Las luchas sociales han logrado el respeto a los derechos de los más vulnerables

22 de junio de 2022


Paula Trespalacios Argain

En el Segundo Coloquio Perspectiva de Género y Derechos Humanos, Zayda Montaño Vásquez, secretaria proyectista de la segunda ponencia de la primera sala mixta del Supremo Tribunal de Justicia, impartió la conferencia Derecho de familia: su progresión, aplicación de derechos humanos y perspectiva de género.

Al retomar ejemplos de diferentes luchas sociales, recalcó que el derecho humano es universal e hizo una reseña de la aplicación de la norma que llevó a avances en materia familiar.

Egresada de la Licenciatura de Derecho, Montaño Vásquez regresó a su casa de estudios para enfatizar que los derechos humanos son universales, interdependientes y de allí se desprende el derecho a la libre personalidad, por lo que reformas han sido necesarias y se han desprendido de luchas, como ha sido el caso de las resoluciones en torno al divorcio necesario y al matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Es la libertad que yo tengo como ser humano de llevar a cabo mi proyecto de vida como yo quiera, siempre y cuando no transgreda el derecho de un tercero, porque el derecho humano sí tiene limitantes, cuál es esa limitante, hasta que yo agredo el derecho de otras personas”, indicó.

Los conceptos, dijo, cambiaron a raíz de luchas sociales, en el caso de Sonora mencionó que en materia legislativa todavía no puedan derogar el divorcio necesario; y en el caso del matrimonio igualitario comenzó a aplicarse el año pasado.

“La obligación del Estado es atender la aplicación de los derechos humanos, porque de las luchas se defendieron muchos que ya estaban aprobados, pero no se aplicaban, por lo que las luchas cambiaron conceptos y obligaron a la autoridad a reconocerlos”, señaló.

En el caso de la institución de la familia, recordó que también cambió, ya que el código familia solo contemplaba papá, mamá y los hijos, sin embargo, este concepto violaba el derecho de la libre personalidad, por lo que fue modificado, por lo que en el caso del matrimonio pasó de ser la unión de un hombre y una mujer a la unión entre dos personas, y también se reconoce a la familia donde la pareja no existe.

Los niños, concluyó, son un grupo vulnerado al no reconocerse el divorcio necesario, ya que suelen ser víctimas de la situación.