Silvia Elena Ibarra Olmos, una mujer apasionada por las matemáticas

5 de marzo de 2024


Paula Trespalacios Argain

Las ciencias duras, área difícil, ser mujer profesionista hace 40 años, también carrera difícil, no impidió que Silvia Elena Ibarra Olmos llegará al Departamento de Matemáticas como docente, haciendo lo que más le gusta: enseñar.

La académica compartió que este viaje de cuatro décadas ha sido una experiencia bastante interesante y también difícil, la cual ha vivido como mujer, como madre de tres hijas, como profesionista.

“Si hago un recorrido y me visualizo cuando llegué por primera vez a la Universidad de Sonora y ahora, 40 años después, ya como profesora, sí ha sido un camino bastante interesante en muchos sentidos; no ha sido para nada un camino fácil, porque la carrera no es que sea particularmente difícil, es una carrera como todas, que requiere dedicación, que requiere constancia, que requiere disciplina; pero cuando yo recién llegué a la Universidad era una carrera en la que éramos muy pocas mujeres las que ingresábamos; creo que esa situación,, afortunadamente, ha cambiado; ahora tenemos un buen número de chicas que han decidido a estudiar la Licenciatura en Matemáticas, y eso, en lo particular, me da mucho gusto”, dijo.

Se apoyan entre ellas

Reconoció que existe una connotación social de que las matemáticas son un área complicada de estudiar y que también las cuestiones sociales en las que a la mujer se le asignaba, había cierta suerte de camino a seguir.

“Es algo muy complicado, tengo 64 años de edad, mi generación es una generación de transición en muchos sentidos, es cuando se empieza intentar abandonar esos roles tradicionales asignados a la mujer, de que te casas y te quedas en tu hogar”, comentó.

“En aquellos momentos, si bien es cierto se empezaban a abrir las puertas, también es cierto que las presiones sociales eran muchas. Yo muchísimas veces recibí comentarios del estilo de ‘¿Por qué pasas tanto tiempo en la universidad?’, ‘¿Por qué en lugar de estar en la universidad no te dedicas a cuidar a tus hijas?’

“Entonces, poder combinar todas estas responsabilidades sí fue algo complicado, pero fue muy curioso porque quienes estuvieron a mi lado para apoyarme fueron mujeres también. Por eso, y muchas razones, estoy muy orgullosa de ser mujer y de estar rodeada de mujeres que son solidarias, inteligentes, con ambición y profesionistas”, recordó la profesora.

La profesionalización antes de los 80’s

Cuando llegó el momento de plantear una de las primeras decisiones importantes de su vida, el elegir que iba a estudiar, Ibarra Olmos se inclinaba por matemáticas, literatura y sociología.

“Me decidí por matemáticas porque allí había la posibilidad de dedicarme a la docencia que es un campo que a mí también realmente me apasiona. Entonces, cuando yo llego a la escuela de Altos Estudios, que me tocaron sus últimos tiempos, aunque formalmente ingresé hasta que se dio la departamentización, tuve la oportunidad de tener una profesora excelente, Angelina Uribe; desde su primera clase dije: ‘de aquí soy’”, recordó.

Otra gran atracción fue cómo le plantearon como accesibles los temas complejos.

“El darme cuenta de la profundidad que yo podía alcanzar en temas que, si bien había visto algunos de ellos en la prepa, adquirían otra dimensión, para mí fue apasionante; logré conjugar estos dos grandes intereses; por un lado, descubrir el mundo de las matemáticas y, por otro, poder dedicarme profesionalmente a la docencia; esa fue la conjunción que hizo que me quedara en el desarrollo de las matemáticas”, compartió.

La docencia

Ibarra Olmos comentó que, como estudiante, nunca tuvo un trato especial por ser mujer, no hubo rechazo o ayuda de parte de sus compañeros varones; encontró mujeres seguras de sí mismas o que la propia experiencia les hizo generar la seguridad con actitudes de solidaridad de unos con otros; fue ya en el campo profesional que se dio una suerte de competencia entre los grupos de trabajo.

“Yo recuerdo que cuando me inicié como profesora, que casi siempre ha sido en las áreas de ingeniería, era muy notorio que yo ingresaba a esas aulas y me encontraba una chica, dos, tres; ahora no; afortunadamente, eso también ha cambiado para la carrera de ingeniería, para las carreras en general de las ciencias duras: física, matemáticas, geología, ciencias de la computación; los programas que ahora están en la Facultad Exactas y Naturales”, relató emocionada.

A la mujer hay que celebrarla todo el año

Ante la celebración por el Día Internacional de la Mujer, consideró muy acertado que el 8 de marzo se ponga especial atención al hecho de la importancia de una emergencia de la mujer en distintas áreas del conocimiento y del desarrollo profesional.

“Me parece que hacen falta muchísimas políticas públicas para que también instituciones den oportunidad de que la mujer vaya alcanzando estratos más importantes. El porcentaje de mujeres en posgrado es del 40 %, ha crecido en los últimos años, pero aún no hay un porcentaje igualitario; en el Departamento de Matemáticas el 40% son maestras.

Afirmó que vale la pena pensar en ese tipo de cosas el resto del año y ponerles atención y tratar de hacer cosas alrededor de eso para que cada día se logre más equidad.