José Estrada García: compositor, músico, panadero y albañil

24 de octubre de 2017


La música de José Estrada García inundó por unos momentos la sala de exposiciones del Archivo Histórico, la concurrencia reunida enmudeció para escuchar un fragmento del tema Betty (género one step, compuesto en 1925), después de haber oído parte de la historia de este compositor sonorense.

Durante la Semana del Patrimonio Cultural Universitario, este año dedicada al Patrimonio artístico, Música de Sonora, el académico Fernando de Jesús Serrano Arias ofreció una conferencia en la que habló del Fondo de Estrada García, que consideró de suma importancia para el conocimiento de la música de Sonora.

El maestro de tiempo completo del Departamento de Bellas Artes informó que, gracias a una investigación realizada como becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora (Fecas), desarrolló el proyecto de acomodo del archivo de José Estrada, que es uno de los fondos musicales con los que cuenta la Universidad de Sonora, al igual que el de Emiliana de Zubeldía.

Este archivo permaneció guardado durante mucho tiempo antes de que se ordenara, musicalmente hablando, dijo el licenciado en Producción y Programación Musical, y maestro en Musicología.

El becario en el rubro Investigación Musical con el proyecto Rescate y edición de música de archivos sonorenses, contó que Estrada García nació en Hermosillo en 1898 y murió en 1985; añadió que fue compositor y ejecutante autodidacta de instrumentos como mandolina, saxofón alto, clarinete, violín y piano.

Mencionó que, según Rodolfo Rascón, el mayor biógrafo de músicos en Sonora, José Estrada inició como parte de un batallón de caballería y se integró después a un grupo juvenil de cuerdas como ejecutante de mandolinas, se pasó a bandas de tipo militar y a diferentes orquestas, tanto de Hermosillo como de Guaymas.

Entre sus actividades, destacó, estaban la docencia musical y la transcripción musical, y que además de músico fue panadero y albañil.

Serrano Arias dijo también que en 1989 el archivo fue donado por su viuda a la entonces Academia de Música, donde fue guardado sin revisión ni documentación, y se almacenó ahí hasta 1999, cuando se fundó el Archivo Histórico de la Universidad de Sonora, y que a partir de ahí se empieza un resguardo regulado y ordenado de los documentos históricos.

“En su libro Compositores sonorenses, Rodolfo Rascón señala que la viuda donó 21 números de la inspiración de su esposo y un considerable acervo musical de varios compositores del estado, y en la segunda edición de este mismo libro se menciona que doña Antonia Domínguez viuda de García (su segunda esposa), entrego a la Unison 15 cajas de música de la Orquesta Hermanos Romero, de Guaymas, Sonora.

“En ese mismo año, 1989, la nieta de Trinidad Cortés donó a la Universidad cajas de cartón conteniendo las melodías de la orquesta de su abuelo, también quedaron a resguardo de la entonces Academia de Música, las obras del que es conocido como el Güero Flauta, Francisco F. Molina”, reveló.

Por ello, el llamado Fondo de José Estrada García se nutre con la propia música de este compositor, de la Orquesta de los hermanos Romero, la música de Trinidad Cortés y melodías de su orquesta, así como música de Francisco F. Molina, indicó el conferencista.

“El trabajo que se hace actualmente en el archivo tiene la intención de elaborar una base de datos que permita conocer el total de contenidos que tiene el archivo. Empezamos a trabajar con obras manuscritas, ya que hay obras editadas para piano, para orquesta y obras manuscritas para orquesta de baile.

“Mucha de esta música son copias manuscritas de música para orquesta de compositores sonorenses o que vivieron en Sonora, copias manuscritas de música de compositores mexicanos, en general, composiciones de obras para piano de compositores sonorenses y del resto del país”, explicó.

En obras manuscritas, dijo, hay un total 1,425 entradas en las base de datos; de éstas, 836 son títulos diferentes, en géneros como boleros, marchas, polkas, tangos, fox trot, entre otras, siendo los valses, con 107 valses, el que más cantidad presenta.

El docente de materias como Teoría musical y Tecnología e historia de la música mexicana mostró tablas de registro de melodías por tipo o género, y mencionó que también se cuenta con tres categorías para clasificar el estado de las obras resguardadas, como bueno, medio y malo, y que estas últimas son ilegibles o sólo hay fragmentos. Finalmente, mostró ejemplo de imágenes de partituras y algunos audios de estas composiciones. (AGG)