Por sus positivos efectos en la salud, académica del DIPA recomienda el consumo del té

10 de junio de 2022


Jesús Alberto Rubio

El té es una bebida que por miles de años ha tenido un importante papel en la vida social y cultural de las personas en todo el mundo, siendo hasta hoy la más consumida después del agua debido a que es saludable, natural, refrescante y de exquisitos sabores y olores, afirmó Armida Espinoza López, académica del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) de la Universidad de Sonora.

Entrevistada en el programa Alimentación, problema de nuestro tiempo, que produce el DIPA y se transmite por Radio Universidad, dijo que el té es una excelente alternativa a varias bebidas que se acostumbran consumir y son dañinas para la salud, como los refrescos y jugos procesados, entre otras.

“El té es una bebida recomendable, deliciosa, nutritiva, se puede disfrutar en cualquier clima y contribuye a mantener una mejor salud y calidad de vida del que lo consume”, subrayó.

Sin embargo, hizo una advertencia al señalar que si hay exceso en su consumo de forma frecuente podría afectarse la salud ya que contiene teína, un estimulante que no debe ser ingerido por personas con determinadas patologías como problemas cardíacos, síndrome del intestino irritable, úlcera, ansiedad, problemas para conciliar el sueño, hiperactividad, entre otros.

Quienes no sufren de este tipo de condiciones ni tienen ninguna contraindicación de beber té, dijo, pueden ingerirlo sin problema. Sin embargo, afirmó que no se recomienda beber mucho té, pues podría ocasionar: pulsaciones aceleradas y taquicardia, ansiedad y nerviosismo debido al exceso de teína, problemas para absorber el hierro cuando se consume después de las comidas, falta de sueño e hipertensión.

“La recomendación es ingerir entre 1 y 2 tazas de té al día con 2.5 gramos de té cada una, es decir una bolsita o una cucharadita en cada taza”, indicó.

Expuso que algunas personas llegan a ingerir hasta tres tazas sin experimentar efectos secundarios pero que, sin embargo, no se recomienda excederse de ese límite, mucho menos hacerlo con frecuencia pues podríamos poner en riesgo nuestra salud.

Mencionó que los principales componentes del té se han asociado al consumo e infusiones herbales con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antidepresivas, antidiabéticas, antimutagénicas y anticancerígenas, las cuales son atribuidas, principalmente, por su contenido en compuestos fitoquímicos como los polifenoles, terpenos, cumarinas y alcaloides, entre otros.

Consumo anual y beneficios
Armida Espinoza López informó que el consumo anual de té en el mundo en la actualidad se estima en 40 litros/per cápita.

En su intervención con el tema El té y sus beneficios para la salud, citó que un estudio publicado a comienzos de este año asegura que beber té al menos tres veces por semana ayuda a vivir más. “En concreto, el texto dice que las personas que lo hacen viven un promedio de 1,26 años más que quienes rara vez o nunca toman té”, advirtió.

Indicó que la tasa de mortalidad por todas las causas de los miembros del primer grupo fue hasta un 15% menor, y que el riesgo de padecer un ictus o enfermedad cardiaca también fue menor. La investigación, añadió, se realizó en China y se basó en información de más de 100.000 personas.

Otro de los principales efectos positivos del té negro (que se obtiene de la planta Camellia sinensis), dijo que es la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cardiacas.

Posiblemente, afirma un trabajo de 2018, esto se logra “a través de un mecanismo relacionado con la activación de mediadores químicos derivados del endotelio, un tejido presente en los vasos sanguíneos y el corazón. El texto explica que estos beneficios se manifiestan cuando la ingesta de té es regular”, precisó.

Espinoza López señaló que, además, una revisión de artículos realizada por científicos de Italia e Irán concluyó que los efectos positivos para la salud cardiovascular se advierten de manera especial en personas con sobrepeso y obesidad.

Como estos últimos son factores de riesgo para los problemas vinculados con el corazón, comentó que el té consumido a diario podría resultar un importante aliado para la salud.

Previene el sobrepeso y la obesidad
Por otra parte, la profesora investigadora universitaria dio a conocer que un análisis de los hábitos de 6,472 personas en Estados Unidos arrojó como resultado que el consumo de té está asociado de manera inversa con el sobrepeso y la obesidad. Los bebedores de té, advirtió, tenían índices de masa corporal más bajos y también una menor circunferencia de cintura que los no bebedores.

“Una curiosidad de estos resultados fue que este beneficio se registró entre quienes beben el té caliente, en tanto las personas que lo toman frío mostraron una relación inversa, es decir, perjudicial”.

Armida Espinoza también dijo que el té reduce el riesgo de diabetes: Un estudio de 2017 comprobó que el té negro ayuda a disminuir los niveles de glucosa posprandial en la sangre después del consumo de azúcar común, un hecho que redunda en un descenso en el riesgo de sufrir diabetes.

“Además del negro, el té verde es uno de los más consumidos en todo el mundo y científicos japoneses estudiaron los casos de más de 82,000 personas (de edades entre 45 y 74) durante trece años y llegaron a la conclusión de que su elevado consumo–y también de café– está “asociado de manera inversa” con el riesgo de padecer un ictus (lesión en el cerebro ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea) y enfermedad cardiovascular.

El té en México
La investigadora informó que el té que más se produce y vende en México es el de manzanilla, siguiéndole los de limón, hierbabuena y después el de jamaica.

El estado de México, indicó, es el mayor productor de manzanilla en el país con el 92% de la superficie sembrada, sin embargo, dicha entidad es la de menor rendimiento con 1.6 toneladas por hectárea.

“Esa cantidad queda muy por debajo las 4.2 toneladas que reporta Morelos, las 4.5 de San Luis Potosí, las 6.0 de Jalisco, o bien las 8.3 de manzanilla por hectárea sembrada y cosechada en Puebla. Incluso, debemos mencionar que de esta producción solo una parte es destinada para la obtención de té y la otra, para la industria de cosméticos producción de shampoo, etc.”.

A pesar de esto, afirmó que hace falta más producción local destinada a la obtención de este ya que una gran parte en México viene de las importaciones.

Más de 5 mil años de historia
De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), informó que el té es la bebida que más se consume en el mundo después del agua, y cuenta con más de cinco mil años de historia, dando en su intervención toda una relatoría sobre los orígenes y las modalidades de su consumo.

“Nuestros antepasados han utilizado las plantas en forma de infusiones para tratar diferentes padecimientos o como método de relajación”. Y en México, concluyó, que desde la civilización azteca los médicos prescribían descanso con bebidas aromáticas y otras bebidas elaboradas con hierbas frescas o secas, incluyendo hojas, semillas, flores, tallos, raíces o frutos, las cuales proporcionaban sabor, olor, salud y bienestar.