Promueven alimentos alternativos y funcionales para mejorar la salud de los mexicanos

27 de octubre de 2025


Elías Quijada

La importancia de aprovechar la biodiversidad nacional para desarrollar alimentos con beneficios adicionales para la salud, sobre todo los de origen vegetal, y evitar los productos ultraprocesados vinculados a enfermedades cardiovasculares, fue el llamado que hizo el profesor investigador del Instituto Politécnico Nacional, Luis Arturo Bello Pérez.

Durante la conferencia magistral “Los alimentos funcionales en la dieta de los mexicanos”, que se llevó a cabo en el III Congreso Internacional en Ciencias Alimentarias y Biotecnología (CICAB III), teniendo como sede a la Universidad de Sonora, el experto señaló que las enfermedades derivadas de una mala alimentación, como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y los padecimientos cardiovasculares, representan hoy uno de los mayores desafíos de salud pública en México.

En ese sentido, subrayó que el gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ha reforzado programas como Vida Saludable en escuelas públicas y privadas para promover mejores hábitos alimenticios desde edades tempranas.

Explicó que México cuenta con una amplia diversidad de materias primas que pueden aprovecharse para crear productos alimenticios más saludables, los cuales, al ser procesados y almacenados adecuadamente, pueden ofrecer beneficios adicionales para la salud.

El director general del Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (CSAEGRO) añadió que la investigación científica juega un papel clave en la identificación y desarrollo de estos alimentos funcionales, cuyo objetivo no solo es nutrir, sino también prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida de la población.

Entre los productos de consumo cotidiano que pueden optimizarse mediante nuevas técnicas de procesamiento y conservación se encuentran la tortilla, el pan, el arroz o las papas, citó.

“El reto para la investigación es demostrar científicamente estos beneficios y convencer a los productores de la necesidad de desarrollar nuevos productos alimenticios con impacto positivo en la salud. Este es un paso muy importante para lograr que dichas innovaciones lleguen de manera masiva a la población”, destacó.

En su análisis, Bello Pérez también presentó datos de la Encuesta Nacional de Salud 2018, donde se observa un incremento en los índices de sobrepeso y obesidad, especialmente en mujeres y adolescentes.

Mientras que en 2021 se registró una ligera disminución en el sobrepeso de mujeres adultas, la prevalencia en jóvenes aumentó considerablemente, lo que refleja la urgencia de impulsar una cultura alimentaria responsable y sostenible.

El especialista enfatizó, además, el impacto positivo del etiquetado frontal en los alimentos, medida que ha contribuido a crear conciencia entre los consumidores, pues, según datos de un estudio reciente, el 90% de los encuestados reconoció observar los sellos al momento de comprar productos.

Finalmente, exhortó a promover el consumo de productos frescos y de origen vegetal, y a fortalecer la vinculación entre la investigación científica y la industria alimentaria, para que los resultados se traduzcan en soluciones prácticas que incidan directamente en la salud pública. “Tenemos los recursos y el conocimiento para hacerlo; lo que sigue es convertir la ciencia en acción”.