Grandes amigos y buenos recuerdos deja el Chino Arredondo en el campus Caborca

29 de junio de 2020


Denice López Martínez

El pasado 19 de junio falleció, a los 59 años de edad, el buen amigo, trabajador responsable y ejemplar padre de familia Sergio Arredondo Arriaga, quien por más de 21 años prestó sus servicios activamente en el campus Caborca de la Universidad de Sonora, en el área de mantenimiento.

Toda la comunidad universitaria lamentó su inesperada e inmerecida muerte: fue una pérdida que ha conmovido profundamente y resulta muy difícil resignarse a ello, pero fue estupendo compartir parte de su vida, de sus habilidades laborales, sus valores éticos y humanos, coinciden compañeros de trabajo.

El ‘Chino’ Arredondo, como lo llamaban cariñosamente sus familiares y compañeros de trabajo, nació el 11 de julio de 1961 en la H. Caborca, Sonora, ingresó a laborar en la Unidad Regional Norte (URN) el 11 de marzo de 1998 como conserje; el 22 marzo de 2004 obtuvo el puesto de oficial de copiadora y el 21 de septiembre de 2016 fue nombrado oficial de mantenimiento auxiliar de oficina.

Por su alto sentido de responsabilidad y trabajo, y lucha incansable por el bien el común, el Sindicato Steus le otorgó el año pasado un reconocimiento por 20 años de labor dentro de la institución.

Contrajo nupcias con Martina de Jesús Martínez Duarte el 21 de noviembre de 1987, y de esa unión nacieron sus cinco hijos: Perla Lizeth, Melissa Iveth, Sergio Alan, Jesús Esteban y Diana Janeth.

“Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, quererlo, respetarlo y compartir largas jornadas de trabajo con él, estamos seguros de que su existencia no ha terminado ni se ha extinguido con su inesperada partida; es más, perdurará a través de sus familiares y amigos”, comentó Dora María Dueñas Méndez, compañera de trabajo en el campus Caborca.

“Muchos todavía sentimos la calidez de su amistad, la presión de su mano franca y el aliento de sus palabras, pues siempre tenía lista una broma o un chiste para todos sus compañeros; era serio y disciplinado en su trabajo”, recordó a su vez Juan Ignacio López Burgueño, amigo personal del extinto trabajador universitario.

Preocupado por darle siempre lo mejor a su familia, trabajaba en sus horas libres como plomero, y en sus tiempos libres le gustaba escuchar música, ver deportes y disfrutar a su familia; por ello, su legado más importante es su familia.

Gustaba, además, del deporte, y por muchos años fue instructor de taekwondo, disciplina en la que obtuvo cinta negra.

Amigos de todos, paciente y tolerante, él siempre estaba ahí para quien lo necesitara, con la mejor actitud, coinciden sus compañeros, quienes lo definen como una persona honesta, justa y honrada, que siempre suavizaba los problemas con bromas o chistes.


Excelente esposo, solidario padre, buen hijo

Sergio y Martina decidieron contraer matrimonio en 1987, disfrutando de un armonioso hogar por casi 33 años de convivencia cotidiana con su amor incondicional; su lucha diaria, su infinita paciencia y la responsabilidad de estar siempre que lo necesitarán, lo hizo un excelente padre de familia.

“En casa nunca hubo gritos ni regaños; por el contrario, siempre con una sonrisa el rostro, siempre cantando sus canciones, alcahuete y chipilón”, recuerda su esposa.

“Paciente, incondicional con sus hijos, siempre lo amamos con todo nuestro corazón pues no había mejor persona que él, y agradecemos a dios que nos lo haya prestado por estos años, porque sabemos que no hay otro igual”, apuntó.

“Como abuelo siempre cuidaba de sus nietas, las paseaba en la bicicleta, les compraba sus nieves y se tiraba en el piso para que jugaran con él, siempre dio lo mejor de él, siendo además un excelente hijo, pues amó hasta el último momento a su mamá, nunca de le dio disgustos ni preocupaciones”, concluyó.

Descanse en paz Sergio Arredondo Arriaga, el ‘Chino’.