Simulación clínica, herramienta para una educación médica segura y efectiva
8 de julio de 2025

Una educación basada en la simulación clínica aporta metodologías importantes para el desarrollo de competencias y criterios analíticos en los futuros profesionales de la salud, consideró Sara Morales López, docente del Centro de Investigaciones y Servicios Educativos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La académica impartió la conferencia “Metodología de la simulación y tipos de simulación” como parte de las actividades del Primer Congreso Nacional de Simulación Clínica, actividad organizada por los departamentos de Medicina y Ciencias de la Salud, y de Enfermería de la Universidad de Sonora, ocasión en la cual señaló que la simulación clínica es una metodología educativa con base estructural y objetivos pedagógicos muy claros y precisos.
“Hablamos ya de educación basada en simulación, una metodología activa que requiere ambientes adecuados, recursos biomédicos y, sobre todo, personas comprometidas con el aprendizaje significativo”, explicó, la cual está enfocada en la seguridad del paciente y de todas las personas que, de alguna u otra forma, están involucradas.
En este contexto, la doctora Morales López destacó la existencia de un plan de acción mundial para la seguridad del paciente en el que los estudiantes deben concientizarse por el papel que les toca desempeñar en el campo de la salud.
Por ello, la especialista advirtió de la necesidad de formar a las futuras generaciones de profesionistas de ciencias de la salud de una manera integral, combinando conocimientos con habilidades psicomotrices y cognitivas, así como actitudes y valores humanos.
Añadió que en la elaboración de los métodos, es importante que se incluya la práctica deliberada y el llamado ‘debrienfing’ indispensables para que los estudiantes, en su campo de aprendizaje, también puedan reflexionar, pero a la vez, que puedan identificar sus errores y, sobre todo, reconocer sus aciertos.
En exposición mostró algunos ejemplos de cómo desarrollar metodologías para el aprendizaje de los alumnos que, en muchas de las ocasiones, son ellos mismos quienes aportan elementos para perfeccionar sus prácticas en el ámbito de la simulación clínica.
Reiteró que la simulación clínica debe asumirse como un compromiso ético y profesional para la formación del personal de salud competente, sin perder la importancia de la empatía y el trato humano con el paciente.