Destacan los cambios de las revistas científicas en el contexto de la ciencia abierta

31 de mayo de 2021


Jesús Alberto Rubio

La ciencia abierta es una manera de concebir la investigación científica que se basa en el trabajo colaborativo y en la apertura y transparencia de todas las fases de ese proceso, afirmó Ernest Abadal Falgeras, profesor investigador de la Facultad de Información y Medios Audiovisuales de la Universidad de Barcelona, España.

Al participar en el programa científico de la Semana de la Ciencia Abierta organizada por la Universidad de Sonora a través de la Dirección de Investigación y Posgrado, destacó que ese modelo representa un ámbito que aún se está perfilando y que es poco conocido por parte de la mayoría de los investigadores.

En su intervención expresó que “estamos en un mundo en transformación y la ciencia abierta es un catalizador de ese proceso; incluso la actual pandemia nos ha mostrado la importancia de compartir datos y resultados en este tema”.

En su conferencia magistral Las transformaciones de las revistas científicas en el contexto de la ciencia abierta, Ernesto Abadal planteó que el objetivo fue presentar los diversos estudios que hoy se centran en tres grandes ámbitos: la ciencia abierta, los datos de investigación y el acceso abierto.

Asimismo, dijo que es importante describir los cuatro principales retos e incertidumbres que, en estos momentos, amenazan el crecimiento e implantación de la ciencia abierta liderado por las élites, velocidades distintas en sus componentes, riesgos de monopolio y pocas políticas de promoción.

Abadal Falgeras, el principal investigador del proyecto Ciencia Abierta en España y actual vicerrector adjunto de su institución universitaria, puntualizó en su conferencia las principales transformaciones que a partir del acceso y la ciencia abierta han condicionado a las revistas científicas.

El ecosistema

El expositor invitado afirmó que las revistas científicas son elemento fundamental en ese campo, haciendo referencia que es un ecosistema relativamente reciente –350 años—, y nacieron para difundir la investigación con un elemento fundamental: ser revisadas por expertos en el área.

Recordó que durante más de 300 años prácticamente no hubo cambios en el funcionamiento de las revistas científicas, siendo hasta 1990, cuando el contexto cambió radicalmente con el arribo de la digitalización (Internet consolidado, advirtió), proceso con el cual dijo que las revistas impresas comenzaron a mudar esos nuevos espacios con su producción y distribución.

Luego, citó que hace 21 años llegó el acceso abierto bastante consolidado como una tendencia mayoritaria e irreversible, y que para el 2015 se abrió otro nuevo paradigma: la ciencia abierta.

“Estos dos momentos (marcos) son importantes de conocer para saber cómo condicionan a las revistas científicas ya que podemos tener el rol de editores, autores y quizá de bibliotecarios”, advirtió.

Dio a conocer que actualmente hay nuevas directrices sobre el seguimiento con estimaciones globales sobre cómo está evolucionando el acceso abierto en Europa y América.

“El acceso abierto y gratuito tiene hoy impulsores financieros muy potentes; ejemplo, en Europa hace dos años se puso en marcha el Plan S (Making Full and Immediate Open Access Reality) que pretende que se acelere esta transición del modelo comercial al de acceso abierto a partir de este año”, dijo.

Mencionó que su universidad, como la mayoría de las europeas, están potenciando ese modelo de manera acelerada, orientando la acción de sus investigaciones hacia este nuevo marco para publicar de manera libre y gratuita.

Ciencia abierta

Ernesto Abadal aseguró que el marco del acceso abierto ha sido superado por otro más amplio, como es precisamente la ciencia abierta, lo cual sostuvo que es un cambio de paradigma cultural que piensa que esa apertura (Open/difusión) no sólo tienen que estar al final de la investigación (acceso abierto), sino que debe estar en todas las fases de la investigación, desde la recolección de datos, datos, su revisión y hasta la publicación.

“La ciencia abierta nace del acceso abierto, pero tiene otros elementos, tales como los datos de investigación que recogen los investigadores para fundamentar sus trabajos y que deben estar abiertos, sean secuencias genéticas, entrevistas, integridad, incentivos, temperaturas atmosféricas, infraestructura, nuevas métricas, la ciencia ciudadana, entre otros”, precisó.

El nuevo marco de la ciencia abierta, abundó, aporta beneficios destacados, como transparencia total y la efectividad ya que la rápida transferencia del conocimiento evita duplicidades y aumenta la velocidad en la difusión de la investigación.

Asimismo, añadió que otros componentes son la reproducibilidad, evita el fraude (como las fake sciencia), tiene mayor productividad y mejora el impacto social de la investigación.

“Como autores, editores-bibliotecarios, estamos preocupados por las revistas científicas, publicaciones académicas, por lo que pensamos que esos marcos –acceso y ciencia abierta—que transformaciones están generando”, dijo.

Mencionó tres: modelo económico, datos de investigación y la revisión abierta, los que cualquier editor tiene que ver cómo integra esos cambios en su cotidianeidad.

Abadal Falgueras, con licenciatura en Filosofía, diplomado en Biblioteconomía y doctor en Ciencias de la información, es también subdirector del Centro de Investigación e Información, Comunicación y Cultura, además de la red temática sobre datos de investigación (Maredata) y del Grupo de Investigación Consolidado Cultura y contenidos digitales.

Ha sido también investigador principal de varios proyectos del Plan Nacional I+D+I dedicados al acceso abierto a la ciencia en España.
Su ámbito de docencia e investigación se centra en el acceso abierto y la ciencia abierta y también analiza las tecnologías aplicadas a la documentación y, de una manera especial, las publicaciones digitales.