29 de diciembre de 2025
Olivia Paredes Para que los docentes de la Licenciatura en Derecho desarrollen la capacidad de comprender, analizar y aplicar herramientas de inteligencia artificial en la enseñanza y el aprendizaje jurídico, integrando recursos digitales innovadores para mejorar la planeación, impartición y evaluación académica, el Departamento de Ciencias Sociales llevó a cabo el curso “La IA aplicada en la enseñanza del Derecho”.
El instructor Jesus Antonio Aquino Rubio, académico de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, señaló que encontró en el campus Navojoa a un grupo de profesores con un gran rango de edades, donde todos se entusiasman por intercambiar conocimientos relacionados a las nuevas tecnologías y cómo éstas impactan en la cotidianidad de la enseñanza.
“Nosotros necesitamos empoderar a nuestros maestros, definitivamente el maestro no ha perdido su papel orientador en la enseñanza y, aun con los más avanzados descubrimientos tecnológicos, eso sigue siendo así; por lo tanto, sí nos debe preocupar que estén no solamente muy familiarizados con estas herramientas, sino que tengan la capacidad de orientar a los jóvenes en su uso.
“Porque también tienen sus fallas, sus deficiencias, sus sesgos, riesgos y su lado oscuro; entonces esta parte que está tan clarificada para quienes las usamos, llega a ser muy conveniente su uso cotidiano, porque no solamente nos acerca a los jóvenes, sino que nos permite educarlos en el uso correcto y adecuado de estas herramientas”, precisó.
Aquino Rubio explicó que el impacto positivo de la inteligencia artificial en el Derecho, es que ésta puede leer a muy alta velocidad, capacidad que no tienen las personas, y lo que resulta en un gran aprovechamiento pues ayuda a ubicar rápidamente cualquier texto relacionado al concepto jurídico.
“También es muy útil para hacer vinculaciones entre leyes cuando se trata de un mismo concepto, algo que de manera tradicional el abogado primero leía y luego asociaba; pero una de las bondades de la inteligencia artificial es que está diseñada para dar una respuesta y esa respuesta generalmente no está vinculada a un sustento concreto.
“Y si no tiene una respuesta para la pregunta que le hiciste, ella se va a inventar la respuesta y te la otorga; y te entrega un formato tan bien elaborado que pareciera que es cierto; esas son las famosas alucinaciones que conocemos de la IA, son productos que se van mejorando para tratar de evitarlo, pero no se sustituye el criterio humano”, describió.
Sobre la vinculación con el Departamento de Ciencias Sociales, el académico expresó que en el campus Navojoa se perciben un espíritu humano y un ambiente colaborativo, que se ve reflejado en la forma tan profesional en la que manejan los procesos de enseñanza.
“Tuve la oportunidad de conocer el trabajo de alumnas y alumnos de este Departamento y lo que vi me dejó muy contento: un desarrollo de habilidades blancas, un proceso de investigación muy completo y una gran calidad en la presentación de sus trabajos”, añadió.
Por su parte, la académica María del Rosario Molina González, detalló que este tipo de colaboraciones nacen cuando los docentes presentan sus productos de investigación y se forma una comunidad epistémica, que deriva en un trabajo conjunto a beneficio, principalmente, de la comunidad universitaria.
“Estamos advirtiendo toda esta área de oportunidad, no solamente en la que tenemos que formarnos como docentes, sino además en lo que está exigiendo el entorno laboral o lo que está exigiendo la sociedad; hay un avance en la tecnología donde la inteligencia artificial se la utiliza cualquier persona, incluso en cuestiones de salud.
“La IA, las tecnologías, están incursionando en dos áreas específicas para el abogado: uno, la docencia y dos, el desempeño y la realización propia de la justicia; entonces no podemos generar un abogado que no responda a las exigencias del entorno laboral, actualmente se tiene que hablar de una competencia blanda, de acceso y manejo de la tecnología”, concluyó.
