Investigadora busca en el DIPA alternativas que prevengan la obesidad

17 de febrero de 2023


Jesús Alberto Rubio

Con el propósito de buscar alternativas que contribuyan en la prevención o contrarrestar la obesidad, la estudiante Gabriela López Almada desarrolla una estancia académica en el Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) de esta casa de estudios, actividad que fortalece su formación en el doctorado de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

Entrevistada en el programa Alimentación: Problema de Nuestro Tiempo, que produce el DIPA y se transmite por Radio Universidad, dio a conocer que el tema de su investigación se denomina Los compuestos fenólicos como potenciales moduladores de la vía hambre-saciedad en la obesidad.

López Almada, médico de profesión, con Maestría en Ciencias de la Salud, y estudiante del segundo año del doctorado en la Facultad de Medicina de la UABC, campus Mexicali, B.C., expresó con emoción que siempre ha tenido interés de desarrollarse en el área de la investigación, razón por la cual continúa en ese camino, ahora en el DIPA.

En la charla con el académico José Luis Cárdenas López, conductor del programa, informó que su estancia la realizará durante un mes –con posibilidad de retornar el próximo verano para dar continuidad a algunos aspectos del estudio-- reiterando que a través de su investigación busca opciones que ayuden a prevenir o bien contrarrestar la obesidad, específicamente a través de compuestos inductores de saciedad.

Desarrollar un bioensayo
Uno de los objetivos en su estancia, dijo, es desarrollar un bioensayo traducido en un modelo animal experimental el cual forma parte de mi proyecto de tesis”, precisó.

En relación a su investigación, el académico Cárdenas López le preguntó la razón que le llevó a realizar el estudio en mención, recibiendo como respuesta que desarrolla un bioensayo en el que se evalúa el efecto que pudieran tener algunos compuestos fenólicos, señalando que éstos se encuentran en diferentes alimentos en pequeñas cantidades, por ejemplo, en café, té verde, frutos, entre otros.

Los flavonoides son compuestos que han demostrado, en otras investigaciones tener un potencial benéfico para la salud por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes, entre otros”, indicó.

Gabriela López especificó que en su trabajo se evalúa el efecto que esos compuestos tienen sobre la obesidad y algunos de los trastornos asociados como el aumento en la adiposidad, dislipidemia, inflamación crónica, un estado de estrés oxidativo y en la vía del hambre saciedad.

Con respecto a ese último punto, comentó que la llamada desregulación de la vía hambre-saciedad --la alteración del apetito y saciedad--, ha explicado algunas formas de obesidad ya que favorece la hiperfagia, un desequilibrio calórico a largo plazo que promueve el aumento de la adiposidad y la ganancia de peso promoviendo el estado obeso.

La estudiante del posgrado advirtió cómo esos compuestos son capaces de modular la ruta del hambre-saciedad, toda vez, se ha identificado en otros estudios que han utilizado extractos de frutas, una modulación en algunos péptidos periféricos que participan en esa vía, como la grelina, colecistocinina, el péptido similar al glucagón tipo 1 así como adipocinas tales como la adiponectina y leptina.

El modelo que está en proceso de implementación, indicó, es una muestra animal (en ratas) de obesidad inducido por una dieta que simula los hábitos del mundo occidental.

“Es una dieta alta en grasas, alta en carbohidratos, en el cual a través de la bebida se añaden azúcares simples y se simula la alta ingesta de bebidas carbonatadas altas en fructosa del mundo occidental”, dijo.

Dijo que, mediante los diferentes grupos experimentales diseñados del bioensayo, se podrá comparar los efectos que esos compuestos tienen al ser administrados ante una dieta occidental. Por lo anterior, afirmó que el modelo es de tipo preventivo en el que se espera que esos flavonoides sean capaces de atenuar o prevenir la ganancia de peso, la inflamación, la adiposidad, el estrés oxidativo y las dislipidemias a pesar de la exposición a una dieta occidental.

De ser así, añadió, se podría favorecer el desarrollo de alternativas de prevención de la obesidad.

Problema de salud mundial
López Almada destacó que la investigación surgió del interés de crear conocimiento que contribuya a prevenir o contrarrestar la obesidad, ya que éste es un problema de salud muy importante a nivel nacional y mundial.

Actualmente, indicó, un tercio de la población mundial padece de sobrepeso u obesidad y que por supuesto México se encuentra entre los principales países en el orbe con mayores índices de obesidad en su población.

El problema, sostuvo que es aún mayor ya que la obesidad, particularmente la abdominal, es un factor de riesgo para el desarrollo del síndrome metabólico el cual mediante la hipertensión, hiperglucemia y dislipidemia aumenta las complicaciones cardiometabólicas.

Al respecto mencionó enfermedades causantes de muerte --en México-- como las cardiovasculares (la primera de decesos en el país (21.15%), diabetes tipo 2 (segunda, 14.73%), cáncer (tercera, 8.55%) así como la enfermedad del hígado graso asociado a la disfunción metabólica, todo ello de acuerdo al Sistema de Información de la Secretaría de Salud, 2020).

Trabajo de colaboración y agradecimientos
Dio a conocer que en su trabajo de investigación tiene el respaldo de la directora de tesis, la doctora Norma Julieta Salazar López, quién es profesor-investigador en la UABC.

“Mediante la red de colaboración UABC-Unison de la Dra. Salazar, se logró dar inicio a este trabajo de investigación en modelos animales experimentales”, indicó, señalando que en el DIPA colaboran con el Maestro Rafael Canett, quien es responsable del Laboratorio de Experimentación Animal, así como la doctora Maribel Robles, quien es responsable del Laboratorio de Alimentos Funcionales.

En ese contexto, Gabriela López Almada destacó la importancia de que, al tenerse una adecuada alimentación, aunado a la actividad física en medio de la pandemia de obesidad, siempre será necesario incluir el consumo en frutas y verduras, catalogados como ricos en compuestos fenólicos.

“No quiero despedirme sin antes volver a agradecer al DIPA por recibirme y atenderme con esmero en esta estancia, así como a los responsables de los respectivos laboratorios ya mencionados, donde hemos tenido muchísimo aprendizaje”, concluyó.