Reflexionan sobre micromachismos, violencia simbólica y relaciones en las universidades

21 de noviembre de 2020


Luis Mendoza

Sesgos y códigos de género en las instituciones de educación superior: Micromachismos, violencia simbólica y relaciones, y Protocolo para atender y prevenir casos de violencia de género en la Unison, fueron los trabajos que se presentaron en la mesa de diálogo organizada en la Primera Jornada Sobre Asuntos de Género, Educación Superior, Equidad y Violencia de Género.

El evento fue organizado por el Comité de Género e Inclusión del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y la Asociación Nacional de Estudiantes de Economía, A.C. (ANEE), y contempla una serie de actividades que culminarán el próximo 25 de noviembre, Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Carolina Ochoa Flores, estudiante de la Maestría en Literatura Hispanoamericana, quien participó en la mesa de diálogo con el tema Sesgos y códigos de género en las instituciones de educación superior: Micromachismos, violencia simbólica y relaciones de poder, reconoció la trascendencia en organizar este tipo de espacios donde se incita a la reflexión, al cuestionamiento y al análisis de estos fenómenos sociales.

“Es muy curioso que en cuanto más han avanzado las olas del feminismo y emancipación de las mujeres, se acelera la respuesta del sistema opositor; entre más mujeres feministas hay, la respuesta de la violencia de la que somos víctima aumenta”, señaló Ochoa Flores, quien actualmente realiza su tesis relacionada a estudios de género.

Destacó que desde hace muchos años, en las universidades se habla del interés en reducir y erradicar los sesgos de género; sin embargo, en muy pocas situaciones se preocupan por explicar qué son los sesgos de género a los estudiantes. El término sesgo debemos entenderlo como la predisposición, parcialidad, prejuicio o predilección sobre un grupo específico con base en su género.

Cuando hablamos de sesgo de género se suele considerar que se está invisibilizando a las mujeres porque los hombres son el grupo que siempre va a estar elegido en primer lugar; el sesgo va mucho más allá que el género, hemos sido discriminadas por otras opresiones como sexo, raza o clase social; es un punto de los que ha quedado pendientes en los estudios de género en la Unison, argumentó.

“El no visibilizar este tipo de violencias provocan un rechazo y un acondicionamiento que va formando estudiantes que siguen perpetuando estos discursos hegemónicos que van a sustentar al sistema opresor”, agregó.

Mencionó que confundimos sexo con género, y es algo común porque es parte de una herencia cultural; antes se consideraba que el sexo, el género y la sexualidad estaban en perfecta alineación en algo que ahora se conceptualiza como binarismo de género; después de que llega el tema del feminismo se establece que hay una separación enorme de estos conceptos, y el género se dice que en realidad era una concepción social que funcionaba a través de la genitalidad dicotómica, solamente había hombres y mujeres.

Aclaró que el género no va a estar asociado con el sexo, sino con la construcción social que va a sobreponerse de manera dual en toda la sociedad; sólo va existir una forma de ser mujer y ser hombre: para ser mujer tienes que cumplir con ciertas características, como ser frágil, débil, sumisa, delicada, y para ser hombre tienes que ser toda lo contrario: brusco, dedicarte a los trabajos pesados y ser el sostén económico.

Desde que somos pequeños se nos educa de manera diferente a hombres y mujeres, y sobre eso surge un parámetro que supone que las mujeres no se controlan en sus sentimientos y los hombres no se controlan en sus actos. Desde que nacemos hemos estado bajo un proceso llamado socialización, que impone qué es lo que debe ser y cómo debe ser; así llega un cambio brusco para los estudios universitarios al existir muchas mujeres estudiando carreras consideradas para hombres, reveló Ochoa Flores.

En relación con los micromachismos, explicó que significan aquellas conductas o situaciones donde se minimiza a la mujer, son difíciles de detectar porque son asimilados como parte de nuestra realidad, “en la universidad todas tenemos una historia en donde nos hemos sentido menos valoradas, con comentarios racistas y misóginos”.

Relató que las relaciones de poder, la violencia y los micromachismos son los pilares fundamentales de una superestructura global llamada patriarcado, y esta será la que se encargue de mantener la dominación a través de la jerarquización; lo masculino siempre va a estar sobre lo femenino y el orden patriarcal siempre se va a manifestar a través de la violencia, ya sea simbólica, verbal, física, sistemática; mediante algo que se le considera ‘violencia legitimada’.

Para finalizar, expresó que es verdaderamente necesario que hombres y mujeres reflexionemos sobre esta situación ante la necesidad de estar continuamente reconfigurando estas construcciones sociales.

Destaca protocolo de la Unison, por la claridad de sus conceptos

Claudia Esthela Espinoza y Ana Gabriela Rodríguez, integrantes de la Comisión de Género, Diversidad e Inclusión Social de la División de Ciencias Sociales, abordaron en esta misma mesa de diálogo el tema del Protocolo para la prevención y atención de casos de violencia de género de la Universidad de Sonora

Describieron que dicho protocolo es un documento obligatorio de interés para toda la comunidad universitaria, dado que las universidades son parte de esos espacios donde se produce y se reproduce la violencia de género; como institución de educación superior, la Unison está obligada a adoptar medidas para luchar contra la violencia de género.

El protocolo es un mecanismo administrativo para la prevención, investigación, atención, seguimiento y sanción de la violencia de género y sexual en la Unison; el alcance de dicho protocolo es de orden interno y no sustituye a las leyes ni las facultades de las instituciones de procuración y administración de justicia contempladas en la legislación internacional, nacional, estatal y municipal. Dicho protocolo

busca armonizar las protecciones establecidas en estas normatividades en favor de las personas en situación de víctima, señalaron.

Claudia Esthela Espinoza destacó que el protocolo ha sido objeto de observaciones de especialistas, quienes reconocen que este mecanismo destaca sobre otros por la claridad de sus conceptos: “nuestro protocolo trata de tener una conceptualización amplia del espectro complejo del fenómeno de la violencia de género, ha recibido comentarios y observaciones positivas”.

Durante la mesa de detalló que el protocolo es de aplicación obligatoria en todas las dependencias académicas y administrativas de las tres unidades regionales de la Unison; las medidas están dirigidas a la comunidad universitaria, integrada por: estudiantes, personal directivo, administrativo y de servicios, personal académico, estudiantes y docentes en programas de movilidad académica, personal en formación y personal contratado en proyectos vinculados con la Unison.

La instancia facultada para recibir la queja es la Comisión de Derechos Universitarios (CDU), la cual contará con el apoyo y asesoría de la oficina del Abogado General y el Consejo Consultivo de la CDU para la interpretación y aplicación del citado protocolo, mismo que está alineado con las principales reformas y marco normativo nacional e internacional.

Ana Gabriela Rodríguez señaló que el protocolo busca armonizar los derechos; entre ellos, a vivir una vida libre de violencia; en este sentido se están dando unas modificaciones legales que consideran de suma importancia incluirlas al protocolo, tales como la Ley Olimpia.

“Es muy importante que entendamos que la Ley Olimpia no es una ley en sí, sino una serie de reformas legislativas orientadas a reconocer la existencia de violencia digital, y que son delitos que violan la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales conocida como ciberviolencia”, es importante reflexionar sobre ella e incluirla en el protocolo para estar cubriendo espacios y áreas más amplias, en donde se está ejerciendo violencia en contra de las mujeres y en contra de otras diversidades”, finalizó.