Juárez trasciende en la historia como estadista y visionario; Isabel Quiñones Leyva

21 de marzo de 2022


Jesús Alberto Rubio

Benito Juárez se constituyó y trascendió a la historia como una figura clave del liberalismo en el siglo XIX, convirtiendo en su tiempo a la nueva Republica de México en un Estado moderno y liberal afirmó Isabel Quiñones Leyva, responsable operativa de Archivo Histórico de la Universidad de Sonora.

En ocasión de celebrarse hoy 21 de marzo el 216 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas, destacó que los conocimientos e interpretación de las leyes mexicanas del gran estadista, así como su capacidad de raciocinio crítico, le permitirían definir y tomar diversas estrategias, sustentadas en las reformas a la propia Constitución de 1857.

Con Licenciatura en Historia por esta casa de estudios, recordó que Benito Juárez García, de origen indígena, fue presidente de México durante cinco periodos comprendidos del 21 de enero de 1858 al 28 de Julio de 1872.

“Nació en 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca de padres indios zapotecas, para luego a sus trece años de edad irse a vivir a Oaxaca cuando aún no hablaba castellano. Por poco tiempo fue cosechero de grana, pero encontró un protector en Don Antonio Salanueva, encuadernador y terciario de la orden franciscana”, mencionó.

Con él, dijo, así como el maestro Domingo González, aprendió a leer y con ello se matriculó en el Seminario de la Santa Cruz, donde estudió preparatoria; cursó latinidad, filosofía, y concluyó el bachillerato en 1827.

“Al año siguiente ingresó, sin la aprobación de su protector, al Instituto de Ciencias y Artes, donde se graduó de abogado en 1834, correspondiéndole ser el primer profesionista graduado en dicho Instituto”, indicó la historiadora del responsable del recinto del Archivo General Universitario.

Quiñones Leyva señaló que al concluir Juárez su carrera como abogado en enero de 1834, integró el grupo de liberales oaxaqueños con su amigo Miguel Méndez.

Definición política
“Es partir de este momento en que hay una definición política de Juárez”, anotó, haciendo referencia a cómo su vertiginosa carrera política da inicio en 1831 como regidor del Ayuntamiento de Oaxaca y al año siguiente fue elegido diputado en su estado.

Los documentos históricos de la época, dijo, hablan de la energía con que defendió los intereses de quienes representaba, lo que le valió ser diputado por Oaxaca en 1846 ante el Congreso de la Unión mismo, que decretó la hipoteca de los bienes eclesiásticos para financiar la guerra con Estados Unidos.

Un año más tarde, citó Quiñones Leyva, fue designado gobernador interino de su estado natal, puesto que ejerció hasta 1852 y que ya con esa investidura dobló las escuelas de cincuenta a cien.

Asimismo, también citó cuando en 1850 promulgó el Plan de Ayutla en el que se pedía la creación de una Asamblea Constituyente, en el marco de una Constitución Federal.

“Una vez asumida la presidencia Antonio López de Santa Ana por décima primera y última vez, Juárez fue detenido y enviado prisionero a Jalapa y de ahí a las tinajas (celdas inundadas de San Juan de Ulúa y posteriormente fue deportado a la Habana Cuba”.

La historiadora universitaria señaló que, en ese período con los partidos liberal y conservador, con objetivos políticos muy diferentes, México se encaminó hacia una guerra civil.

Los liberales fueron dirigidos por Benito Juárez y los conservadores por Félix Zuloaga y después de muchas batallas en las que era derrotado el partido liberal.

Juárez, con su investidura presidencial, gobernaba desde Veracruz, añadió, al reiterar cómo en ese contexto, con sus conocimientos e interpretación de las leyes mexicanas y su capacidad del raciocinio definió e impulsaría decisivas estrategias, sustentadas en las reformas a la propia Constitución de 1857 para por fin en 1861 ganar la guerra a los conservadores.

Entrada triunfal
Fue así, dijo, cómo finalmente el 11 de enero de 1861 Benito Juárez hizo su entrada triunfal, en la capital mexicana con el fin de organizar un nuevo gabinete, convocando a elecciones y con ello pasar a ser presidente constitucional, con facultades extraordinarias otorgadas por el propio Congreso de la Unión.

Al ocupar la Presidencia de México, afirmó, llevaría a cabo uno de hechos más importantes en la transformación de México: las llamadas Leyes Reforma proclamadas que consistían en la separación de la Iglesia y el Estado, nacionalización de los bienes del clero, extinción de las corporaciones eclesiásticas, secularización de cementerios y fiestas cívicas, promulgación de la libertad de culto; Ley del Matrimonio Civil, Ley Orgánica del Registro Civil, Ley de Exclaustración de Monjas y Frailes, y Ley sobre la libertad de cultos.

“Estas leyes fueron definitorias para solucionar grandes problemas que tuvo que enfrentar durante su gobierno, haciendo trascender a México en un Estado moderno y liberal”, sostuvo.

Incluso, agregó, por su lucha contra la invasión francesa, Benito Juárez estableció las bases sobre las que se funda el Estado laico y la República federal en México.

Texto histórico
Isabel Quiñones Leyva compartió en la entrevista un texto histórico en el que también se hace referencia al deceso de Juárez el 18 de julio de 1872 –víctima de una angina de pecho-- en sus habitaciones del ala norte de Palacio Nacional.

“Aquel caudillo civil se había convertido en el símbolo de la protección de las instituciones republicanas y del Estado de derecho —fundados en la Constitución de 1857—, así como de la defensa de nuestra soberanía frente a la agresión extranjera. Fue el primer testimonio de la transformación de un hombre de carne y hueso en una figura mítica, un símbolo que fue utilizado para legitimar gobiernos, proyectos políticos o luchas sociales”, concluyó.