Las fibras dietarias, como frutas y verduras, son benéficas para la salud: Rascón Chu

8 de noviembre de 2019


Jesús Alberto Rubio

El consumo de fibras dietarias, sobre todo frutas y verduras, tiene un efecto benéfico en la salud al lograr una interacción muy interesante con la flora intestinal y en general del cuerpo humano, afirmó Agustín Rascón-Chu, profesor investigador de la Coordinación de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de Hermosillo.

La ingestión de ese tipo de fibra, sostuvo, reduce el riesgo de padecer males crónicos y degenerativos, tales como la neoplasia, la obesidad crónica, desórdenes gastrointestinales, diabetes, enfermedades coronarias e, incluso, el cáncer.

“En efecto, las dietas ricas en fibra se consideran preventivas y ayudan a controlar la diabetes mellitus, la obesidad o el cáncer de colon”, sostuvo en su conferencia Pectinas, más allá de la textura en alimentos, dentro del programa académico de la XXIV Reunión Universitaria de Investigación en Materiales (RUIM 2019).

Rascón Chu reiteró que, precisamente, el consumo de fibras dietarias --frutas y verduras en especial--, tiene un efecto benéfico en la salud al lograr una interacción muy interesante con la microbiota intestinal y en general del cuerpo humano, por lo cual constituyen un material de gran interés para administración de fármacos y otras moléculas de interés terapéutico.

Rascón-Chu advirtió que la fibra dietaria es la parte del alimento que no es afectada por el proceso digestivo, sin embargo su interacción con la microbiota intestinal es de gran beneficio a nivel metabólico.

Dio a conocer a los estudiantes y académicos presentes en la reunión sus trabajos en el diseño y fabricación de partículas basadas en fibras dietarias provenientes de alimentos tradicionalmente mexicanos. “Estas las podemos encontrar en los granos enteros, los vegetales de hojas verdes y algunos frutos”.

El objetivo. Señaló, es desarrollar vehículos para la entrega oral de diferentes sustancias de interés terapéutico y/o probióticos.


Falta divulgación


El investigador del CIAD-Hermosillo consideró que con todo y que se sabe cómo esas fibras ayudan al metabolismo y a un equilibrio balanceado del cuerpo humano, hace falta mucha más divulgación sobre este tema de salud. “Todos queremos comer sano, sin sacrificar el sabor. Las pectinas presentes en frutas y verduras, frijol, garbanzo entre otros, tienen un gran número de beneficios contra sobrepeso y obesidad”, indicó, señalando que esos polisacáridos son el principal material para la fabricación de micro y nanopartículas en el laboratorio de CIAD.

“De manera lamentable vemos cómo proliferan productos “milagro” y el consumo generalizado y sin conciencia de los llamados “chatarra”, cuando en realidad lo que se requiere es el cuidado, disciplina y apego a las dietas tradicionales para tener una alimentación sana”, afirmó en su intervención.

Incluso, al reiterar que la dieta tradicional mexicana es rica en fibras y antioxidantes además de proteínas lípidos y carbohidratos, criticó la transición hacia el modelo de consumo de alimentos industrializados ricos en azúcares simples y grasas, un patrón al que dijo se le considera la “dieta occidental” que, incrementa –sin respetar edades-- las tasas de sobrepeso y obesidad. Actualmente se estudia el desarrollo de partículas para la entrega de licopeno, metronidazol, insulina (patente en trámite), papaína, entre otros.