Señalan historiadores falta de interés en mecanismos de preservación de documentos históricos
20 de octubre de 2015
Aunque hablaron de la importancia de la Historia de Sonora a través de sus documentos, tres historiadores coincidieron en señalar deficiencias de los sitios de resguardo documental y falta de interés de las autoridades correspondientes por impulsar una verdadera cultura de formación y uso de un archivo histórico.
José Rómulo Félix Gastelum, José Luis Perea González y Delia María Piña Aguirre coincidieron en una mesa redonda organizada por el Archivo Histórico de la Universidad de Sonora, en el marco de la Semana del Patrimonio Cultural Universitario, y compartieron algunas experiencias de las limitantes que se tienen al momento de realizar su tarea.
El primero en participar fue Félix Gastelum, y al hablar de la construcción de la historia de Sonora a través de sus documentos, dijo que en la ardua tarea de investigar se encuentran con recintos desordenados.
“Desgraciadamente, no hay capacidad, desde el punto de vista administrativo, para tener todo lo que pasó ayer ya registrado, lo que pasó el mes pasado, y por lo regular, todos los archivos de México, salvo contadísimas excepciones, están hasta cierto punto en un desorden organizado”, expreso.
Dijo que en este comentario considera a todos los archivos estatales, institucionales, unos más que otros, que “aunque sacan de apuro, con los adelantos técnicos pudieran sacar mejor de apuro”.
José Luis Perea González consideró en su discurso la importancia de la fotografía como elemento de gran valor histórico, pues, igual que los documentos y libros, son la memoria viva del pasado.
Dijo que es compromiso de quienes se dedican al patrimonio cultural, preparar lo que podría ser una pérdida de memoria. “Es un deber cívico fomentar en la ciudadanía una cultura de respeto hacia los documentos, objetos o lugares que contienen valor histórico, para que el día de mañana puedan ser consultados y apreciados por nuevas generaciones”.
Consideró que en algunos países tienen sistemas de administración de archivos y una legislación al respecto, como ya ocurre en México a partir de la creación del Archivo General de la Nación, y la formación en sucesivo de los estatales, municipales, parroquiales, etcétera.
“Sin embargo, aun carecemos de la renovación de los instrumentos de legislación archivística. Ahí es donde también podríamos decir que, de forma parcial, la Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicas, artísticos, históricos del INAH, protege a los documentos archivísticos y los considera como bienes cultuales.
“Nuestro país y Sonora poseen patrimonio documental y bibliográfico de extraordinaria importancia, tanto por su valor histórico como por ser memoria viva de nuestro pasado. El soporte material de la mayor parte de los documentos es frágil y delicada, y su conservación es inadecuada”, comentó.
Sobre el tema, desarrollado en la Galería del Archivo Histórico, Delia María Piña Aguirre, expuso algunas de sus experiencias en la búsqueda y consulta de documentos en diferentes archivos, y dijo que la mayoría, muchos de ellos, sobre todo los municipales, tienen características que van de lo terrible a lo más o menos.
“Dejan mucho qué desear”, enfatizó al poner como ejemplo el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Ures, Sonora, donde la documentación solamente fue removida de un lugar a otro, tipo almacén, porque en el lugar inicial se estaba mojando.
En este contexto, los historiadores reunidos en la mesa redonda sobre “La historia de Sonora a través de sus documentos”, coincidieron en señalar que existe falta de interés de las autoridades por mejorar las condiciones de almacenamiento y consulta del acervo histórico y cultural donde se vive el pasado. (BE)
José Rómulo Félix Gastelum, José Luis Perea González y Delia María Piña Aguirre coincidieron en una mesa redonda organizada por el Archivo Histórico de la Universidad de Sonora, en el marco de la Semana del Patrimonio Cultural Universitario, y compartieron algunas experiencias de las limitantes que se tienen al momento de realizar su tarea.
El primero en participar fue Félix Gastelum, y al hablar de la construcción de la historia de Sonora a través de sus documentos, dijo que en la ardua tarea de investigar se encuentran con recintos desordenados.
“Desgraciadamente, no hay capacidad, desde el punto de vista administrativo, para tener todo lo que pasó ayer ya registrado, lo que pasó el mes pasado, y por lo regular, todos los archivos de México, salvo contadísimas excepciones, están hasta cierto punto en un desorden organizado”, expreso.
Dijo que en este comentario considera a todos los archivos estatales, institucionales, unos más que otros, que “aunque sacan de apuro, con los adelantos técnicos pudieran sacar mejor de apuro”.
José Luis Perea González consideró en su discurso la importancia de la fotografía como elemento de gran valor histórico, pues, igual que los documentos y libros, son la memoria viva del pasado.
Dijo que es compromiso de quienes se dedican al patrimonio cultural, preparar lo que podría ser una pérdida de memoria. “Es un deber cívico fomentar en la ciudadanía una cultura de respeto hacia los documentos, objetos o lugares que contienen valor histórico, para que el día de mañana puedan ser consultados y apreciados por nuevas generaciones”.
Consideró que en algunos países tienen sistemas de administración de archivos y una legislación al respecto, como ya ocurre en México a partir de la creación del Archivo General de la Nación, y la formación en sucesivo de los estatales, municipales, parroquiales, etcétera.
“Sin embargo, aun carecemos de la renovación de los instrumentos de legislación archivística. Ahí es donde también podríamos decir que, de forma parcial, la Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicas, artísticos, históricos del INAH, protege a los documentos archivísticos y los considera como bienes cultuales.
“Nuestro país y Sonora poseen patrimonio documental y bibliográfico de extraordinaria importancia, tanto por su valor histórico como por ser memoria viva de nuestro pasado. El soporte material de la mayor parte de los documentos es frágil y delicada, y su conservación es inadecuada”, comentó.
Sobre el tema, desarrollado en la Galería del Archivo Histórico, Delia María Piña Aguirre, expuso algunas de sus experiencias en la búsqueda y consulta de documentos en diferentes archivos, y dijo que la mayoría, muchos de ellos, sobre todo los municipales, tienen características que van de lo terrible a lo más o menos.
“Dejan mucho qué desear”, enfatizó al poner como ejemplo el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Ures, Sonora, donde la documentación solamente fue removida de un lugar a otro, tipo almacén, porque en el lugar inicial se estaba mojando.
En este contexto, los historiadores reunidos en la mesa redonda sobre “La historia de Sonora a través de sus documentos”, coincidieron en señalar que existe falta de interés de las autoridades por mejorar las condiciones de almacenamiento y consulta del acervo histórico y cultural donde se vive el pasado. (BE)