Mi gratitud a la Unison por 20 años de servicio: Oscar Domingo Díaz, de la Unidad Norte

2 de junio de 2022


Elías Quijada

Un martes 20 de agosto del año 2002, fue un día especial para Oscar Domingo Díaz Lacarra, porque en aquel entonces iniciaba sus funciones como supervisor docente en el campus Caborca de la Universidad de Sonora y después de 20 años sigue con el mismo ímpetu de ofrecer lo mejor de sí mismo en cada actividad administrativa.

En entrevista previa a la Ceremonia de Reconocimiento al Personal Administrativo de Confianza por 15, 20, 25, 30 y 35 años de servicio a la institución, el trabajador universitario dijo que la distinción otorgada es muy significativa porque se ha contribuido al engrandecimiento de la alma mater en la zona norte de la entidad.

Al cumplir sus primeros 20 años como empleado de la Universidad, Díaz Lacarra aseguró que ha sido un tiempo grato y una experiencia total en cuanto al servicio que se ofrece en el área de supervisión académica.

Sentado en la fila D1, del Teatro Emiliana de Zubeldía, esperando a ser nombrado para recibir su reconocimiento en manos de la rectora María Rita Plancarte Martínez, recordó que su ingreso a la Universidad fue cuando había un curso de verano que se ofrecía a niños de la localidad y fue invitado por el profesor Ramón Reynoso, amigo y aun compañero de trabajo.

“Se abrió la plaza que hoy tengo a mi cargo, me presentó la convocatoria y de esa manera vine a un concurso a Hermosillo y a la semana se me otorgó el acta para ingresar a la Universidad de Sonora”, expresó.

El secreto para cumplir dos décadas de servicio institucional es la disciplina y la pasión por hacer las cosas. “Estoy consciente que debo de dar lo mejor en cada actividad asignada, y tantos años es un pago a esa disciplina que he tenido al interior del campus Caborca”, agregó.

Sobre sus planes a futuro, espera seguir colaborando con la misma entrega y pasión y en su momento, si el creador lo permite, llegar a su etapa de jubilación, porque entiende que todo tiene un ciclo y se debe de ceder el lugar a las nuevas generaciones, resaltó.

“Gracias a la Universidad de Sonora. Este reconocimiento se lo dedico a mi familia, esposa y hermanos, que siempre me han apoyado; trabajar en la institución es una oportunidad que nos presentó la vida y como se inicia un camino, también hay que concluirlo”, apuntó.