Lenguas indígenas tienen cada vez menos hablantes

29 de noviembre de 2024


Paula Trespalacios Argain

El seminario de Lingüística y Educación lleva a cabo la investigación sobre “La Interculturalidad en una escuela primaria indígena urbana: caso de Calí Rosácam", en la comunidad de El Oasis, en Chihuahua.

Se encuentran en la fase número 1 en búsqueda del bilingüismo en el sistema educativo, la cual es la Interculturalidad y lengua escrita; sigue la fase de Indagación Sociolingüística y la última será la fase Escritura y Lectura.

"En específico, nos interesa que los niños rarámuri puedan hablar y leer su lengua", expresó Luis David Meneses Hernández.

El investigador, junto con Mariana Aguirre Corona y Sergio Ricardo Moreno Soberanes, realizan el proyecto que ha arrojado sus primeras conclusiones.

"El uso de la lengua entre los niños varía bastante; hay una permanencia muy fuerte del español; si llegamos a observar algunas interacciones entre niños en su lengua, pero es el español el que está en el contexto", precisó Moreno Soberanes.

Sobre los maestros indicó que imparten las clases en español, interacción en español, aunque sí realizan algunas actividades en torno a la cultura rarámuri.

"Respecto a las clases, se dan en español, lo usan para todo, la socialización dentro y fuera del aula es en español, tanto en los niños como entre ellos, y hay un reconocimiento y respeto hacía la cultura rarámuri pero no se involucran en fomentar actividades dentro del aula para la conservación de ella", agregó.

Rarámuris

Precisaron que Chihuahua, Chihuahua, es la cuarta ciudad del estado con mayor población indígena, la lengua más hablada es la tarahumara, que tenía, hasta el 2020, 86 mil hablantes.

Aguirre Corona indicó que hay procesos migratorios, por lo que en su comunidad de estudio son cuatro las lenguas con cinco variantes reconocidas, de la del oeste, la del norte, cumbre, centro y sur.

"Usualmente, son hablantes de la variante centro, la lengua en sí se encuentra en riesgo, no inmediato, pero sí hay una pérdida de la lengua bastante grande", explicó.

En el asentamiento El Oasis, se cuenta con una población de 387 personas, población migrante, la mayor parte de los alumnos pertenecen a la comunidad rarámuri, hay algunos mestizos y alguno de otro grupo indígena.

"Están en la zona urbana, entienden la cultura de forma distinta, conservan las tradiciones, pero otras las han modificado o las ha abandonado", agregó la investigadora.

Moreno Soberanes concluyó que la cultura es dinámica, no se estanca.

"Entre los niños, observamos diferentes niveles de bilingüismo y encontramos que generalmente las niñas son reconocidas por sus compañeros como conocedoras de las lenguas, que son las que saben más hablar", compartió.