Destacan proyecto que favorece seguridad energética y alimentaria de la Nación Comcaac

28 de junio de 2022


Jesús Alberto Rubio

Los nuevos sistemas agrovoltaicos trascienden hoy en el planeta porque son capaces de combinar la producción agrícola con la electricidad limpia y económica, afirmó Rodolfo Peón Anaya, investigador de la Planta Solar Hermosillo ubicada en las instalaciones del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de sonora.

Al participar en la reciente Reunión sobre sostenibilidad ambiental en Sonora: agua y energía fotovoltaica, dijo que esos sistemas son muy alentadores, especialmente tanto en términos de rendimiento agrícolas en zonas desérticas.

En el evento organizado por la Universidad de Sonora a través de las direcciones de Apoyo a la Vinculación y Difusión, y de Apoyo a Programas Institucionales, así como por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el expositor invitado presentó el proyecto Sistemas Agrovoltaicos: seguridad energética y alimentaria para la nación Comcaac (seris).

“Estos sistemas son una combinación de la producción de energía eléctrica con la agrícola, los cuales son de reciente creación”, reiteró, señalando que precisamente lo aplican en la Nación Comcaac para ayudarles a obtener su seguridad eléctrica, hídrica y alimentaria.

Al respecto, precisó que la Nación Comcaac habita en uno de los lugares más áridos del planeta.

Programa estratégico del Conacyt
Rodolfo Peón Anaya informó que esa acción forma parte del Proyecto Programas Nacionales Estratégicos del Conacyt (Pronace), ampliado ahora a los rubros de energía y cambio climático en seguridad energética, hídrica y alimentaria; salud, economía solidaria y biodiversidad y territorio.

“Este proyecto es muy grande y en él participan alrededor de 15 investigadores de diferentes universidades nacionales e internacionales”, dijo.

Dio a conocer que tienen el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) dentro de sus programas nacionales estratégicos bajo el tema de energía y cambio climático.

“Cuando fuimos el año pasado a hacer estudios a la comunidad seri para realizar talleres y diálogos de saberes con esa nación –en Punta Chueca y El Desemboque—, llevábamos la intención de ayudarles a entender cuál era la problemática de la energía, la seguridad hídrica y alimentaria”, recordó.

Sin embargo, indicó, “saltaron” los temas de salud, economía fuerte y poyo para la defensa de su territorio y protección de su biodiversidad”, los que advirtió trabajan ahora con la comunidad.

Antecedentes y sobrevivencia de plantas
Hizo referencia a que esos sistemas nacieron en Alemania en los años 80 para combinar el uso del suelo en la búsqueda de producción y comida, haciéndose en un país en que se ha explotado con gran fuerza su recurso solar, particularmente con la energía solar fotovoltaica.

“Se trata de desarrollar una combinación de producir energía y alimentos, cultivando bajo los paneles solares, un concepto que 20 años después se empezó a implementarse en Japón –que tenía problema de espacio—y finalmente que empezó a desarrollarse en el mundo”, destacó.

El interés manifiesto, indicó, fue saber si las plantas podrían sobrevivir en las sombras de los paneles. “Estos sistemas permiten que esas plantas sobrevivan, ahorran agua y la combinación de paneles fotovoltaicos y cultivos o ganadería se ha convertido en una tendencia en los últimos años. Cada vez se ensayan más instalaciones de este tipo, denominadas agrovoltaica, que permiten un uso compartido del suelo”, abundó.

La agrovoltaica, que es como se denomina esta fusión de actividades, dijo que ofrece beneficios tanto para el crecimiento de los cultivos como para la producción eléctrica y que en ensayos se ha comprobado que la sombra de los páneles solares alivia de la radiación solar a las plantas.

Informó que con mediante ese sistema las tierras áridas permiten cultivos de hortalizas, ahorro de un 50 por ciento de agua, aumentan la eficiencia de los páneles solares, y reducen el estrés térmico o el suelo y los agricultores.

Seguridad energética, hídrica y alimentaria
En cuanto a la seguridad energética, informó que se reduce en un 90 por ciento el gasto en electricidad para las familias; amortigua la variabilidad del ingreso; posibilita la cocina y calentamiento del agua solar; minimiza el impacto de aumentos en la tarifa eléctrica; y garantiza el abasto de agua (en ambas comunidades seris).

Respecto a la seguridad hídrica: busca suministrar el cien por ciento de la energía que requiere el pozo de El Desemboque; ahorrar al menos cinco mil pesos y minimizar la acumulación de deuda; proveer el cien por ciento de la energía que requiere la Desaladora de Punta Chueca; ahorrar 50 mil pesos mensuales y reducir la acumulación de deuda, así como evitar cortes de luz y agua.

Y en seguridad alimentaria: “a nivel residencial: proveer 25-50 por ciento de alimentos frescos para una familia de cuatro personas; al ser modulares, cubrir al cien por ciento de la demanda de alimentos con el ahorro de energía, alimentos y salud. Y a nivel comunitario: beneficiar a familias sin huerto propio, con vivero, banco de semilla y escuela”.

También mencionó los beneficios que se buscan en los rubros de economía solidaria, territorio y biodiversidad.

“En este último tema, buscamos fomentar un ambiente más próspero para la Nación Comcaac, y que a su vez fortalezca aún más su vínculo con su territorio”.

Además, puntualizó, afrontar los retos que implican el cambio climático y la globalización con el uso de energías limpias, así como minimizar el estrés en el ecosistema local y promover su conservación.