Estragos de los trastornos alimenticios

26 de octubre de 2021


Paula Trespalacios

La anorexia, la bulimia y la vigorexia fueron temas que se trataron en la charla virtual Trastornos alimenticios, organizada por el Programa d Salud Estudiantil de la Dirección de Apoyo a Estudiantes con el fin de crear conciencia, prevenir y detectar posibles casos entre los estudiantes y la comunidad en general.

La médica pasante Gisela Horta Fraijo expuso que son graves las afecciones de salud mental que implican problemas alimenticios como el comer poco o en exceso, ya que llegan a afectar demasiado al organismo y pueden llevar hasta la muerte; es por eso que se ofrecen consultas de manera gratuita en el edificio 8A con doctores y enfermeras o se puede hacer la cita vía correo electrónico salud.estudiatil@unison.mx

Sobre la anorexia explicó que es una distorsión de la imagen corporal que hace que las personas pueden estar muy delgadas pero al verse en el espejo se ven diferentes, tienen un intenso temor a aumentar de peso y eso hace que tengan una ingesta restringida de alimento y eviten comer; es más común en mujeres de 13 a 18 años de edad.

Hay dos tipos de anorexia: la restringida que es en la que suelen bajar mucho de peso con dietas de menos de mil calorías, incluso llegan a consumir sólo 500 calorías y realizan actividad física intensa; la purgativa es cuando recurren a ingerir alimento en exceso, comen demasiado y en el momento de la culpa utilizan la purga por medio de laxantes, diuréticos o, incluso, hacen uso de edemas.

Los criterios para el diagnóstico implican una pérdida corporal del 15 por ciento y una pérdida de peso autoinducida.

Consecuencias fatales
Algo muy característico es que llegan a tener alteraciones menstruales o ausencia de ésta por no consumir los nutrientes necesarios; además de eso tendrían problemas como piel seca, uñas quebradizas, exceso de caída de cabello, estreñimiento, desnutrición, insomnio, depresión y adicciones al alcohol o drogas para suprimir el apetito.

“Van a haber diversas consecuencias, vamos a tener arritmias, alteraciones cardiacas, disminución de la masa cerebral, cierto grado de deterioro cognitivo y a futuro grados de demencia, anemia, disminución de la masa ósea que provocará osteoporosis a edad muy temprana, baja de la masa muscular”, relató.

Sobre la bulimia, explicó que son periodos cortos de consumo excesivo de alimentos donde se presentan deseos incesantes de comer en grandes cantidades en un espacio corto de tiempo; incluso, pueden llegar a ingerir más de 2 mil calorías en una sola ingesta y luego la culpa llega de manera instantánea.

“Después de los llamados atracones, estas personas sienten culpa y llegan a tener conductas inapropiadas para prevenir la ganancia de peso, son por vómitos autoinducidos, el uso de laxantes, ayuno, ejercicio intenso. Los episodios se presentan al menos una vez a la semana y también afecta más entre los 13 y 18 años”, detalló.

Las consecuencias son: lesiones por todo el tracto digestivo, boca, esófago; deterioro en dientes con desgaste de caries, perdida del esmalte de la dentadura, úlceras digestivas. ronquera crónica, neumonía por aspiración del vomito, baja de la masa muscular y crisis epilépticas.

Adicción al ejercicio
Por su parte, la enfermera pasante, Roxana Judith Badahchi Rodríguez habló de la vigorexia y precisó que es una adicción al ejercicio que se presenta más en hombres entre 18 y 35 años de edad.

“(Respecto a) las personas que hacen mucho ejercicio físico con el objetivo de aumentar la masa muscular, el tiempo que le dedican suele entorpecer otros ámbitos de su vida laboral, social, de pareja; se creen más débiles y delgados de lo que realmente son”, dijo.

Los efectos de este mal son baja autoestima, querer medir su peso corporal diariamente, llevar un estricto entrenamiento, la ingesta de esteroides y anabólicos, modificación de su alimentación con aumento de proteínas y disminución de carbohidratos. Si no son tratados como se debe, viene la depresión, el aislamiento y deterioro en sus relaciones.

Los efectos físicos son daño al hígado y riñón por sustancias anabólicas, así como desproporción en partes del cuerpo y lesiones por exceso de ejercicio.