La vacunación es una forma efectiva de prevenir la hepatitis: Solano Cuevas

28 de julio de 2025


Elías Quijada

La única forma efectiva de prevenir la hepatitis A y B es a través de la vacunación, una medida que salva vidas y protege la salud a largo plazo, así lo afirmó Ilse Guadalupe Solano Cuevas, responsable del Programa de Salud Estudiantil de la Dirección de Apoyo a Estudiantes de la Universidad de Sonora.

Añadió que cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, padecimiento del cual hay tres tipos A, B y C, siendo la más común en la población mexicana la A, principalmente derivado por el consumo de alimentos contaminados o la falta de higiene adecuada.

Explicó que se trata de enfermedades infectocontagiosas que dañan al hígado, se pueden transmitir por diferentes vías y tienen distintos niveles de gravedad; por ejemplo, la hepatitis A suele tener presencia cuando se consume alimento o agua contaminada con el virus, por no lavarse las manos, falta de higiene al momento de manipular los alimentos.

“Esta hepatitis A, suele ser pasajera y no requiere tratamiento farmacológico, puede causar síntomas como coloración amarilla en la piel, pérdida de apetito, dolor corporal y fatiga extrema”, explicó.

Por otro lado, las hepatitis B y C representan un riesgo mayor para la salud, ya que pueden derivar en enfermedades crónicas del hígado como cirrosis o incluso cáncer hepático y se transmiten por contacto con fluidos corporales contaminados como sangre, relaciones sexuales sin protección, uso compartido de jeringas o durante el parto, puntualizó.

Solano Cuevas sostuvo que uno de los pilares fundamentales para prevenir este padecimiento es la vacunación, en especial contra la hepatitis A y B, cuya primera dosis se aplica desde el nacimiento y posteriormente un refuerzo, por ello, la especialista en medicina general insistió en la importancia de completar el esquema de vacunación, pues garantiza salvar vidas y evita complicaciones a largo plazo.

Precisó que en caso de haber padecido hepatitis, sobre todo tipo A, las personas no pueden ser donante de sangre, porque el virus deja una huella inmunológica en el cuerpo que podría desencadenar una reacción en quienes reciben esa sangre.

Finalmente, subrayó que la hepatitis B y C, aunque prevenible, puede dejar secuelas graves si no se atiende adecuadamente como cirrosis, cáncer hepático y otras consecuencias que poco van mermando la salud de las personas.

Según la Organización de las Naciones Unidas, se adaptó el 28 de julio el Día Mundial contra la Hepatitis, en reconocimiento global para convertirse en el referente principal para los esfuerzos de sensibilización a nivel nacional e internacional.

Esta decisión fue tomada con el propósito de intensificar la educación y la información sobre las hepatitis virales, reconociéndolas como un grave problema de salud pública global. El día busca fomentar la adopción de medidas médicas de prevención, control, diagnóstico y tratamiento de las hepatitis, así como impulsar iniciativas y estrategias globales en el sector salud.

En México la hepatitis A es la más común entre la población general e infancias; en cuanto al virus de la hepatitis C, se considera que entre 400 y 600 mil personas se encuentras infectadas y requieren tratamiento antiviral específico.