El autocuidado: una categoría más de la sustentabilidad

8 de abril de 2019


Luis Mendoza

México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo lugar en obesidad en adultos, precedido sólo por los Estados Unidos, indicó Nissa Yaing Torres Soto en el marco del Cuarto Coloquio Internacional sobre Desarrollo Humano Transfronterizo en América del Norte.

La estudiante del Posgrado Integral en Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora añadió que en el caso de Sonora, el estado ocupa el quinto lugar a nivel nacional en sobrepeso y obesidad; además, tiene el último lugar en personas que acuden a revisión preventiva para diabetes. Esto claramente evidencia un déficit de autocuidado, subrayó.

Esta problemática de carencia de autocuidado motivó a la Torres Soto a desarrollar una propuesta interdisciplinaria para el estudio del ambiente familiar positivo y la conducta de autocuidado, como base para el comportamiento sustentable y el bienestar individual, bajo la dirección del académico e investigador de dicho posgrado Víctor Corral Verdugo.

El objetivo de esta investigación, agregó, es explicar desde una perspectiva interdisciplinar la relación entre la conducta de autocuidado (autocuidado físico, autocuidado psicológico y espiritualidad), las conductas sustentables (conducta proecológica, frugalidad, equidad y altruismo) y el ambiente familiar positivo (habitabilidad vivienda y funcionamiento familiar) en familias de Hermosillo, Sonora.

“El ser humano posee una habilidad socialmente aprendida para mantener su vida, salud y bienestar que se define como “autocuidado” o “cuidado de sí mismo”. Este elemento consiste en una serie de medidas adoptadas por la persona a fin de procurar su bienestar personal en su dimensión corporal, mental, espiritual e intelectual”, puntualizó la estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales.

Con este proyecto, dijo, se pretende establecer las bases para el desarrollo y la propuesta de políticas públicas que fomenten estilos de vida saludable a través del fortalecimiento de programas de intervención que promuevan en la población hábitos de autocuidado que motiven y empoderen a las personas a construir relaciones protectoras consigo mismo, con los otros y con el medio ambiente natural.

En la medida en que los individuos se desenvuelven en un ambiente familiar positivo o en un espacio restaurativo, estos pueden desarrollar conductas de autocuidado favorables y orientar su comportamiento hacia el bienestar común, siendo solidarios, cooperativos, perseverantes con los otros y el medio ambiente, expuso.

Nissa Yaing Torres Soto definió el concepto de ambiente familiar positivo o “familia positiva”, como un conjunto de personas con vínculos consanguíneos, e incluso no consanguíneos, que interactúan entre sí en su vida diaria bajo un sistema ordenado y sistematizado.

En nuestro país, destacó, el problema de déficit de autocuidado ha cobrado mayor preponderancia, debido a que cada vez es más característico que las personas desarrollen enfermedades que se presentan habitualmente sólo en los países primermundistas, tales como el alto índice de obesidad, problemas de la diabetes, enfermedades de tipo cardiovascular, problemas relacionados con la nutrición, que actualmente aparecen como las principales causas de fallecimiento.

Esta propuesta interdisciplinaria fue presentada en la mesa sobre salud y nutrición, como parte de las actividades del Cuarto Coloquio Internacional sobre Desarrollo Humano Transfronterizo en América del Norte, evento de interés académico organizado por la Universidad de Sonora en alianza con otras instituciones regionales de educación e investigación.