Experto imparte taller sobre conservación de la fotografía histórica contemporánea
27 de octubre de 2016
Dirigido a 30 profesionales interesados en el fomento e impulso de la cultura fotográfica, Juan Carlos Valdez Marín, director del Sistema Nacional de Fototecas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), impartió ayer en el Archivo Histórico de la Universidad de Sonora el curso taller Conservación de la fotografía histórica y contemporánea.
La actividad se desarrolló en el marco la Semana del Patrimonio Cultural Universitario, cuyo tema es Patrimonio fotográfico: la fotografía en Sonora, donde el instructor hizo un recorrido por el desarrollo tecnológico de la fotografía para que los participantes entendieran la diversidad de procesos habidos en esa disciplina, así como los problemas a los que se enfrenta una colección fotográfica.
En su intervención explicó los tratamientos que se pueden aplicar, con medidas correctivas, a los daños que se provocan en las imágenes, tanto por la acción humana como por las variables ambientales, además de crear conciencia de que una fotografía no es un simple elemento que registra un “clik” en el tiempo, sino un valioso acervo que permite reconstruir la memoria visual, a la par de comprender y reconocer sus calidades estéticas.
De esa forma, planteó, el propósito es poder entender que la fotografía es un documento de primer nivel para la investigación, y no sólo una ilustración o “estampitas”, sino material histórico, y la idea es que se tenga un correcto uso de ella.
“Insistimos en que la conservación fotográfica forma parte de la memoria colectiva; imágenes históricas que en lugar de que ‘gocen del sueño de los justos’ se conserven para que se difundan y puedan penetrar de una mejor forma a la sociedad”, expresó en la Sala de Exposiciones del recinto universitario.
Juan Carlos Valdez afirmó que la fotografía es un referente inmediato para conocer y reconocer el desarrollo, espacio y cultura de la sociedad, de ahí que en el taller fomentó la idea de que los materiales que las instituciones poseen y resguardan se conserven bien.
Evitar el centralismo
Dio a conocer que actualmente en México tienen afiliadas 38 fototecas, que no son un simple reservorio o almacén de imágenes, sino un espacio vivo, dinámico y en constante evolución para difundir la riqueza visual ahí resguardada, y advirtió que para evitar un centralismo, en esta área se dan a la tarea de crear células de esa naturaleza por diversos estados del país.
El propósito, reiteró, es que se vaya generando un mayor conocimiento de la historia regional, y de esa manera los habitantes de los diferentes estados pueden encontrar en las fototecas un recorrido en imágenes de lo que ha sido su acontecer.
Tecnología en apoyo a las imágenes
Valdez Marín señaló que con base en el desarrollo de nuevas tecnologías, las fototecas cuentan con gran soporte para ofrecer múltiples funciones, ya que son un coadyuvante en la difusión de las colecciones.
“Hay gente que se sintió escéptica con su uso, o la han visto como si fuese un elemento que daña a la concepción de los archivos, cuando es lo contrario, porque viene a fortalecer sus tareas, y gracias a las bases de datos las imágenes se pueden conseguir en cualquier espacio del mundo”, añadió.
Finalmente, habló sobre la valoración e importancia que le dan los gobiernos e instituciones a la creación de fototecas, proceso donde se crea sinergia, ya que ahora el reto es sumar esfuerzos y no trabajar de manera aislada, dijo.
“Trabajar de manera colaborativa permite un mayor y mejor uso de los recursos humanos y financieros, porque cada institución tendrá algo que aportar. Además, a nadie se debe excluir, sino más bien sumar a gente que participe en este tipo de proyectos, como es el caso de la Fototeca de Sonora”, concluyó. (JAR)
La actividad se desarrolló en el marco la Semana del Patrimonio Cultural Universitario, cuyo tema es Patrimonio fotográfico: la fotografía en Sonora, donde el instructor hizo un recorrido por el desarrollo tecnológico de la fotografía para que los participantes entendieran la diversidad de procesos habidos en esa disciplina, así como los problemas a los que se enfrenta una colección fotográfica.
En su intervención explicó los tratamientos que se pueden aplicar, con medidas correctivas, a los daños que se provocan en las imágenes, tanto por la acción humana como por las variables ambientales, además de crear conciencia de que una fotografía no es un simple elemento que registra un “clik” en el tiempo, sino un valioso acervo que permite reconstruir la memoria visual, a la par de comprender y reconocer sus calidades estéticas.
De esa forma, planteó, el propósito es poder entender que la fotografía es un documento de primer nivel para la investigación, y no sólo una ilustración o “estampitas”, sino material histórico, y la idea es que se tenga un correcto uso de ella.
“Insistimos en que la conservación fotográfica forma parte de la memoria colectiva; imágenes históricas que en lugar de que ‘gocen del sueño de los justos’ se conserven para que se difundan y puedan penetrar de una mejor forma a la sociedad”, expresó en la Sala de Exposiciones del recinto universitario.
Juan Carlos Valdez afirmó que la fotografía es un referente inmediato para conocer y reconocer el desarrollo, espacio y cultura de la sociedad, de ahí que en el taller fomentó la idea de que los materiales que las instituciones poseen y resguardan se conserven bien.
Evitar el centralismo
Dio a conocer que actualmente en México tienen afiliadas 38 fototecas, que no son un simple reservorio o almacén de imágenes, sino un espacio vivo, dinámico y en constante evolución para difundir la riqueza visual ahí resguardada, y advirtió que para evitar un centralismo, en esta área se dan a la tarea de crear células de esa naturaleza por diversos estados del país.
El propósito, reiteró, es que se vaya generando un mayor conocimiento de la historia regional, y de esa manera los habitantes de los diferentes estados pueden encontrar en las fototecas un recorrido en imágenes de lo que ha sido su acontecer.
Tecnología en apoyo a las imágenes
Valdez Marín señaló que con base en el desarrollo de nuevas tecnologías, las fototecas cuentan con gran soporte para ofrecer múltiples funciones, ya que son un coadyuvante en la difusión de las colecciones.
“Hay gente que se sintió escéptica con su uso, o la han visto como si fuese un elemento que daña a la concepción de los archivos, cuando es lo contrario, porque viene a fortalecer sus tareas, y gracias a las bases de datos las imágenes se pueden conseguir en cualquier espacio del mundo”, añadió.
Finalmente, habló sobre la valoración e importancia que le dan los gobiernos e instituciones a la creación de fototecas, proceso donde se crea sinergia, ya que ahora el reto es sumar esfuerzos y no trabajar de manera aislada, dijo.
“Trabajar de manera colaborativa permite un mayor y mejor uso de los recursos humanos y financieros, porque cada institución tendrá algo que aportar. Además, a nadie se debe excluir, sino más bien sumar a gente que participe en este tipo de proyectos, como es el caso de la Fototeca de Sonora”, concluyó. (JAR)