Recuerdan legado de Emiliana de Zubeldía a 34 años de su deceso
26 de mayo de 2021
Recuerdan legado de Emiliana de Zubeldía a 34 años de su deceso
Jesús Alberto Rubio
Hoy se cumplen 34 años de la partida física –26 de mayo de 1987-- de nuestra querida maestra Emiliana de Zubeldía, lo cual lleva a la reflexión y un cúmulo de pensamientos que afloran alrededor de su legado, afirmó Imelda Moya Camarena, colaboradora en los proyectos relacionados con la recordada compositora, pianista, directora y docente musical en el Archivo General Universitario desde 2005.
La coautora del libro Emiliana de Zubeldía. Plenitud humana en el arte, dijo que “parece que fue hace tan poco tiempo cuando los últimos días de vida de Emiliana, por lo que trato de plasmar las ideas más hermosas que podría expresar por la vida de una mujer y maestra excepcional”.
Indicó que podría hablar de la obra mencionada, ya que es un pequeño compendio de su vida y obra en la Universidad de Sonora. Es una especie de informe magisterial que, sazonado con los testimonios de sus discípulos, compañeros y amigos de toda la vida, nos permiten asomarnos a lo que fue su vida, narrada por esos testimonios y por los documentos en resguardo en el Archivo General Universitario que constituyen el Fondo Emiliana de Zubeldía e Inda.
“Fue muy emocionante adentrarme en ese universo y conocer más acerca de lo que fue su trayectoria artística e ir descubriendo cómo la vida la fue trayendo hacia el lugar que ella soñaba desde que veía imágenes de México en los libros de la Biblioteca de su padre: ‘Algún día iré allá’, le dijo a su madre un día… y así fue”, señaló Moya Camarena.
La alumna de Emiliana indicó que cuando armaba ese rompecabezas, “cuyas piezas fueron los escritos de quienes formamos el equipo de coautores y de los que nos enviaron sus testimonios, pensaba en que los lectores recibirían esos recuerdos, esos trozos de nuestra vida y de la vida de la Universidad en la que decidió quedarse”.
Indicó que pensaba en que fuera un libro de apoyo para investigadores de otras tierras, especialmente los españoles. “Y no tardaron en llegar las primeras solicitudes, que aún a pesar del confinamiento por la pandemia permitieron surgir los primeros frutos como ‘La Música vasco-navarra en la obra de Emiliana de Zubeldía’, por Judith de Miguel Rubio, alumna de la especialidad de Musicología del Conservatorio Superior de Música de Castilla y León, de Salamanca”, apuntó.
Asimismo, mencionó que hubo también numerosas solicitudes de partituras que, una vez publicadas, estarán a disposición de artistas e investigadores.
Obra muy extensa
La obra de Emiliana, dijo, es algo extensa y sólo una pequeña parte ha sido publicada, y gracias al interés de artistas e investigadores las podemos escuchar pues algunas están disponibles en YouTube.
Sólo basta escribir “música de Emiliana de Zubeldía” en el buscador, añadió, y aparecen cada vez más videos con sus obras interpretadas por artistas españoles, como Aurelio Viribay y Martha Knörr, quienes fueron los primeros en incluir obras de la musicóloga en su CD Compositoras españolas del siglo XX.
En tanto, agregó, en Sonora sus alumnos Imelda Moya y Rito Emilio Salazar, en compañía de Jesús David Camalich, Pablo Daniel Rosas y Pavel Cortés, y también de las lindas voces del Coro Schiller, dirigido por Tania Pérez Fernández, realizaron la grabación del disco compacto El alma nunca se muere. Canciones de Emiliana de Zubeldía.
Con el tiempo, comentó, se han ido sumando otros alumnos, como Fernando Solórzano, Sarahí Salgado, Pedro Vega; también presentes las nuevas generaciones, entre los que destacan Elena Rivera, Jorge Robaina y una larga lista de cantantes y pianistas de gran talento. “Eso, en sí, ya es un homenaje digno de nuestra artista”, puntualizó.
Musas…
Imelda Moya indicó que este año llegó la noticia de que el pianista español Antonio Oyarzábal grabó un disco llamado La muse oublié (La musa olvidada), que es una recopilación de obras de compositoras que con el paso de los años (que en algunos casos se volvieron siglos) se habían perdido en el anonimato.
“Musas como las griegas que no sólo inspiraron a los poetas y compositores, sino que ellas mismas cultivaron el bello arte de la música: Elisabeth Jaquet de la Guerre, Fanny Mendelssohn, Clara Wieck-Schumann, Mel Bonis, Ethel Smyth, Amy Beach, Mana Zucca, Emiliana de Zubeldía, Germaine Tailleferre, Lili Boulanger, Ruth Crawford Seeger, Lucija Garuta, Vitezslava Kaprálová”.
Asimismo, añadió, como las compositoras españolas del siglo XX que nos presentaron Aurelio Viribay y Marta Knörr en 2007, en el que dieron a conocer para las nuevas generaciones las seis melodías populares españolas a ochenta años de su estreno en París.
“Me emociona tanto ver cómo la música de estas mujeres está resurgiendo; mujeres que gracias a su talento y creatividad han trascendido en el tiempo a pesar de todo, y lo mejor es que entre todas ellas brilla, para nosotros, nuestra querida Emiliana de Zubeldía, gozosa de saber que al fin vivirán en la memoria de quienes aprecian de verdad la más bella música. Entonces, todo por lo que pasaron habrá valido la pena”, concluyó.
Jesús Alberto Rubio
Hoy se cumplen 34 años de la partida física –26 de mayo de 1987-- de nuestra querida maestra Emiliana de Zubeldía, lo cual lleva a la reflexión y un cúmulo de pensamientos que afloran alrededor de su legado, afirmó Imelda Moya Camarena, colaboradora en los proyectos relacionados con la recordada compositora, pianista, directora y docente musical en el Archivo General Universitario desde 2005.
La coautora del libro Emiliana de Zubeldía. Plenitud humana en el arte, dijo que “parece que fue hace tan poco tiempo cuando los últimos días de vida de Emiliana, por lo que trato de plasmar las ideas más hermosas que podría expresar por la vida de una mujer y maestra excepcional”.
Indicó que podría hablar de la obra mencionada, ya que es un pequeño compendio de su vida y obra en la Universidad de Sonora. Es una especie de informe magisterial que, sazonado con los testimonios de sus discípulos, compañeros y amigos de toda la vida, nos permiten asomarnos a lo que fue su vida, narrada por esos testimonios y por los documentos en resguardo en el Archivo General Universitario que constituyen el Fondo Emiliana de Zubeldía e Inda.
“Fue muy emocionante adentrarme en ese universo y conocer más acerca de lo que fue su trayectoria artística e ir descubriendo cómo la vida la fue trayendo hacia el lugar que ella soñaba desde que veía imágenes de México en los libros de la Biblioteca de su padre: ‘Algún día iré allá’, le dijo a su madre un día… y así fue”, señaló Moya Camarena.
La alumna de Emiliana indicó que cuando armaba ese rompecabezas, “cuyas piezas fueron los escritos de quienes formamos el equipo de coautores y de los que nos enviaron sus testimonios, pensaba en que los lectores recibirían esos recuerdos, esos trozos de nuestra vida y de la vida de la Universidad en la que decidió quedarse”.
Indicó que pensaba en que fuera un libro de apoyo para investigadores de otras tierras, especialmente los españoles. “Y no tardaron en llegar las primeras solicitudes, que aún a pesar del confinamiento por la pandemia permitieron surgir los primeros frutos como ‘La Música vasco-navarra en la obra de Emiliana de Zubeldía’, por Judith de Miguel Rubio, alumna de la especialidad de Musicología del Conservatorio Superior de Música de Castilla y León, de Salamanca”, apuntó.
Asimismo, mencionó que hubo también numerosas solicitudes de partituras que, una vez publicadas, estarán a disposición de artistas e investigadores.
Obra muy extensa
La obra de Emiliana, dijo, es algo extensa y sólo una pequeña parte ha sido publicada, y gracias al interés de artistas e investigadores las podemos escuchar pues algunas están disponibles en YouTube.
Sólo basta escribir “música de Emiliana de Zubeldía” en el buscador, añadió, y aparecen cada vez más videos con sus obras interpretadas por artistas españoles, como Aurelio Viribay y Martha Knörr, quienes fueron los primeros en incluir obras de la musicóloga en su CD Compositoras españolas del siglo XX.
En tanto, agregó, en Sonora sus alumnos Imelda Moya y Rito Emilio Salazar, en compañía de Jesús David Camalich, Pablo Daniel Rosas y Pavel Cortés, y también de las lindas voces del Coro Schiller, dirigido por Tania Pérez Fernández, realizaron la grabación del disco compacto El alma nunca se muere. Canciones de Emiliana de Zubeldía.
Con el tiempo, comentó, se han ido sumando otros alumnos, como Fernando Solórzano, Sarahí Salgado, Pedro Vega; también presentes las nuevas generaciones, entre los que destacan Elena Rivera, Jorge Robaina y una larga lista de cantantes y pianistas de gran talento. “Eso, en sí, ya es un homenaje digno de nuestra artista”, puntualizó.
Musas…
Imelda Moya indicó que este año llegó la noticia de que el pianista español Antonio Oyarzábal grabó un disco llamado La muse oublié (La musa olvidada), que es una recopilación de obras de compositoras que con el paso de los años (que en algunos casos se volvieron siglos) se habían perdido en el anonimato.
“Musas como las griegas que no sólo inspiraron a los poetas y compositores, sino que ellas mismas cultivaron el bello arte de la música: Elisabeth Jaquet de la Guerre, Fanny Mendelssohn, Clara Wieck-Schumann, Mel Bonis, Ethel Smyth, Amy Beach, Mana Zucca, Emiliana de Zubeldía, Germaine Tailleferre, Lili Boulanger, Ruth Crawford Seeger, Lucija Garuta, Vitezslava Kaprálová”.
Asimismo, añadió, como las compositoras españolas del siglo XX que nos presentaron Aurelio Viribay y Marta Knörr en 2007, en el que dieron a conocer para las nuevas generaciones las seis melodías populares españolas a ochenta años de su estreno en París.
“Me emociona tanto ver cómo la música de estas mujeres está resurgiendo; mujeres que gracias a su talento y creatividad han trascendido en el tiempo a pesar de todo, y lo mejor es que entre todas ellas brilla, para nosotros, nuestra querida Emiliana de Zubeldía, gozosa de saber que al fin vivirán en la memoria de quienes aprecian de verdad la más bella música. Entonces, todo por lo que pasaron habrá valido la pena”, concluyó.