Las grasas trans deben eliminarse de la dieta, opina investigador

20 de septiembre de 2018


Aleyda Gutiérrez Guerrero

El consumo de grasas trans en un ser humano debe de ser cero, pero si se deben consumir, que no sea más del 1%, a ese nivel está de estricta la recomendación por los efectos negativos que se han comprobado en éstas, destacó Luis Ángel Medina Juárez, profesor investigador del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus).

Recomendó siempre estar atentos a las etiquetas y no dejarse llevar por los sustitutos de grasa animal y por los de grasa vegetal, porque todos van a ser parcialmente hidrogenados, por lo que hay que tener cuidado con el consumo de grasas saturadas.

“Las grasas trans están en muchas frituras, en ese sabor tan agradable que nos da una papa o un pollo frito; además están presentes en cualquier producto de panificación que consumimos, que también contiene un alto porcentaje de grasa sólida, la cual o es saturada o es trans.

“Este tipo de alimentos lo único que nos va a proporcionar es grasa, la cual nos brindará energía y satisfacción, pero nuestro organismo la puede transformar en colesterol y, a su vez, provocarnos problemas cardiovasculares, que en México son la segunda causa de muerte”, resaltó.

Medina Juárez estuvo como invitado en el programa Alimentación, problema de nuestro tiempo, que se transmite por Radio Universidad, emisión en la que dijo que hay grasas buenas y grasas malas.

“Le decimos malas porque para lo único que las podemos s utilizar es para que nos generen energía por los ácidos grasos saturados, pero hay otras grasas que se distinguen porque nos proporcionan ácidos grasos esenciales, lo que son las grasas buenas”, aclaró.

En la emisión, a cargo del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA), señaló la importancia de orientar al respecto, como institución y como especialistas, puesto que la industria de los alimentos no da la información clara en campañas publicitarias y resalta que los aceites vegetales líquidos dan ácidos grasos esenciales y promueven estas grasas, pero no siempre es verdad.

Reveló que las grasas que son buenas tienen ciertas limitantes, y una de ellas es que son muy sensibles a la oxidación y a transformarse, por ello se promueven los aceites parcialmente hidrogenados y, peor aún, las grasas vegetales sólidas saturadas, como margarina o manteca vegetal.

“El 50% de las grasas de origen vegetal son líquidas y el otro 50% son sólidas, y hay grasas como la margarina o la manteca vegetal que tienen alrededor de 35 o hasta el 45% de trans isómeros. Y cuando se hicieron campañas de que los aceites vegetales son buenos y hay

que consumirlos, se bajó el consumo de saturados, pero se ha demostrado que las enfermedades cardiovasculares no disminuyen ni el sobrepeso y obesidad, tanto en adultos como en jóvenes, por eso se dice que hay una gran relación en la alta ingesta de trans isómeros y las enfermedades cardiovasculares”, indicó.

Ante esto, dijo, la Sociedad Americana del Corazón recomienda que una dieta saludable no debe tener más del 7% de calorías de origen saturado; sin embargo, para las trans dice que no debe ser más del 1%. Como ejemplo mencionó que de un consumo diario de 1,800 calorías (cantidad recomendada), sólo 18 podrían ser de grasa trans, alrededor de dos gramos de grasa.

Por ello, finalizó con la idea de que hay que conocer los trans isómeros en los alimentos y reducir su consumo.