La docencia me gustó y me va a gustar toda mi vida : Heroldo Soltero Cabrera

20 de julio de 2021


Olivia Paredes

En sus ojos marrón oscuro se observa un brillo especial cuando habla de docencia. La fuerza en el vaivén de sus manos muestra la emoción con la que relata cómo inició su trayectoria académica dentro de la Universidad de Sonora hace 40 años, aunque sus primeros pasos en un aula ocurrieron cuando era estudiante de preparatoria.

Heroldo Soltero Cabrera nació en Ciudad Obregón el 16 de febrero de 1957. El sexto de ocho hijos (mujeres y hombres) de Alejandro Soltero Estrada y María de las Mercedes Cabrera Ruiz reveló que él es uno de los dos hermanos que pudieron estudiar una carrera profesional, debido a la difícil situación económica familiar que vivían.

“Mi infancia la viví la mayor parte en Ciudad Obregón, fue una infancia muy feliz donde todo era convivir con los amigos del barrio después de la escuela, en calles no pavimentadas; nos gustaba mucho jugar en grupo bajo el sol, quitarnos los zapatos de la escuela para poder irnos a corretear; pero por situaciones familiares económicas nos tuvimos que ir a vivir a Nogales, donde estudié parte de la secundaria.

“Me regresé a Obregón y ahí terminé la secundaria, y posteriormente me dijeron que me fuera de nueva cuenta a Nogales porque se abriría una preparatoria: me tocó ser de la primera generación, del área de Químico Biológicas, donde estuve como técnico laboratorista. Siempre he sido alguien a quien le gusta mucho el deporte, entonces en todas estas etapas fui seleccionado en los grupos de natación, atletismo, volibol, basquetbol, incluso estuve en competencias nacionales”, narró.

Su paso por la preparatoria, puntualizó el académico, le favoreció para ingresar a la Licenciatura en Químico Biólogo en el campus Hermosillo de la Universidad de Sonora, donde conoció a Dolores Arcelia López Moraga, con quien se casó y formó una familia de tres hijos: Paloma, Mariana y Heroldo Antonio. Los conocimientos previos en el área de laboratorio le ayudaron a desarrollar las distintas especialidades con las que contaba la carrera.

“Saliendo de la Universidad me fui a Ixmiquilpan, Hidalgo, porque un tío me consiguió trabajo en la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), donde mi labor consistía en llevar análisis de suelos y aguas en el distrito de riego, pero mi titulación estaba pendiente, entonces mi esposa y yo hicimos juntos la tesis, y nos vinimos a titular, ella de Mexicali y yo me vine ‘rancheando’ hasta que llegué a Navojoa.

“Cuando llegué aquí, la Universidad iba iniciando, no había nada de edificios, estaban solamente los que llamaban tostadores y el edificio principal era el Hospital de Neumología. Y estando aquí unos compañeros me presentaron a quien era entonces coordinador, porque no había vicerrectores, y me preguntó si me interesaba dar clases; les dije que venía a titularme y me ofrecieron unas horas, así que de nueva cuenta mi señora se regresó a Mexicali y yo me vine a Navojoa”, explicó.

El docente de 64 años de edad puntualizó que durante sus primeros doce meses en la Unidad Regional Sur viajaba diariamente de Ciudad Obregón a Navojoa y permanecía en el campus, en un horario de

7:00 a 20:00 horas, y como era maestro de horas sueltas y no tenía un cubículo, pasaba su tiempo libre en la biblioteca… para aprovechar que tenía aire acondicionado.

“Los jefes se dieron cuenta que era muy dedicado y me llevaba todo el día en la escuela, entonces eso me valió para que se fijaran en mí; posteriormente, concursé por el tiempo completo y lo gané, me traje a mi esposa y desde entonces aquí estoy como profesor de tiempo completo”, precisó.

Aunque a lo largo de su trayectoria ha hecho investigación, Soltero Cabrera aseguró que es la docencia lo que realmente le apasiona y para lo cual permanece en una constante actualización, con el objetivo de ofrecer conocimientos de calidad a sus alumnos, utilizando las herramientas que cada generación requiere.

“He hecho investigación y me gusta la ciencia, pero a mí me gusta dar clases, siempre me ha gustado; generalmente, de un semestre a otro cambio y actualizo mis contenidos, porque me gusta estar actualizado en lo que me toca transmitirles a nuestros estudiantes. Tener enfrente a los muchachos, empezar a explicar algo cuando te preguntan y ver el cambio en sus caras cuando entienden, eso me tiene ahí dando clases.

“Tengo 40 años en la Universidad y no lo cambiaría por nada del mundo, siempre me gustó ser docente, no me llama mucho la atención la investigación, siento que se pierden muchas cosas por estar en ello; a mí me llama, me gustó y me va a gustar toda mi vida la docencia”, enfatizó el académico.

Respecto a la familia, Heroldo subrayó que es una institución que mantiene la estructura moral y ética de la sociedad, donde cada persona aprende a tratar a las demás con respeto y tolerancia; que no solamente es un grupo de personas que viven bajo el mismo techo, sino un grupo que viven las mismas circunstancias y con logros salen adelante.

“Para mí, la familia ha sido mi guía, mi sostén. Yo admiro mucho a mi mujer porque a pesar de trabajar siempre estuvo atenta de mis hijos, nunca tuvo quien le ayudara, ella por lo general se encargaba de llevar y traer a los niños a la escuela y a las clases extracurriculares, y además trabajaba; entonces yo la admiro mucho porque ella realmente es la que supo sacar adelante a mis hijos y han sido puras satisfacciones”, expresó.

Asimismo, manifestó que en la Universidad de Sonora encontró una segunda familia, donde los académicos demuestran unidad a pesar de que la evolución y crecimiento de la institución hace más difícil la convivencia.

“Ahorita hay muchos maestros que no conozco, muchos compañeros se nos adelantaron, afortunadamente muchos se han jubilado, pero creo que si pudiera repetir lo que ha sido mi vida, no cambiaría mucho, volvería a quedarme en la Universidad. Posiblemente aceleraría algunas cosas, pero la realidad he sido muy feliz y espero que así siga; que acabe esto de la pandemia nada más para retomar algunas cosas de la escuela y tratar de recuperar el tiempo perdido con mi familia y con mis amigos”, concluyó.

Cabe mencionar que Heroldo Soltero Cabrera, además de pertenecer a la planta académica del Departamento de Ciencias Químico Biológicas y Agropecuarias, se desempeñó como secretario de Unidad en el periodo del 2000 al 2004.