Incendios de Australia pueden romper el equilibrio de las especies: Javier Esquer

13 de enero de 2020


Elías Quijada

Los voraces incendios que han afectado a Australia, en específico en la zona este del estado de Nueva Gales del Sur, son procesos propios de la naturaleza, pero debido a la gran magnitud de éstos, pueden provocar un rompimiento del punto de equilibro de las especies, reveló Javier Esquer Peralta, académico del Posgrado en Sustentabilidad de la Universidad de Sonora.

Estos fenómenos, comentó, son algo recurrente en temporadas, donde los pastizales y los árboles están secos; es decir, procesos propios de la naturaleza; sin embargo, en ciertas ocasiones se ha dado el caso que está la mano del hombre involucrada, tanto de manera negligente o intencionada.

Esquer Peralta explicó que los efectos negativos que se han presentado por los incendios son la desaparición del hábitat y la eliminación de plantas y animales endémicos, pero sobre todo afecta a los asentamientos humanos, pues se habla de alrededor de 27 personas fallecidas, entre ellos bomberos y más de 1,800 casas destruidas por las llamas.

“También es importante mencionar los efectos negativos en la salud humana y en el ambiente, se disparan las enfermedades respiratorias, irritación en las mucosas, altos niveles de contaminación; en fin, una serie de efectos negativos que tendrán repercusión importante en aquella región del mundo”, dijo.

A nivel internacional notificó que, derivado de la magnitud de los incendios, las corrientes de aire y el propio desarrollo del clima, ha provocado que las partículas de ceniza y polvo se hayan dispersado y llegado a países sudamericanos, donde a menor escala también se podrían registrar enfermedades respiratorias en personas susceptibles al material desprendido por el fuego.

Los incendios son procesos naturales que ocasionan ciertos impactos que favorecen el crecimiento y desarrollo de otras especies, se puede decir que es un punto de equilibro, pero lo malo es cuando estos fenómenos se van acentuando y comienza a romper el equilibro de la naturaleza, indicó el catedrático del Departamento de Ingeniería Industrial.

Aseveró que el cambio climático ha contribuido para tener incendios más fuertes y recurrentes en todas partes del mundo, y para mitigar dichos efectos se necesitan políticas públicas con bases científicas bien definidas, así como actividades humanas sustentables y la cooperación internacional de las industrias para hacer un uso correcto de los recursos naturales.

“Es importante educar a la gente, a los gobiernos o a quienes toman decisiones, que la ciencia tenga más acercamiento con lo político normativo para fortalecer el conocimiento y desarrollar iniciativas que aminoren las condiciones climáticas a nivel global”, concluyó.

Según el portal www.dw.com, más de 480 millones de animales han perecido en los incendios, calcinados o por falta de alimentos y refugio, la cifra se refiere solamente a las especies de una gran parte de los mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales del Sur, que con sus 36,000 kilómetros cuadrados de terrenos incinerados, un área similar a la de Taiwán, es el más afectado por las llamas.

Más de 150 incendios forestales arden en Nueva Gales del Sur, el estado más poblado del país, del cual Sídney es la capital, y más de 25,000 koalas se han visto afectados por el fuego.