Especialista comparte reflexiones para la armonización de la Ley General de Archivos

20 de septiembre de 2019


Luis Mendoza

Cinco apuntes para la arquitectura de una adecuada normativa en los estados fue el título de la conferencia magistral con la que inicio el II Congreso de archivos: gestión documental y rendición de cuentas, a cargo de Víctor Samuel Peña Mancillas, director del Centro de Estudios en Gobierno y Asuntos Públicos de El Colegio de Sonora.

Peña Mancillas, quien es editorialista experto en transparencia, combate a la corrupción e implementación de políticas públicas, destacó al inicio de su intervención que se está en un periodo muy interesante ante la tarea de los estados de armonizar sus ordenamientos relacionados con la Ley General de Archivos, de ahí su interés en compartir algunos apuntes y reflexiones sobre este tema.

Cabe destacar que el pasado 15 de junio del año en curso entró en vigor la Ley General de Archivos, cuya finalidad es establecer los principios y bases para la organización y conservación, administración y preservación homogénea de los archivos a nivel nacional en posesión de cualquier ente que maneje recursos públicos. Por tanto, a partir de la citada fecha las entidades federativas cuentan con un año de plazo para armonizar sus ordenamientos relacionados con la Ley General de Archivos.

El conferencista subrayó el papel e importancia de los archivos en el tema de la transparencia y rendición de cuentas: “estas organizaciones públicas a las que pertenecemos son muy importantes al ser el instrumento que tiene el Estado para hacer llegar sus servicios, las decisiones que se toman dentro de las oficinas gubernamentales importan porque inciden en nuestras vidas; de ahí la importancia de documentar, resguardar y no solamente acumular, sino tener todo sistematizado para que podamos saber y analizar lo que sucedió”

Precisó que para la armonización de la citada ley, las discusiones se tienen que dar desde otros puntos de vista, donde hay que considerar lo que está sucediendo en la práctica y nutrirse con la opinión de quienes están involucrados en las tareas de los archivos, pues no basta con publicarla en el Boletín Oficial: la discusión debe de ser más amplia y enriquecedora en términos de las distintas voces que deben escucharse.

Peña Mancillas, quien también es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, recordó que la armonización de las leyes de transparencia y de combate a la corrupción dejaron aprendizajes y experiencias interesantes respecto a lo que ha estado sucediendo en las dinámicas estatales cuando se armoniza una norma, por lo que invitó a reflexionar sobre cinco apuntes para la arquitectura de una adecuada normativa en los estados, ante la apremiante tarea de armonizar la Ley General de Archivos.

En el primer apunte, Más allá de Kelsen y la sintaxis, compartió una breve descripción de la teoría pura del derecho; recomendó que en la construcción normativa se deben visualizar tres momentos: prelegislativo, legislativo y postlegislativo; en el primero hay que partir del planteamiento correcto del problema, definiendo qué es lo que se pretende mejorar e identificar a los actores involucrados y sus intereses.

Sobre el legislativo dijo que se debe analizar la coherencia y consistencia institucional y prever conflictos en la redacción, mientras que en el postlegislativo se debe estudiar el impacto de la institución sobre los aspectos considerados y la posibilidad de efectos no previstos, igualmente monitorear la norma para documentar su eficacia y eficiencia.

En el segundo apunte, Lo financiero importa, recalcó que es importante saber cuánto va a costar la armonización, a quién se le asignará el dinero y cómo se ejercerá; lo que conllevaría a tareas de planeación en la que se considere la capacitación al recurso humano. En el tercer apunte, No por ser ley se cumple, invita a la socialización legislativa.

En el cuarto apunte, Juntos, pero no revueltos, Peña Mancillas presenta las características, ventajas y desventajas de trabajar en la armonización a través de un sistema o una mesa de coordinación, así como las diferentes capacidades de quienes intervienen. Y, por último, en Del discurso a la acción establece que siempre hay costos que no son considerados y habrá que tenerlos en mente para apoyar la discusión, y añadió que en ocasiones las prioridades y la agenda de los congresos son ajenas a cumplir con la armonización.

Al finalizar su participación, el conferencista incitó a que la armonización legislativa no sea una discusión únicamente entre expertos en leyes, sino que se trabaje para tener una red lo suficientemente fuerte que permita decir que hay otras cosas y pareceres que requieren ser escuchados, pues en la práctica podemos tener la clave de lo que puede o no puede funcionar para así cumplir no sólo con la armonización de la norma, sino con el propósito de tener una norma renovada.