Recuerdan al ex rector Federico Sotelo Ortiz con El Documento del Mes en el Archivo Histórico
7 de febrero de 2018
Quizá nunca en la historia en una universidad pública de México, y en particular de Sonora, se vio con beneplácito que uno de sus rectores estableciera una comunicación asertiva y de permanente relación, amable y afectiva con su comunidad universitaria, como en su tiempo lo hizo el doctor Federico Sotelo Ortiz.
Su presencia y actuar en el campus universitario, en su rectorado de 1968 a 1972, se distinguió por una singular forma de expresión y comportamiento que comunicaba nuevas ideas, con suma confianza y respeto por sí mismo y los demás.
Con su trato sencillo, amable y de gran sensibilidad, construía relaciones institucionales positivas y sanas que facilitaban el crecimiento de la Universidad a partir de la esencia universitaria: los estudiantes, a quienes apoyaba sin menoscabo alguno, invistiéndolos como orgullosos búhos en diferentes ámbitos, facetas y disciplinas; fuesen en la ciencia, la academia, el deporte, el arte, la cultura y el extensionismo.
Grupos de orgullosos estudiantes y docentes búhos, entraban con enorme confianza a sus oficinas donde siempre recibían de él todo el respaldo institucional para realizar una diversidad de actividades dentro y fuera del campus, o cualquier ciudad de la entidad.
Imposible olvidar cuando solía arribar a la institución en una motocicleta, o bien apostándose sobre la escalinata principal del Edificio de Rectoría, dándose tiempo para platicar con los estudiantes y motivarlos a jugar volados y otras sanas competencias en medio de un ambiente del todo grato, además de divertido
Rompía así con los esquemas tradicionales de los rectores que le habían antecedido, caracterizados por su seriedad y responsabilidad institucional.
Su llamativa forma de vestir, con camisas floreadas, vistosas; pantalones blancos, mocasines y a veces botines, llamaban sobremanera la atención, gustándole asistir con esa misma vestimenta a los bailes “Blanco y Negro” que se escenificaban en aquellos días en Palacio de Gobierno, donde todos los invitados acudían de traje y corbata, muy al estilo de la época, mientras que sus acompañantes lucían sus mejores galas.
Su excentricidad le llevaba a usar ese mismo tipo de vestimenta, portando usualmente camisas sueltas, y de diversos colores en las ceremonias de graduación y otros actos solemnes en los que rompía con todo protocolo formal.
Además, trascendió como uno de los mejores médicos cirujanos ortopedistas del país, dándose su tiempo para, en medio de sus actividades universitarias atender a cientos de pacientes de todos los niveles y estratos sociales de todo el país en su consultorio que se encontraba cerca del entonces Cine Sonora, ubicado en la calle Matamoros y la hoy avenida Luis Donaldo Colosio.
Fue en ese plano un humanista, filántropo, distinguiéndole su generosidad como médico apoyando a quien lo necesitaba, incluyendo tratamientos y atención gratuita a miembros de nuestra comunidad universitaria, fuesen maestros, trabajadores o estudiantes.
Documento del Mes
Precisamente, en relación a tan emblemático ex rector universitario, el Archivo Histórico continúa con la serie de exposiciones El Documento del Mes, esta vez, exhibiendo fotografías de la toma de posesión del doctor Sotelo Ortiz.
El recinto presenta imágenes donde aparece acompañado con grupos de estudiantes en los laboratorios de la Escuela de Ciencias Químicas; en un baile de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora y en el programa La entrevista del Búho, en el Canal 8 de la Televisión Universitaria, entre otras.
De acuerdo a un comunicado del Archivo Histórico, a través del aspecto formal de las imágenes se puede apreciar momentos de la vida cotidiana universitaria durante esa época, relevantes hoy en día para nuestra historia universitaria.
La exposición permanecerá del 1º. al 28 de febrero del presente año en la Galería del Archivo, con visitas gratuitas para el público en general y con acreditación Culturest para los estudiantes universitarios. (JAR)
Su presencia y actuar en el campus universitario, en su rectorado de 1968 a 1972, se distinguió por una singular forma de expresión y comportamiento que comunicaba nuevas ideas, con suma confianza y respeto por sí mismo y los demás.
Con su trato sencillo, amable y de gran sensibilidad, construía relaciones institucionales positivas y sanas que facilitaban el crecimiento de la Universidad a partir de la esencia universitaria: los estudiantes, a quienes apoyaba sin menoscabo alguno, invistiéndolos como orgullosos búhos en diferentes ámbitos, facetas y disciplinas; fuesen en la ciencia, la academia, el deporte, el arte, la cultura y el extensionismo.
Grupos de orgullosos estudiantes y docentes búhos, entraban con enorme confianza a sus oficinas donde siempre recibían de él todo el respaldo institucional para realizar una diversidad de actividades dentro y fuera del campus, o cualquier ciudad de la entidad.
Imposible olvidar cuando solía arribar a la institución en una motocicleta, o bien apostándose sobre la escalinata principal del Edificio de Rectoría, dándose tiempo para platicar con los estudiantes y motivarlos a jugar volados y otras sanas competencias en medio de un ambiente del todo grato, además de divertido
Rompía así con los esquemas tradicionales de los rectores que le habían antecedido, caracterizados por su seriedad y responsabilidad institucional.
Su llamativa forma de vestir, con camisas floreadas, vistosas; pantalones blancos, mocasines y a veces botines, llamaban sobremanera la atención, gustándole asistir con esa misma vestimenta a los bailes “Blanco y Negro” que se escenificaban en aquellos días en Palacio de Gobierno, donde todos los invitados acudían de traje y corbata, muy al estilo de la época, mientras que sus acompañantes lucían sus mejores galas.
Su excentricidad le llevaba a usar ese mismo tipo de vestimenta, portando usualmente camisas sueltas, y de diversos colores en las ceremonias de graduación y otros actos solemnes en los que rompía con todo protocolo formal.
Además, trascendió como uno de los mejores médicos cirujanos ortopedistas del país, dándose su tiempo para, en medio de sus actividades universitarias atender a cientos de pacientes de todos los niveles y estratos sociales de todo el país en su consultorio que se encontraba cerca del entonces Cine Sonora, ubicado en la calle Matamoros y la hoy avenida Luis Donaldo Colosio.
Fue en ese plano un humanista, filántropo, distinguiéndole su generosidad como médico apoyando a quien lo necesitaba, incluyendo tratamientos y atención gratuita a miembros de nuestra comunidad universitaria, fuesen maestros, trabajadores o estudiantes.
Documento del Mes
Precisamente, en relación a tan emblemático ex rector universitario, el Archivo Histórico continúa con la serie de exposiciones El Documento del Mes, esta vez, exhibiendo fotografías de la toma de posesión del doctor Sotelo Ortiz.
El recinto presenta imágenes donde aparece acompañado con grupos de estudiantes en los laboratorios de la Escuela de Ciencias Químicas; en un baile de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora y en el programa La entrevista del Búho, en el Canal 8 de la Televisión Universitaria, entre otras.
De acuerdo a un comunicado del Archivo Histórico, a través del aspecto formal de las imágenes se puede apreciar momentos de la vida cotidiana universitaria durante esa época, relevantes hoy en día para nuestra historia universitaria.
La exposición permanecerá del 1º. al 28 de febrero del presente año en la Galería del Archivo, con visitas gratuitas para el público en general y con acreditación Culturest para los estudiantes universitarios. (JAR)