Lamentan la guerra Rusia-Ucrania por sus graves efectos globales en la alimentación

3 de junio de 2022


Jesús Alberto Rubio

La guerra en Ucrania ha golpeado a los mercados energéticos del mundo generando una crisis global profunda: una escasez global de alimentos, afirmaron los académicos de nivel de posgrado en la Universidad de Sonora Carmen Lizette Del Toro Sánchez, Francisco Vargas Serrano, Enrique Márquez Ríos y Francisco Rodríguez Félix, así como el estudiante de licenciatura, Gilberto Piña Soto y Mitchelle Patricia Gil Islas.

En entrevistas por separado consideraron que la extendida invasión de Rusia en Ucrania podría llevar a una recesión internacional y a una crisis alimentaria por la afectación a la circulación de productos como trigo y cereales en bloqueo, además por el suministro de energéticos.

Asimismo, coincidieron en que mientras continúe el conflicto y las alternativas para suplir las necesidades del mercado de alimentos no sean definitivas, los más vulnerables sufrirán los efectos del grave conflicto bélico en el este de Europa.

Carmen Lizette Del Toro Sánchez, profesora investigadora del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA), señaló que es evidente que cualquier guerra traerá siempre grandes consecuencias y el conflicto Rusia-Ucrania no es la excepción generando en este caso una crisis en los mercados energéticos del mundo con graves efectos en el renglón de la seguridad alimentaria.

La académica recordó que es bien sabido que Ucrania es uno de los países que distribuye alimentos en todo el mundo, principalmente trigo, otros granos y aceites como el de maíz y de girasol, por lo que la situación en muchos países será crítica, principalmente en la Unión Europea, Oriente Medio y África Oriental.

“La guerra conlleva una serie de problemas, entre ellos el cierre de puertos, concesiones de licencias de exportación restringidas, entre otras situaciones”, reiteró.

Del Toro Sánchez advirtió que esa situación provocará además el aumento de los precios alimentarios teniendo como consecuencia escasez y desnutrición.

Sin embargo, afirmó que otro golpe viene en los fertilizantes ya que aproximadamente el 40% provienen de Ucrania, Rusia y Bielorrusia, pudiendo provocar una crisis de hambre a nivel mundial.

“Por otra parte, las cosechas en Ucrania se podrían reducir a un 50% debido a que los agricultores ucranianos se han visto obligados a marchar a la guerra en lugar de atender sus cultivos, aunado a la escasez de fertilizantes provenientes de Rusia y Bielorrusia”, comentó. Por lo tanto, añadió, la desestabilización de países y migraciones masivas se verán cada vez más remarcados. “Adicionalmente, el costo del combustible también ha aumentado, por lo que el transporte de alimentos se ve cada vez más interrumpido”.

Carmen Lizette Del Toro planteó que la seguridad alimentaria es esencial en toda nación y por lo tanto se tienen que analizar nuevas estrategias y esfuerzos internacionales para estabilizar los suministros y disminuir esta crisis. Por ejemplo, indicó, se debería trabajar con otros productores de granos para diversificar las cadenas de suministro agrícola.

En América, algunos países como Brasil, Argentina y Estados Unidos están tratando de amortiguar una crisis alimentaria por la escasez de trigo, soya y maíz. “Y aunque se estima que Rusia provocó una guerra infundada, las sanciones que muchas naciones le han hecho, debería de analizarse con cuidado y asegurar que no se vean perjudicados otros países al agudizarse la escasez de alimentos”, expresó.

Afectó expectativas
El conflicto Rusia-Ucrania afectó las expectativas de crecimiento de la economía mundial en cerca de uno por ciento e impactó en una inflación que pegará con mayor fuerza a la población más vulnerable de los países de bajos ingresos, afirmó Francisco Vargas Serrano, coordinador de la Maestría en Finanzas de la Universidad de Sonora.

El académico universitario señaló que el Banco Mundial esperaba un crecimiento de la economía global de 4.1 por ciento para 2022, pero que la guerra en Ucrania redujo su pronóstico a 3.2 por ciento. “También impactó a los grupos de población más vulnerable de los países de bajos ingresos”, reiteró.

Vargas Serrano indicó que se estima que la inflación en Estados Unidos alcanzará 7.7 por ciento y en la eurozona 5.3 por ciento. Lo anterior, sostuvo, debido a que los precios de la energía y de los alimentos se han incrementado por las sanciones impuestas a Rusia y la caída de la producción de ambos países. “Se espera que Ucrania contraiga la producción este año en más de 35 por ciento y Rusia en 8.5 por ciento”, adelantó.

Francisco Vargas dijo que los países más afectados son los que dependen mayormente de la producción de trigo de Ucrania y Rusia, como Somalia (100%), Benin (100%), Laos (94%), Egipto (82%), Sudán (75%), Congo (69%), Senegal (66%) y Tanzania (64%).

Pasan por esta situación, precisó, especialmente aquellos países que acostumbran incluir frecuentemente trigo en su alimentación como Egipto y Somalia.

“En este último país ya se venía sufriendo una crisis de falta de agua desde antes de la guerra, así que esto viene a agravar una situación que ya de por sí era preocupante”, expresó.

El académico y economista planteó que urge una solución negociada al conflicto para que cese la confrontación y el mundo pueda esperar mejores condiciones de vida.

Desbalance de la economía
También Enrique Márquez Ríos, profesor investigador del DIPA, sostuvo que los temas de desabastos de combustibles, materias primas o alimentos básicos siempre generan un desbalance en la economía, donde algunos países son seriamente afectados y unos pocos salen beneficiados.

Indicó que el conflicto Rusia-Ucrania es delicado, donde obviamente los principales afectados son ambas naciones, principalmente el primero. No obstante, añadió, la guerra ha empezado a afectar la economía mundial (principalmente a la Unión Europea).

Hizo ver que Rusia es uno de los proveedores principales de energéticos a todo Europa, al igual que uno de los principales exportadores de fertilizantes. Por otro lado, dijo, por Ucrania cruzan los principales gasoductos para la Unión Europea.

“De igual forma, Ucrania es una de las principales potencias para la producción de cereales, como el trigo. Por ello, lo anterior ha causado que el precio de los energéticos y algunos alimentos se hayan incrementado a nivel mundial”.

Como resultado de este conflicto, indicó que el precio de la gasolina ha aumentado considerablemente en muchas partes del mundo (con las consecuencias directas que esto conlleva).

“En México no se ha resentido tanto debido a que el gobierno ha subsidiado en gran medida el diferencial del costo y de hecho se estima que se gasta más en subsidiar nuestra gasolina que lo que gana por la venta de petróleo. Diversos analistas opinan que esta medida sólo podrá ser sostenible a corto plazo y que, de prolongarse, causará serios problemas económicos para nuestro país”, dijo.

Situación muy lamentable
Por su parte, Francisco Rodríguez Félix, profesor de tiempo completo en el DIPA, también afirmó que el conflicto bélico de los últimos meses es una situación lamentable y difícil de creer por el poco avance que se ha tenido como humanidad.

“Como una opinión puntual, sin ser una persona experta ni contar con toda la información correspondiente, me atrevo a opinar que este conflicto trae consigo repercusiones negativas al resto del mundo, tanto económicas como alimentarias”, expresó.

Una consecuencia notoria, dijo, ha sido y será el aumento prolongado del precio del gas y la gasolina debido a la interrupción de la comercialización de estos productos, hecho que ocasionará que se lleve a cabo una inflación desmedida, lo cual es sinónimo de pobreza en muchos sectores de la población mundial.

Rodríguez Félix subrayó que el problema en sí no es sólo energético, sino que de estos combustibles se obtienen productos --plásticas, olefinas, ceras, agroquímicos y fertilizantes-como lo es la urea, el principal fertilizante nitrogenado usado en la agricultura, principalmente en el cultivo de cereales como lo es el trigo.

“En México, el precio de la urea se ha incrementado de manera inimaginable en los últimos meses, lo trae consecuencias negativas en el sector agrícola”, advirtió.

Graneros del mundo
Por otro lado, añadió, a Rusia y Ucrania se les considera “el granero de cereales del mundo” siendo provenientes de estos dos países un considerable porcentaje de las exportaciones de trigo a nivel mundial, pero que sin embargo, a raíz del conflicto armado el precio de éste se ha disparado debido al bloqueo del comercio y la reducción de cosechas.

Esta problemática, puntualizó, es muy grave ya que la consecuencia principal del aumento desmedido del precio del trigo es el hambre ya que estos cereales representan una base importante de la alimentación del ser humano.

“Existen muchos derivados de trigo, como las pastas, pan, harina de trigo, cuyas empresas tendrán que aumentar los precios de los productos mencionados, ello debido a que la materia prima está en aumento, lo cual generará una amplia dificultad en las personas para poder adquirirlos, sobre todo en países en desarrollo”, comentó el académico del DIPA.

Definitivamente, sostuvo, la pandemia trajo consigo efectos negativos y devastadores a la población global, generando una elevada inflación además de las innumerables perdidas de vida. No obstante, agregó que fue algo que se salió de control y que absolutamente nadie podía haber evitado”.

“En el caso de una guerra es totalmente diferente, ya que influye la consciencia humana y el consenso de los gobernantes de cada territorio, aun sabiendo de todos los efectos desencadenados a raíz de ésta. Lamentablemente, las pérdidas de vida por hambre y escasez de recursos pueden ser mayores que las muertes ocurridas dentro de este conflicto”, concluyó.

Inflación y bloqueo
La guerra Rusia-Ucrania ha agravado dos de los principales problemas generados durante la pandemia: la inflación y el bloqueo de suministros, puntualizó Gilberto Piña Soto, estudiante de la Licenciatura en Economía.

Señaló que ese desestabilizador global puede llegar a empeorar dichos problemas y la recuperación económica a nivel mundial a raíz de su prolongación.

“Las sanciones implementadas a Rusia no sólo impactan en dicho país, sino que traen consigo una serie de repercusiones en distintos sectores a nivel mundial”, agregó.

Gilberto Piña comentó que de América Latina y el Caribe, por ejemplo, se importan muchos fertilizantes del país ruso.

“A no ser que se coloque un subsidio para cubrir los nuevos precios del mercado o se busquen otros proveedores que mantengan el precio, pudieran esperarse alzas en los costos de producción del sector agrícola, seguido de un encarecimiento en la industria alimentaria”, dijo.

Destrucción de tierra cultivable
Finalmente, Mitchelle Patricia Gil Islas, también alumna de la carrera de Economía, señaló que el deterioro de la agricultura en Ucrania, resultado de la destrucción de la tierra cultivable, la escasez de fertilizantes, el bloqueo a los barcos y la retención de las exportaciones en general, se ha traducido en un aumento de precios de los alimentos a escala global.

Aun cuando el conflicto permanece, afirmó que como un problema regional afecta especialmente a los países colindantes con Ucrania y que muy pronto podría convertirse en uno de escala mundial.

“La producción agrícola nacional sufre debido a la falta de combustible, fertilizantes e infraestructura, generando un encarecimiento de los costos de producción y por ende del alimento”, precisó.