¿Por qué cambió el patrón del kilogramo? Especialistas universitarios responden

23 de mayo de 2019


Lin Mendivil Alvarado (Parte I de II)

¿Cómo garantizar la exactitud de cualquier unidad de medida? Durante varios años, a nivel internacional, investigadores en metrología han trabajado para alcanzar mayor exactitud en los patrones que definen las diversas magnitudes de medición, esto se he logrado al sustituir objetos físicos que hacían las veces de patrones y pasar a fenómenos físicos o químicos inmutables.

Con el argumento de brindar mayor exactitud a la unidad de medida del kilogramo, la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM, por sus siglas en francés) decidió que a partir del pasado 20 de mayo, el procedimiento o prototipo que garantice el peso de la unidad de masa ya no será un objeto físico, ahora se usarán electroimanes.

Al respecto, los maestros Silvia Elena Guevara López y Ramón Alberto Luque Morales, del Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas, especialistas en metrología, explicaron en entrevista que los objetos físicos como patrón de medida se deterioran con el paso del tiempo y eso afecta la exactitud.

La importancia de garantizar la mayor exactitud posible en la medición se debe a que dicha actividad “se usa en cualquier parte de la vida, la metrología es la ciencia de la medición. Se hacen mediciones para tomar una decisión, y si esa medición no está hecha correctamente, la decisión también será errónea” apuntó Luque Morales.

En el caso del kilogramo, esta era la única magnitud de medida que conservaba como patrón un objeto físico y éste siempre se deteriorará, aunque sea mínimamente; por lo tanto, con el paso de los años no se puede asegurar que ese prototipo represente su unidad de medida, un kilo, explicó Guevara López.

Añadió que incluso tocar el patrón del kilo representará en éste una variación de temperatura, lo que provocará que el material se expanda o contraiga, y eso implica una variación aunque sea pequeña, pero es una variación, y las aspiraciones de la metrología científica es llegar al error cero.

Es por ello que cada país cuida celosamente sus patrones, pues de éstos depende la certeza de que los patrones réplica usados a su vez para la calibración de equipos de medición, representen la unidad de medida de masa, subrayó Luque Morales.

Un poco de historia

México logró incorporarse al Tratado del Metro en 1890 y durante la celebración de la primera Conferencia General de Pesas y Medidas, se le asignó uno de los 40 patrones de masa presentados en dicho evento internacional, los cuales se enumeraron secuencialmente: el de número 21 fue asignado a México.

Entre esos, también se designó el patrón internacional, llamado comúnmente El Gran Kilo, que se conserva en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, con sede en Francia.

En noviembre de 1891, el Prototipo 21 fue entregado a nuestro país para su traslado desde Francia y arribó a su destino en enero de 1892, se guardó en el mismo embalaje en que fue transportado.

En 1900 fue depositado en una caja fuerte especial y enviado al Departamento de Pesas y Medidas de nuestro país. Desde entonces, y hasta 1994, la conservación, custodia y mantenimiento del Prototipo 21, en su calidad de patrón nacional de masa, estuvo a cargo del Gobierno Federal, tarea de pasó al Centro Nacional de Metrología (Cenam).

De acuerdo a un documento del Cenam, el patrón nacional se conserva y mantiene apropiadamente de acuerdo a los resultados obtenidos en cuatro comparaciones claves internacionales en las que ha participado México.

En la segunda parte de este trabajo especial, especialistas en metrología compartirán información acerca de cuál es ahora el patrón de kilogramo, cómo funciona y qué implicaciones tiene este cambio en la vida diaria.