Estudian el uso de satélites meteorológicos para investigación en las IES

10 de junio de 2021


Elías Quijada

El uso de productos meteorológicos satelitales es una realidad que dispone datos de diversas escalas temporales y espaciales, lo mejor de todo es que son gratuitos y pueden coadyuvar en investigaciones que implementan las instituciones de educación superior en México, señaló René Lobato Sánchez, investigador del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).

Durante su intervención con la conferencia magistral Satélites meteorológicos: una fuente alterna de datos meteorológicos, actividad programada en el VI Congreso Nacional de Riego, Drenaje y Biosistemas 2021, el experto en ciencias hidrológicas indicó que el avance de la ciencia y tecnología hacen que el internet de las cosas maneje información cada vez más rápido, a través de plataformas satelitales disponibles, ajustando sus valores dependiendo del modelo de estimación que se utilice.

En la actualidad, dijo, la observación y estimación a través de la percepción remota satelital es una realidad que en muchos aspectos está substituyendo a las redes de observación terrestres, sobre todo en cuanto a su inversión y mantenimiento; sin embrago, el asunto es que las plataformas satelitales perduren para que su información sea útil en el aspecto meteorológico y climático.

Explicó que un satélite meteorológico se utiliza principalmente para supervisar el tiempo atmosférico y el clima de la tierra, también pueden seguir una órbita polar, cubriendo la tierra entera asincrónicamente, o geoestacionaria, permaneciendo sobre un mismo punto en el ecuador del planeta.

“Los satélites meteorológicos pueden captar más fenómenos que tan sólo las nubes; pueden recoger información sobre el medioambiente, como las luces de las ciudades, incendios, la contaminación, auroras, tormentas de arena y polvo, corrientes del océano, etcétera”, agregó.

Recordó que como precursores de este hito se pueden considerar el lanzamiento del primer cohete de combustible líquido que llevaba barómetro, termómetro y una cámara, por parte de Robert Goddard, en 1929, y el lanzamiento exitoso del primer satélite, el Sputnik 1, llevado a cabo por la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957.

Asimismo, el primer satélite meteorológico, de nombre Tiros-1, fue lanzado por Estados Unidos el 1 de abril de 1960, las observaciones realizadas por estas tecnologías proporcionaron la primera vista de las nubes asociadas a un sistema meteorológico a gran escala en su conjunto.

“A finales de los años cuarenta se lanzaron cohetes en vuelos suborbitales con cámaras, cuyas fotografías alentaron la discusión sobre la posibilidad de observar el clima desde el espacio, después los soviéticos exploraron por primera vez la porción de microondas del espectro electromagnético, con el Kosmos 243, en 1968”, mencionó.

Al paso de los años, el avance tecnológico y el deseo de los países de generar más bienestar social y prevenir catástrofes naturales, han promovido la creación de tecnologías sofisticadas, y en el área de la meteorología no es la excepción, y citó el satélite GOES-16, el cual tiene una gran cantidad de nuevos sensores a bordo.

A manera de conclusión, Lobato Sánchez precisó que se debe tener cuidado al utilizar esta información, es necesario validar con datos observados en superficies de redes de información con la suficiente calidad para realizar las correcciones de sesgo. “Hoy, más que nunca, tenemos un mundo de información al alcance de nuestras manos y debemos de aprovecharlo a nuestro favor”, sostuvo.