alianza de la Mariposa Monarca y fue un club de biología, como otros, organizados por estudiantes”, expreso Valeria, quien dijo que este club sigue vigente al igual que otros, y se reúnen por las tardes, principalmente los lunes, de las 15:00 a las 16:00 horas, en los espacios de convivencia y/o aula 101 del edificio 7-H de la Licenciatura en Biología.


Resultados interesantes
Las estudiantes comentaron que los clubes los han organizado los propios alumnos que coinciden en un tema y es referencia de la carrera del biólogo o, incluso, del área de la Ecología pues hay clubes de arácnidos, plantas, humedales y mamíferos.

“Yo creo que cuando empezaron en 2015, 2016, el club tenía el propósito de monitorear la ruta migratoria de la Monarca aquí en Sonora que no estaba documentada, pues solo conocemos la ruta del este de Canadá, Estados Unidos y de México; el Golfo y el centro de México hasta llegar a Michoacán; pero hay una población de las Monarcas que se traslada por el otro lado, por el Noroeste de Canadá, Estados Unidos, California, y Baja California y Sonora, por acá en nuestro país”, comentó Valeria.

Señalaron que las observaciones que realizaron en Sonora tuvieron resultados muy interesantes, pues incluso en Hermosillo, en la Costa de Hermosillo y en lugares donde no se esperaría, encontramos a la Monarca y a la planta Asclepia o algodoncillo de la cual se alimenta durante su trayecto.

La Asclepia es la planta que la Monarca necesita para continuar su ciclo de vida. Ahí pone sus huevos y de esa planta sus larvas se alimentan exclusivamente.

“Entonces, además de monitorear la ruta de la monarca, también se monitoreó donde se encontraron esas plantas”, añadió Leonela.

Valeria y Leonela añadieron que durante la tarea que realizaron sobre la Monarca también hicieron acciones de divulgación y los resultados de su labor fueron presentados en un Simposio Internacional de Monitoreo y Conservación de la mariposa Monarca en Toluca como representantes del Noroeste de México.

Clubes ecológicos didácticos
Con este proyecto, comentó Leonela, llegamos a aproximadamente de entre 700 a mil personas con clases de educación ambiental, participamos con los Ayuntamientos en hacer un programa titulado El desarrollo comunitario del Río Sonora, que era cada 15 días, se llevaban a estudiantes de biología con diferentes temas de conversación.

Señalaron que estas actividades las realizaron por espacio de tres años hasta que llegó la pandemia que recién había tomado el trabajo relacionado con la planta que alimenta a los murciélagos, los clubes dejaron sus actividades pues no retomaron la actividad en la modalidad virtual hasta este semestre que ya van dos sesiones.

Brindan asesorías
Leonela dijo que ahora el trabajo con clubes, de parte de ellas, es el de más asesoría para que quienes se interesen en desarrollar un proyecto, sepan cómo y dónde buscar financiamientos, apoyos y conexiones

“Queremos que estos espacios sean para que los estudiantes se desenvuelvan y se vuelvan especialistas en diferentes temas”, expresó Valeria al señalar que su interés por la Mariposa Monarca la llevó a estudiar un verano científico en el Museo del Desierto de la Universidad de Arizona donde surgió mi interés de estudiar a las abejas.

De esta forma hicieron la invitación a quienes tienen algún interés por la naturaleza para integrarse a los clubes, para lo cual no es indispensable ser estudiante ni tampoco, estar en el área sólo deben tener interés y asistir periódicamente.

Dijeron que las sesiones se realizan los lunes de las 15:00 a las 16:00 horas, en el aula 101 del edificio 7H, donde se imparte la Licenciatura en Biología. “Lo que hacen los clubs es que nos ayudan a perderle el miedo a muchas cosas, nos enseñan a ver lo que hay y no pensar sólo en que si nos encontramos un bicho hay que matarlo”.

Mientras que Leonela expresó que los clubes desmitifican algunas ideas que se tienen sobre la conducta de los animales, principalmente, además educan, divierten y más a los niños cuando ven a los animales en vivo o las tocan, cuando traen en sus manos una tarántula u otra especie y hasta los ayudan a decidirse por la carrera que van a estudiar.

Valeria se muestra orgullosa porque todo el trabajo que ha realizado en torno a los clubes ecológicos le ha abierto muchas puertas y ahora, recientemente, la nominaron como una de los 30 jóvenes y líderes en educación ambiental menores de 30 años.

“Soy la única representante de México y son cosas que la verdad no te esperas haciendo lo que te gusta”, enfatizó.