Abordan los sistemas de aprendizaje surgidos durante y pos-pandemia en el campus Caborca

6 de mayo de 2022


Elías Quijada

La digitalización, competencias educativas, cambio en la mentalidad de los alumnos y la producción del aprendizaje son los cuatro motores que surgieron durante y la pos-pandemia en instituciones de educación superior, señaló Kony Duran Llaro, presidenta de la Organización Internacional para la Inclusión y la Calidad Educativa en Cusco, Perú.

En la conferencia magistral Calidad educativa en escenarios pos-pandemia, como parte del programa del II Congreso Internacional de Educación y Pedagogía, realizado en el campus Caborca, la especialista en educación dijo que la covid 19 evolucionó a todos los sistemas educativos y los obligó a modificar los procesos de enseñanza.

Señaló que antes de la contingencia sanitaria se tenían pocos datos sobre el consenso universitario en búsqueda de información en revistas científicas y bases de datos, de cómo era la realidad de la docencia a nivel superior, con base en las principales estrategias docentes utilizando programas universitarios de gestión.

En un estudio realizado en el año 2016 con una muestra de 200 universidades de Europa, se evidenció que el joven de la carrera ligada a la administración tiene que desarrollar durante su formación profesional competencias que permitan desenvolverse en un mercado laboral, y en terreno ligado a la gestión empresarial.

En el mismo estudio, cuando se le preguntaba al docente cómo aplicaba el dictamen de sus clases, lo que más prevalecía eran las lecciones magistrales en alto porcentaje, luego viene la manera de trabajar con resolución de problemas, estrategias de discusión y finalmente el trabajo de equipo.

Mencionó que de 2000 a 2010 y al 2020, en tres periodos, con la implementación de la metodología de la enseñanza se puede observar que en el año 2000, era la lección magistrales, los gráficos en pizarra, la discusión con docentes y trabajo colaborativo; en el 2010 fue la metodología, las lecciones magistrales, utilización de pizarra y discusión con el docente, mientras que en el 2020 se habla de elaboración de exposiciones y aprendizaje colaborativo, en donde se solicita la participación de los estudiantes e incluso la intervención de otras carreras afines.

Al estudiar el contexto mundial, después de la pandemia, los motores de la enseñanza se basaron en la digitalización. En una investigación en el 2021 la actitud optimista en la educación virtual se posicionó de manera favorable, tanto en la planta docente y estudiantes, al grado que las universidades ofrecieron opciones educativas de forma híbrida o la mayoría de las materias están bajo el esquema semi-presencial.

En tema que corresponde a los docentes, los estudiantes manifiestan resultados similares que apunta a una educación virtual, la manera de elaborar y preparar material digital para hacer actividades interactivas.

“Se tiene que mejorar y continuar con actividades pedagógicas que generen interés al estudiante, se está pasando de una pandemia a pos-pandemia, por lo tanto, los profesores se deben de seguir preparando y evolucionando, sobre todo en la manera de enseñar y los resultados convocan a la reflexión que se está en una sociedad cambiante y la exigencia aun es mayor.

“Actualmente la mayoría de los estudiantes están más equipados y más conectados, entonces se puede decir que los alumnos cuentan con tecnología de acceso, a pesar de países con ingresos medios, y se cuenta por lo menos con un dispositivo, es decir que se tiene brecha digital porque no se ha preparado con la infraestructura para enfrentar el fenómeno de la digitalización y dispositivos virtuales”, aseguró.

Se sabe, comentó, que la tecnología lleva ciertos riesgos; un estudio aplicado, arrojó que la mayoría de los estudiantes cuando se conectaban al móvil estaban pendiente de la hora, otro sector estaba mirando redes sociales y un grupo pequeño se dedicaba a jugar a través de los dispositivos, en conclusión, la tecnología no era utilizada para un proceso de aprendizaje.

El segundo motor está definido como las competencias, pues el perfil universitario que buscan los empresarios para responder a la resolución de problemas se encuentra en la vanguardia de las habilidades y conocimientos, trabajo en equipo, comunicación, pensamiento crítico, lenguaje y creatividad, sostuvo.

“El siguiente motor, tercero, es cambio en la mentalidad del estudiante; y el cuarto está relacionado con la mejora y producción de la enseñanza, que está sujeta a la masificación al acceso”, apuntó.

Duran Llaro subrayó que las innovaciones tecnológicas pos-pandemia ofrecen escenarios para la introducción de objetivos de aprendizaje y ejemplo son las universidades de Europa, las cuales han implementados esquemas de trabajos relacionadas a la cultura de la competencia y modalidad dual.

“La educación híbrida es tendencia en los centros de estudios, al evidenciar que el 24% de las instituciones de educación superior en América Latina ofrecen un entorno de aprendizaje más factible y el estudiante elige la modalidad, la hibridación aumenta la efectividad del tiempo en el aula y se coadyuva en la internacionalización”, resaltó.