Proponen con un estudio la mejora en el proceso de atención de cáncer de mama

19 de enero de 2021


Jesús Alberto Rubio

El desarrollo de un modelo para apoyar el proceso de atención de pacientes con cáncer de mama en una institución de salud con minería de datos, fue un estudio integral llevado a cabo en el Isssteson por Angélica Enríquez Amaya, egresada de la Maestría Ingeniería: Ingeniería en Sistemas y Tecnología, de la Universidad de Sonora.

El propósito fundamental, dijo fue buscar disminuir los tiempos de atención de cáncer de mama desde que es detectado hasta el término del tratamiento, advirtiendo que por fortuna encontró cómo fue notorio el compromiso que tiene esa institución con el paciente en es área.

Enríquez Amaya planteó que, desde el planteamiento del proyecto, su idea fue alcanzar el objetivo de generar conocimiento que pueda ser utilizado en el soporte a la toma de decisiones sobre el proceso de atención de cáncer de mama.

Consideró la importancia de desarrollar un modelo que permita identificar áreas de oportunidad para establecer señalamientos y sugerencias de mejora en el proceso de atención de este mal. “El cáncer de mama es un problema de salud pública y una de las principales causas de muerte en mujeres en México y en el mundo”, sostuvo.

Planteó que existe un gran número de estudios sobre la detección y tratamiento del cáncer de mama, en México, pero que no se está analizando el proceso de atención de esa enfermedad a profundidad. “La atención a la salud es el servicio más crucial y sensible que se otorga a una comunidad, y se requiere que sea expedita”, expresó.

Minería de Datos

Angélica Enríquez recordó que desde hace décadas el uso de minería de datos ha ampliado sus áreas de aplicación a diversos sectores, como el de la salud, pero en general en México no se ha explotado por completo el potencial del análisis de datos.

Destacó que su propuesta consta de dos ejes principales: utilización de análisis de georreferenciación para la vigilancia epidemiológica, y la revisión y mejora del proceso de atención a pacientes con cáncer de mama.

Dijo que fueron varios análisis realizados a partir de la agrupación de los casos para detectar si hay un comportamiento anormal y alguna causa externa que cause el aumento de incidencia de cáncer en algunas zonas geográficas de Hermosillo. Asimismo, indicó que llevó a cabo un análisis del proceso de atención de cáncer de mama desde la detección hasta el inicio del tratamiento.

“Buscamos obtener la radiografía del proceso, encontrar actividades que pudieran omitirse, cuellos de botella que pudieran estar afectando el proceso y lograr identificar áreas de oportunidad para establecer señalamientos y sugerencias de mejora en el proceso de atención de cáncer de mama”, precisó.

Señaló que también aplicó una encuesta a las pacientes sobre la percepción que tienen sobre médicos y enfermeras donde salieron muy bien evaluados, y las áreas de oportunidad se comunicaron al Isssteson. “Todos los hallazgos encontrados se dieron a conocer a la institución, que mostró gran interés a lo largo del desarrollo del proyecto, por lo que tuvimos muchas facilidades para el análisis de datos”, añadió.

Calificó como muy importante mencionar que existen investigaciones que mencionan que si el cáncer es detectado en etapas tempranas, se iniciará un tratamiento temprano, por lo que el porcentaje de supervivencia se incrementa. “Con esto podemos afirmar que el uso de estas tecnologías puede salvar vidas, pero se requiere que la atención sea pronta”, puntualizó.

Proyecto integral

Dio a conocer que su investigación forma parte de un proyecto integral que se desarrolla desde hace tres años bajo la dirección de la académica Raquel Torres Peralta, y que como colaborador figura el profesor Federico Cirett Galán.

Informó que fueron cinco los estudiantes partícipes del proyecto, ya todos titulados, y que mediante ese grupo son pioneros en minería de datos en salud en México, por lo que algunos de sus compañeros y ella se ganaron una beca para realizar una estancia en una universidad en el extranjero.
En su caso, indicó, le correspondió el verano del 2018 con una duración de dos meses en la Universidad de Murcia, España, teniendo de asesor al académico José Manuel Juárez.

“Fue una experiencia muy enriquecedora para mi investigación, mejoró mi panorama sobre cómo se realiza la investigación científica en otros países, además de observar la forma de abordar los problemas y presentar las soluciones, el intercambio de ideas fue sumamente enriquecedor, tanto en lo profesional como personal”, sostuvo.

Un gran reto

Angélica Enríquez Amaya dijo que su metodología puede extenderse a otros tipos de cáncer y tener un alcance mayor con un impacto más amplio en la población. “Fue un reto profesional y personal por el hecho de incursionar en el sector salud, del cual no tenía experiencia”, y que la carga emocional sobre el tema, las entrevistas a pacientes, tuvieron un gran impacto en ella.

Calificó su formación académica como un logro importante, ya que desde que estaba en la licenciatura visualizó una maestría, buscando en qué especializarse, decidiendo irse por el mundo de la ciencia de datos.

También representó el inicio de su especialización de análisis de datos, ya que actualmente se desempeña en esa área en una empresa del sector de telecomunicaciones de Hermosillo.

“Ser estudiante fue una etapa muy deseada y muy disfrutada, quedo agradecidísima con todas los docentes que tuve contacto, sea con Alonso Pérez y otros profesores, especialmente con mi mentora Raquel Torres, mi especial admiración”, dijo al afirmar que el enfoque del proyecto le hace muy orgullosa de todo el trabajo que se realizó, pero que también está segura de que puede hacer más cosas en el sector salud.

Finalmente, dio a conocer que esa investigación la llevó a acabo para titularse en la Maestría, siendo su directora de tesis la académica Raquel Torres Peralta, y como codirector, Gerardo Sánchez Schmitz. Los sinodales fueron Federico Cirett Galán, René Francisco Navarro y José Manuel Juárez, profesor de la Universidad de Murcia, España, como sinodal externo y vocal del jurado. El examen lo realizó el pasado 20 de enero de 2020