México debería pasar de una república federal, a una de tipo central: González Beltrones

1 de abril de 2019


Lin Mendivil Alvarado

México debería considerarse un país centralista y no federalista, lo cual llevaría a la desaparición de los congresos estatales y la sociedad dejaría de solventar el gasto que representa mantener a las legislaturas locales, consideró la docente e investigadora de la Universidad de Sonora, Adria Velia González Beltrones.

En entrevista posterior a su participación en el 4to. Congreso Instituciones, gobierno y sociedad, organizado por El Colegio de Sonora, la Universidad de Sonora, el Sistema Universitario Jesuita y la Universidad Nacional Autónoma de México, la catedrática Departamento de Derecho añadió que lo anterior se desprende de las contradicciones que actualmente existen a nivel constitucional, entre las funciones de los poderes ejecutivo y legislativo, indicó, que fue el tema de su participación.

A modo de contexto, recordó que la Constitución señala que México es una república representativa democrática, laica y federal, lo que significa el reconocimiento de dos órdenes de gobierno: el federal y el local. El local es representado por las entidades, y el federal, por los tres poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y se suman también los órganos autónomos que pueden legislar y resolver conflictos. “Hasta ahí no hay problema”, enfatizó.

Sin embargo, los problemas aparecen en los últimos años con la expedición de leyes generales, como la de Salud y Educación, las cuales “no tendrían razón de ser en una república federal, porque estas facultades son de tipo concurrentes, entonces los órdenes de gobierno de nivel local pueden elabora sus propias leyes en relación con estas materias”, señaló González Beltrones.

“En las últimas reformas, lo que se hizo fue modificar la fracción 29 del Artículo 73 de la Constitución: agregaron otras 29 letras, de la A a la Z, en las cuales el Congreso de la Unión se adjudica la facultad de legislar porque no tenía conferidas esas facultades, y ahora, como ya están ahí, entonces se toman la atribución de emitir leyes generales a las cuales se tienen que someter las entidades federativas, y entonces para qué tenemos en las entidades federativas un congreso local si lo único que hará es armonizar las leyes que ya se aprobaron en el ámbito del gobierno nacional… es la problemática”, apuntó.

“Entonces, digo, qué es lo que conviene si vamos a seguir con estas situaciones de simulación, pues reformamos el Artículo 40 de la Constitución, y en lugar de ser una república representativa, democrática, laica y federal, que seamos una república representativa, democrática, laica y central, y así desaparecen los poderes legislativos locales y tenemos un legislador nacional que legisle para toda la república, y de alguna manera nos vamos a dividir en cuestiones administrativas y no de carácter político”, añadió.

“Nos quitamos en peso de encima que cargamos los gobernados de sostener a congresos locales que no cumplen con su función, y tampoco quienes nos representan en el Congreso de la Unión, los senadores y diputados tampoco defienden nuestros intereses y aprueban estas leyes que no tenían razón de ser en esta forma de Estado”, subrayó.