El autismo, un trastorno de origen neurobiológico: Aguirre Velázquez

29 de marzo de 2023


Jesús Alberto Rubio

El espectro del autismo no es una enfermedad, sino más bien un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, afirmó el doctor Carlos Aguirre Velázquez, Maestro de Cátedra de Neurología Infantil en el Instituto Tecnológico de Monterrey al intervenir ayer, 28 de marzo, en el Foro sobre Síndrome de Down y Autismo “De la mano por la inclusión” con sede en esta casa de estudios.

El especialista certificado por el Consejo Mexicano de Neurología consideró en su conferencia magistral“Enfoque médico del autismo”, que éste es realmente un trastorno que afecta al desarrollo cerebral –neurodesarrollo– y que produce dificultades en la comunicación, interacciones sociales y conductas o intereses restrictivos o repetitivos.

El autismo no es un error en el procesamiento cerebral, sino que es un sistema operativo diferente, dijo en el Salón de Convenciones del Centro de las Artes de esta institución.

Planteó que lo primero que se debe decir es que el espectro del autismo no es una patología y tampoco, en el caso de la niñez, algún daño cerebral o lesión, sino un trastorno de cómo se va integrando el desarrollo neurológico.

Aguirre Velázquez precisó que, en relación a los síntomas y características en niños y niñas, es que su cerebro está procesando de otra manera la información.

“Es un problema que muchas veces los padres detectan o les llaman la atención tempranamente, casi siempre alrededor del año y medio. Sin embargo, el diagnóstico y confirmación se viene haciendo hasta los cuatro-cinco años en promedio, lo cual consideramos es un poco tarde ya que entre más temprano empecemos a trabajar con ellos, será mejor”, sostuvo.

Afirmó que el tratamiento ideal para estos niños debe ser integral y el cual tiene que ser a través de especialistas de varios campos, como las de salud y la educación, así también los de movimiento social, inclusión y la convivencia con los pacientes en el día a día.

Prevalencia en aumento

El expositor invitado destacó que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo cuya prevalencia ha estado aumentando más del 200 por ciento en Estados Unidos y que en México, aunque advirtió existe poca estadística, hay una prevalencia de 1 en 115 niños que tienen el trastorno.

Citó que en Estados Unidos hay una alarma por el aumento-prevalencia del autismo, la que dijo le llaman “Epidemia silenciosa”, donde están ahora reportando 1 en 44 lo que da una prevalencia de 2.3 por ciento. “Si esto lo llevamos a términos del aula escolar, pues cada vez va a ser más frecuente que van a tener un caso o dos por trastorno del espectro del autismo”, dijo.

Informó que en México no tenemos estadística reciente ya que la más actual está publicada en el año 2016, haciéndose en niños de edad escolar y en la que se encontró una incidencia de uno en cada 115, lo cual da una proporción de 0.85 por ciento.

“Pero realmente por lo que estamos viendo todos los días en los consultorios médicos, pensamos que la prevalencia realmente es muy parecida a lo que sucede en el vecino país del norte, viéndose cada vez más a casos”, añadió.

Los factores

Carlos Aguirre habló también sobre el origen del trastorno del neurodesarrollo: “Hasta donde van las investigaciones, se habla de factores genéticos, detectándose más de cien genes que pueden estar alterados de alguna manera y que junto con un factor ambiental, que todavía no se especifica uno sólo ya que pueden ser varios, como embarazo, exposición a contaminantes, sustancias, etc., hacen que se presenten alteraciones en la química del cerebro”, indicó.

Señaló que es una interacción entre la genética y algo ambiental, todavía en proceso de investigación para determinar exactamente que es y así poder prevenirlo más efectivamente.

En igual forma, mencionó que existen varios tipos de trastorno del espectro del autismo: “Ahora tendemos más bien a hablar de los autismos con niños que desde muy pequeños ya vemos alteraciones en su desarrollo temprano, por ejemplo, la ausencia de mirada a la mamá cuando lo alimenta, la sonrisa social, de no desarrollar el balbuceo, y esto es la de mayor proporción con un 75 de casos se llaman primarios”.

Asimismo, hizo referencia al caso del autismo regresivo, con niños que llevan un desarrollo normal aproximadamente hasta los 20-24 meses y que luego entonces “se va para atrás” perdiendo habilidades de lenguaje, comunicación social que ya tenía y va desarrollando todo el cuadro químico del autismo.

Y, finalmente, dijo, está el autismo sindromático que es un autismo que se presenta en un niño que ya tiene algún síndrome genético de otro tipo. “Quisiéramos detectar a estos niños del año y medio para abajo, teniendo ya alguna detección y empezar a trabajar en movilidades con ellos.

Tratamiento médico y tipos de diagnóstico

El especialista con publicaciones en temas de autismo, epilepsia, y trastornos neurológicos infantiles, afirmó cómo las investigaciones más recientes publicadas científicas hablan de la mejor forma de ayudar a los niños en base a lo que es la neurología pediátrica.

Como médicos, comentó, les corresponde detectar las alteraciones físicas y, que en general el autismo presenta un reto diagnóstico porque la gama de síntomas es muy amplia.

Aguirre Velázquez dio a conocer que se tienen dos pilares de diagnóstico: trastorno del desarrollo de comunicación verbal o no; el de las habilidades sociales y el de intereses restringidos-patrones repetitivos de conducta, pero varían de un niño a otro. “Hay algunos que tienen muy marcados los estereotipos y otros no”.
Consideró que se tiene una gama muy grande de cada síntoma y que por lo tanto el mejor enfoque de atención debe ser multidisciplinario donde intervenga el pediátrico, neurólogo, el psicólogo, neuropsicólogos y hasta en ocasiones la psiquiatría.

El tratamiento, puntualizó, es atenuar los síntomas de tal manera que el niño tenga una mejor calidad de vida junto con la familia; que se adapte a los ambientes familiar, social y el aula y otros ámbitos.

“Nosotros vamos a tratar de modifica los aspectos de transmisión sinóptica, que básicamente es la química del cerebro; los medicamentos o los fármacos, que modifican esos parámetros químicos”, advirtió en su intervención en la que también abordó otros aspectos, como los tratamientos emergentes que empiezan a manejarse en pacientes niños con autismo con muy buenos resultados.

También informó que recientemente se publicó un trabajo de investigación en una revista muy reconocida donde se hizo una revisión de los tratamientos como terapias, suplementos y las dietas.

Citó tratamientos que representa una esperanza de tener recursos para ayudar a los niños, aunque no todos están aún el mercado, pero donde hay disponibilidad y que el personal médico utiliza de manera frecuente, la medicina cannábica con base científica que da también muy buenos resultados.

“En el enfoque del tratamiento sintomático nos basamos en las cuatro áreas: lenguaje, comunicación, socialización, intereses restringidos y estereotipas-o movimientos anormales (tics)”, concluyó el académico con experiencia de 30 años en neurología institucional y privado.