Realiza Unison homenaje al Dr. Norberto Sotelo Cruz

28 de septiembre de 2022


Jesús Alberto Rubio

Ante la presencia de su familia y en reconocimiento a su legado como docente y funcionario universitario, además de su distinguida trayectoria profesional de más de 35 años como médico pediatra, en la Universidad de Sonora se rindió homenaje póstumo al doctor Norberto Sotelo Cruz, a través de la develación de una escultura y una placa que indica que desde hoy la Biblioteca del de Ciencias Biológicas y de la Salud lleva su nombre.

Luz María Durán Moreno, vicerrectora de la Unidad Regional Centro, expresó que con tan noble acto se honra la memoria del doctor Sotelo Cruz por su contribución al desarrollo de la medicina en México, Sonora y en especial en esta casa de estudios.

“Su legado nos habla de su enorme contribución en su paso por la Junta Universitaria, la jefatura y docencia del Departamento, siempre plasmando una grata memoria que sigue presente en el campus de nuestra alma mater”, reiteró con suma emoción.

Recordó que Norberto Sotelo fue parte de la fundación del Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud junto a otros profesionales de la medicina cuando se diseñó un proyecto muy acariciado y anhelado por la sociedad sonorense y que, gracias a sus esfuerzos, se logró hacer realidad, creciendo al paso de los años y enalteciendo el proceso de formación ya de múltiples generaciones de médicos.

Asimismo, destacó que, como investigador y académico, tuvo también un sustancial mérito: haber sido el primer médico sonorense en alcanzar el nivel 2 dentro del Sistema Nacional de Investigadores.

“Reconocemos en Norberto Sotelo ser parte de una generación del conocimiento de gran impacto, además de su fino trato, respetuoso, amable con quienes le rodeaban y toda su ética en su actuar”, puntualizó en su mensaje.

Además de agradecer a su sobrino, Darío Sotelo por donar la escultura, señaló que por todo lo antes dicho “nos honramos en la institución de que un miembro de la comunidad universitaria sea de la talla de lo que fue el doctor Sotelo Cruz, acaecido el 12 de julio de 2018 en esta ciudad”.

Eminente pediatra
Jorge Isaac Cardoza Amador, jefe del Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud, también brindó un reconocimiento al doctor Sotelo Cruz calificándolo como un eminente pediatra, abnegado docente, acucioso investigador del campo de la medicina y su especialidad.

Recordó que se distinguió por su presencia y contribución profesional al ser miembro de la Junta Universitaria, además de destacar cómo en el 2008 fue galardonado con el Reconocimiento Nacional al Desempeño Médico y un año después ganador del Premio al Mérito Académico otorgado por la Academia Mexicana de Pediatría, así también haber sido integrante del Sistema Nacional de Investigadores.

Además, rememoró que fue integrante de academias como la Nacional de Medicina y Mexicana de Pediatría; del Colegio de Cirugías; presidente de la Asociación Mexicana de Revistas Biomédicas, A.C. (Amerbac); fundador y editor durante 27 años del Boletín Clínico del Hospital Infantil, una revista que pertenece al catálogo de la Universidad de Sonora, y en la cual continuó como revisor hasta sus últimos días.

También, añadió, fue presidente del Colegio de Pediatras de Hermosillo e integrante de diversas asociaciones civiles cuyo propósito es ayudar a los infantes que sufren diferentes enfermedades.

Originario de Cumpas e hijo de los reconocidos profesores, Guillermo Sotelo y Emma Cruz de Sotelo, mencionó que por más de tres décadas ejerció la profesión de Médico Especialista en Pediatría en el Hospital Infantil del Estado de Sonora y, posteriormente, fue docente y jefe del Departamento de Medicina de la Universidad de Sonora.

“Norberto siempre procuró el bienestar de los niños sonorenses”, afirmó, “hoy rendimos homenaje a nuestro ex jefe de Departamento, quien nos mostró con el ejemplo de lo que se espera de un pediatra de excelencia, reconocido y ponderado por propios y extraños, cuya filantropía hace que siempre esté presente en nuestra mente y nuestro corazón”.

Recordarlo, un ejercicio placentero
Correspondió a José Guillermo López Cervantes, coordinador de Especialidades Médicas y presidente de la Academia de Medicina del Departamento, dar lectura a la semblanza del doctor Sotelo Cruz señalando de inicio que hacerlo significa un ejercicio placentero por lo destacado de su trayectoria y al mismo tiempo triste por el viaje a la eternidad de un entrañable amigo y un baluarte de la medicina científica.

“De él haré mención que toda su vida la desarrolló como un ser humano excepcional que creó, transformó y construyó una obra de calidad profesional conducida con ética y moral en mano, y se reflejó en cada una de sus acciones”, dijo.

Planteó que relatar la vida de un profesional e investigador como fue Norberto, le emocionó al conocer su incansable trabajo, con una productividad científica que recorrió un largo sendero mediante un esfuerzo casi titánico e inteligencia, construyendo una admirable conducta intelectual.

“Dicha productividad científica, es como un motivador para detonar trascendencia más allá de la simple admiración por haber forjado una vida convertida en testimonio de capacidad, toda vez fue un ser humano con ética y moral que se reflejó siempre en sus acciones”, enfatizó López Cervantes.

En su intervención hizo alusión a la familia del homenajeado al considerarla la joya de la corona: “Sin duda, su esposa, Ana Leticia Medina Ballesteros, fue el motor y la intermediaria de darle la chispa que brilla no sólo afuera, sino adentro del seno familiar, además de apoyarlo en su vida cotidiana de médico, maestro e investigador”.

Ambos, añadió, procrearon cuatro hijos ya profesionales, producto valioso de esa unión matrimonial: Demetrio, Ana Bolena, Luis Adrián y Bruno Norberto, quienes indicó le dieron un plus de alegría al ser abuelo de siete nietos, con quienes pasó los últimos meses de su vida en estrecha convivencia.

“El vacío que dejó el doctor Sotelo es enorme, pero somos afortunados porque su legado académico científico es suficiente para imitarlo y recordarlo constantemente”, expresó al final de su mensaje.

Ser humano y científico
Por su parte, Ana Bolena Sotelo Medina, hija del recordado académico y pediatra, tomó la palabra para expresar “nos reúnes nuevamente para celebrar tus logros de vida, tu reconocimiento a la maravillosa práctica y enseñanza de la medicina ejercida con tanto amor, solemnidad, respeto y calidez que no solo se limitó a ser humana, sino científica por complejo que pueda parecer este binomio”.

En su mensaje reconoció de su padre una profunda admiración y respeto ganado por un sinfín de bondades y atenciones en las personas donde dejó huella. “Dejaste huella, acompañaste, sanaste y compartiste, todo ello sigue siendo un sentimiento abrumador y gozo, porque también nos toca cosechar tus frutos”.

Sotelo Medina señaló que el propósito de vida de su padre fue darse a los demás a través de su profesión, la cual dijo se puede constatar por todo su empeño, dedicación, entrega, pero, sobre todo, con mucho amor a su labor. Todos sus logros, añadió, no sólo fueron para su persona y familia, ya que él era para todos pues su nobleza y sus acciones trascienden con el paso del tiempo.

“Sabemos que su paso por la Universidad de Sonora fue de mucho provecho sembrando en los estudiantes de medicina y en todos los que le conocieron la semilla del gran sentido de responsabilidad, perseverancia, disciplina, entusiasmo, y en especial todo su amor al próximo.

Ana Bolena Sotelo subrayó que su padre fue una persona de nobles sentimientos, inteligente, buen hombre y excepcional. “Estamos orgulloso y agradecidos por el privilegio de haberlo tenido y marcado nuestras vidas durante 48 años de vida familiar. “Te amamos y extrañamos todos”, concluyó en su cálido y emotivo mensaje.

Al término de ese acto, los presentes procedieron a realizar un recorrido por las áreas de la Biblioteca del departamento –al que la familia Sotelo Medina donó poco más de cien libros—dirigidos y bajo las explicaciones pertinentes de ese espacio Caridad del Carmen Venegas Vega, subdirectora de Servicios de Apoyo Académico del Sistema Institucional Bibliotecario.

A la ceremonia también asistieron la esposa del doctor Sotelo, Ana Leticia Medina Ballesteros e hijos y familia; Juan Carlos Gálvez Ruiz, director de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud; Guillermo Hernández Chávez, coordinador académico de la carrera de Medicina y funcionarios universitarios, miembros de la Junta Universitaria, académicos, estudiantes, colegas y amigos del recordado docente y pediatra.