14 de octubre de 2025

Derivado de un estudio sobre los efectos del polvo urbano en la salud humana, investigadores de la Universidad de Sonora desarrollan un proyecto en el que analizan la posible relación entre la exposición a contaminantes domésticos y el desarrollo de enfermedades crónicas como podría ser el cáncer de mama.
La investigadora Belén González Grijalva habló de cómo el polvo actúa como un medio de transporte de contaminantes que se acumulan en las superficies del hogar y son inhaladas por las personas.
Durante su participación en la II Jornada STEM de Divulgación y Concientización sobre cáncer de mama: “Unidos por la ciencia y la conciencia”, González Grijalva dijo que en los estudios realizados encontraron presencia de metales como plomo, arsénico, cobre y manganeso en el polvo doméstico.
“Estos elementos en concentraciones elevadas pueden generar estrés oxidativo en las células y, con el tiempo, favorecer a procesos de mutación que derivan en enfermedades como el cáncer”, explicó durante su conferencia el pasado 7 de octubre.
En colaboración con la académica Diana Meza Figueroa, la investigadora analiza el material particulado fino (PM2.5) que ingresa a las viviendas de diferentes zonas de la ciudad buscando identificar los elementos potencialmente tóxicos y dañinos para la salud.
El estudio, refirió, cuenta con el apoyo de Conahcyt y su desarrollo va desde la recolección de muestras de polvo en distintos sectores urbanos de Hermosillo y la realización de análisis por métodos de fluorescencia de rayos X y microscopía electrónica de barrido.
González Grijalva estableció que el estudio realizado a las muestras reveló que las partículas más finas se encuentran sobre todo en las zonas este y oeste de la ciudad donde predominan las fuentes contaminantes por registrar una densidad vehicular mayor.
De esta forma, añadió, se definieron como principales fuentes de contaminación el tráfico de vehículos, con el desgaste de frenos y catalizadores, pinturas viales de color amarillo que contienen cromato de plomo y la quema de inciensos o velas dentro del hogar, entre otros.
Medidas preventivas
Durante su charla, ofrecida en el Salón de Convenciones del Centro de las Artes, el día 7 de octubre, la investigadora dijo que, para reducir la exposición a estos contaminantes, pueden adoptarse medidas fáciles y sencillas para mantener los hogares libres de polvo y sugirió dejar los zapatos en la entrada, evitar fumar o encender inciensos en interiores y fomentar la reforestación en patios y jardines, entre otros.
“Con pequeños cambios, se logran grandes acciones”, concluyó.