Estudian el derecho de maternidad en mujeres que se encuentran en centros penitenciarios

24 de junio de 2022


Elías Quijada

La maternidad es un derecho que tiene toda mujer que esté dentro de un Centro Penitenciario, sin embargo, sobreponiendo el bienestar de las y los infantes, la separación de su madre debe ser gradual, cuidando en todo momento la parte física y mental de ambos personajes señaló Andrés Montoya García, abogado litigante.

Al participar en el Segundo Coloquio Perspectiva de Género y Derechos Humanos, que organizó el Bufete Jurídico Gratuito de la Universidad de Sonora, Montoya García expuso que la separación de menores de edad de sus madres de modo gradual no está determinado ni establecido en las leyes; por ello, es imperante la necesidad de hacer o fortalecer legislaciones que retome ideas desde la perspectiva de género que favorezcan los roles de la comunidad femenina.

Explicó que son hasta los tres años la permanencia en el reclusorio de las niñas y niños en compañía de sus madres, pero en el periodo se debe de trabajar para que ambos asimilen la separación como un proceso de bienestar hacia el menor de edad, pues el reclusorio no se considera un lugar ideal para efectuar una crianza.

El catedrático en temas de derechos humanos indicó que la maternidad y crianza de madres reclusas es un tema álgido, porque al final del día se trata de la separación de la madre e hijos.

“Tenemos una bomba de tiempo. No es lo mismo que se ejerza ese derecho de maternidad en condiciones normales, es un tema previsible, hay que verlo como un área de oportunidad para generar condiciones de salubridad y seguridad hacia los menores, por lo menos hasta los tres años y después tomar medidas”, mencionó.

Reveló que en Sonora se tienen 11 niños y niñas de uno a tres años que se encuentran en la situación abordada y el reto es generar las condiciones necesarias para que los infantes que están en el reclusorio tengan las condiciones óptimas para su sano desarrollo, una infraestructura y alimentación bien balanceada.

“En este caso lo que voy a proponer es que debe de existir una visita constante; una cosa es que no lo pueda tener después de los tres años, pero después se está sugiriendo no romper esa comunicación de forma abrupta, porque hay que recordar que la mujer da vida y el hombre da mundo, por eso la paridad”, aseguró.

El abogado litigante subrayó que la academia debe de abordar el tema y generar conocimiento para el fortalecimiento de políticas públicas que estudien el fenómeno de la maternidad al interior de los reclusorios, para que éste que deje de ser un tema álgido entre los integrantes de la sociedad.