27 de noviembre de 2025
Elías QuijadaEn el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Universidad de Sonora realizó una serie de actividades académicas como parte del programa Hilando Narrativas: del Artivismo a la Academia, un espacio que busca generar reflexión, diálogo y creación colectiva entre estudiantes, docentes y público en general.
Desde conversatorios hasta talleres de tejido, lectura y memoria, la comunidad universitaria se sumó a esta iniciativa que colocó al arte y la participación comunitaria como herramientas para construir una cultura de paz.
Uno de los momentos más significativos fue la manta de manos pintadas, guiada por estudiantes artivistas de Hilatura Emocional, de la Licenciatura en Educación y por integrantes de la colectiva Hebras Cactáceas.
La actividad convocó a la comunidad a estampar sus manos como señal de compromiso con la eliminación de las violencias. Cada huella se transformó en un símbolo de unión, sororidad y corresponsabilidad, recordando que la erradicación de la violencia requiere acciones conjuntas entre mujeres, hombres, infancias y jóvenes.
A lo largo de la semana, las actividades estuvieron centradas en promover conciencia social desde las aulas, impulsando la participación activa del estudiantado a través de expresiones artísticas como la lectura, el bordado, el macramé, el artivismo y los círculos de diálogo.
Eloísa Grijalva Orellana, académica responsable del proyecto, destacó que Hilando Narrativas surgió como un espacio donde docentes, estudiantes y colectivo de textileras feministas unen esfuerzos para visibilizar el activismo social desde el arte.
Explicó que el objetivo es contrarrestar los episodios de violencia con alternativas formativas que promuevan valores, ética y cambios de actitud que se reflejen en la vida profesional y humana de quienes integran la Universidad.
Asimismo, compartió que la manta de manos pintadas representa un mensaje poderoso y un recordatorio de que el cambio inicia con la toma de conciencia diaria, no solo cada 25 de noviembre, y retomó la importancia de reconocer, denunciar y transformar todas aquellas prácticas que reproducen la violencia, desde las más evidentes hasta las que se normalizan en el día a día.
El programa general incluyó conversatorios con especialistas, talleres de creación colectiva, conferencias sobre educación para la paz, estrategias de igualdad de género, reimaginación del espacio público y prácticas artísticas que vincularon la academia con la comunidad.
El comité organizador de los eventos estuvo integrado por los docentes Nohemí Guadalupe Calderón González, del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación; Amir Darío Maldonado Arce, del Departamento de Física; Erika Lizbeth Orduño Ibarrola, del Departamento de Enfermería y Liliam Nohemí Urías Gámez, del Departamento de Arquitectura y Diseño.
También participó la comunidad estudiantil, la cual estuvo representada por Jocelynn Guadalupe Valenzuela Tenorio, Alan André Nario Ramírez, Alejandro Soto Bringas, Arleth Denisse Meza Contreras, Daniel Armando Álvarez, Vania del Carmen Garduño Luna y Daniela Isabel Verdugo León.
Además, colaboraron integrantes de la Colectiva Hebras Cactáceas y personal externo, entre ellas, Cynthia Itzel Díaz López, Raquel Jaime Salazar, Guadalupe Acosta Hernández, Carolina Romero Centeno y Marysol Ortega Pallanez.




