Agradece el académico Joaquín Félix Anduaga en nombre de docentes condecorados

16 de mayo de 2023


Jesús Alberto Rubio

“Un sentimiento de gratitud infinita a la Universidad de Sonora porque forma parte de la realización plena de cada uno de nosotros, expresó con suma emoción el académico Joaquín Andrés Félix Anduaga, coordinador de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, en nombre de quienes recibieron significativo homenaje en la emotiva ceremonia del Día del Maestro celebrado hoy en el Salón de Convenciones de esta casa de estudios.

En su mensaje, manifestó que, en vientos de cambio y retos por cumplir, “seguiremos haciendo más grande tu legado y compromiso, querida alma mater, por el desarrollo social, cultural y económico de la comunidad sonorense”.

Félix Anduaga, quien también recibió reconocimiento por 25 años como académico adscrito al Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación, reiteró “brille siempre tu luz, luz de verdad, querida alma mater; ¡muchas felicidades, profesoras y profesores!”.

En su intervención brindó su agradecimiento por lo que calificó el gran honor que representa hablar en nombre de sus compañeras y compañeros distinguidos en tan significativo evento, donde dijo que la emoción adquiere un matiz especial al recordar los senderos que les han iluminado con compromiso y convicción.

En su emotivo mensaje expresó que hay hombres y mujeres que luchan un día y son buenos, así como aquellos que lo hacen todo un año y son mejores. Así, en ese horizonte, acotó, “hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos, pero hay hombres y mujeres que perseveran en ese reto toda la vida: esos son los imprescindibles”, reiteró.

Luz de conocimiento

Joaquín Andrés Félix Anduaga señaló que la búsqueda de la luz del conocimiento para alcanzar la verdad y ser libres, es una de las grandes aspiraciones de toda persona. “En un mundo cambiante y complejo, es la figura del docente que emerge como ese faro rector en un mar de posverdad y falsos profetas”.

El coordinador del programa de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación puntualizó en cuánto orgullo brota de lo más profundo de nuestro ser al enunciar: soy maestro, mi trabajo es educar, hacer crecer en el otro, aquello que duerme en su interior, planteando sobre qué magia tan especial se vive desde aquel momento se les llaman maestro.

“Exactamente, cuando en un entorno cualquiera se nos reconoce con afecto y gratitud, trátese de un estudiante sorprendido porque su profesor también vaya al mandado, haga vida cotidiana, o bien de un egresado que nos presenta su familia y nos pone al día de sus logros”, añadió, diciendo que, en esa charla afectiva, con el saludo, abrazo o consejo de primera mano, los hace sentir plenos y orgullosos.

Manifestó creer fervientemente ser parte de una estirpe y un legado de herencia intelectual y de valores, que hace más de 80 años idealizaron hombres y mujeres visionarios de esta tierra, para desde estos espacios construir una sociedad libre, incluyente e igualitaria.

Y, desde entonces, indicó, cada uno desde su disciplina y quehacer han forjado futuro y esperanza para los hijos de Sonora, señalando que “con las manos e intelecto damos forma a seres humanos con aspiraciones y expectativas de trascender, de convertirse en agentes de cambio que enfrenten desafíos, y que sean la piedra angular de un entorno más justo y equitativo”.

Pensantes y críticos

A nuestras alumnas y alumnos, agregó, los instruimos en lo que sabemos y los hace altamente competentes, pensantes y críticos, donde la ciencia es la vía para llegar a la verdad. Sin embargo, advirtió, “también somos mentores: guiamos en espíritu y principios a las y los jóvenes a que crean en sí mismos y en sus alcances, a que se dirijan con ética, integridad, equidad y solidaridad en su ejercicio profesional”.

Enseñamos a pensar, crear, sentir, vivir y transformar, reiteró en su intervención en el Salón de Convenciones del Centro de las Artes, planteando que “en pocas palabras, a lograr una diferencia positiva en el mundo… o al menos lo intentamos con fervor”. Las historias de cada uno de ustedes, indicó, son ejemplos de vida, vocación de servicio, pasión por el ejercicio docente, innovación e idealismo que no sucumbe ante utopías.

Grato e ilustre sendero

Félix Anduaga señaló que “en ese ilustre diario del sendero que cada uno ha recorrido, quisiera hacer manifiesta una suma de momentos que tocan el alma y nos hacen confirmar que la docencia es nuestra vocación y apostolado, por ejemplo, el rostro del joven que expresa que su mundo ha sido impactado por un nuevo conocimiento; también, cómo olvidar el agradecimiento profundo de la familia que apoyamos en una comunidad, o recordar la indagación convertida en nuevo conocimiento, aplicación o proyecto que sabemos que cambió percepciones o realidades para el bien común”.

Hemos hecho nuestras las tareas sustantivas de la alma mater: docencia, investigación, extensión y vinculación. Las hemos convertido en ideario y compromiso patente en cada jornada.

Y, como indica de forma contundente el escudo de la institución: “Todo lo iluminan”, recordó que esa frase es, sin duda, una alusión precisa al ejercicio docente nuestro ejercicio. Somos esa antorcha refulgente, el libro que atesora conocimientos, además de una lámpara votiva, que en la antigua Grecia era utilizada por los estudiantes para iluminar sus estudios durante la noche y que simboliza la búsqueda de la verdad y la sabiduría, subrayó.

El filósofo griego Sócrates dijo: "La educación es el encendido de una llama, no el llenado de un recipiente". Somos, pues, añadió, el fuego del conocimiento que nunca se debe apagar. Al respecto añadió como en toda llama eterna, hay una luz interior que nos empuja, un deseo de realización genuino y puro que nos inspira: nuestras familias.

“Gracias por comprender las tareas y desvelos que han sido parte de nuestra vida profesional; incluso, acompañarnos en ellos, además de entender esa entrega y compromiso de ser eternos estudiantes, porque nunca dejamos de aprender y actualizarnos como académicos; gracias, familia, por permitirnos tener un segundo hogar en la universidad, o incluso por convertir nuestras casas en una extensión de la Universidad de Sonora. Y también porque los lazos se amplían con cada hijo e hija académica que vamos sembrando generación tras generación”.

Freire y la educación

El académico universitario hizo mención del educador Paulo Freire sobre cómo acuñó la siguiente reflexión: "La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que cambiarán el mundo". Tengamos certeza, dijo, de que con nuestro trabajo hemos llevado a cabo un acto transformador, sobre todo de amor y entrega, de metas y sueños que se van creando desde el corazón. Y es que probablemente tenemos la profesión más hermosa de todas: la de entregarnos al otro, para que ese otro sea mejor ser persona, incluso nos supere en pensamiento y obra.

Expresó su agradecimiento eterno a la Universidad de Sonora, de la que expresó, madre generosa que algunos nos acogió primero como estudiantes y más tarde como docentes.

“Por supuesto que sus alas de búho también las ha extendido para abrazar a nuestros hijos, y de seguro lo seguirá haciendo con los hijos de nuestros hijos”, concluyó.