Viene Anaysa Echevarría a conocer técnicas para mejorar el cultivo de garbanzo en Cuba

15 de septiembre de 2018


Beatriz Espinoza

Viene directamente de Cuba a conocer y aprender más sobre las técnicas para el cultivo y el desarrollo del garbanzo, producto que en su país requiere de más impulso para, en un momento dado, satisfacer la demanda.

Ella es Anaysa Echevarría Hernández y es alumna del primer semestre del doctorado en el Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA), y eligió a la Universidad de Sonora para continuar con su preparación y especialización por su prestigio y el de sus investigadores.

Comentó que su primer acercamiento con esta institución fue la convivencia con especialistas que acudieron a un evento científico académico en su natal Cuba de esta Universidad, mismos que la invitaron a participar en el doctorado que inicia cada año con una nueva generación.

“Debido a mis investigaciones con base en cultivos, conocí a especialistas de esta universidad y fui invitada a participar; hice mi solicitud teniendo en cuenta que podía investigar y profundizar más sobre el cultivo del garbanzo, ya que en Cuba es todavía un poco desconocido porque antes no se producía.

“El garbanzo en Cuba era importado y, a través de los años, se ha visto la necesidad de producirlo y hemos investigado la forma de implementarlo de acuerdo con las épocas de siembra y demás desde el año 2010”, comentó.

Echevarría Hernández dijo que los próximos cuatro años estará trabajando con el cultivo de garbanzo desde la etapa de siembra, en el campo, hasta la evaluación de los rendimientos, comportamiento y crecimiento del cultivo mediante la aplicación de un sistema de liberación prolongada de fertilizantes.

Comentó que en Cuba se utiliza el sistema convencional como lo recomiendan los instructivos técnicos tradicionales, y aquí, en México, en Sonora y en esta universidad se desarrolla un sistema, una metodología para los cultivos de trigo y maíz que queremos implementar para el cultivo de garbanzo.

“Se supone que debe dar buenos resultados, pues en el trigo ha sido muy positivo, y en el cultivo de garbanzo puede también dar buenos resultados en cuento a su rendimiento y sus componentes”, añadió.

Comentó que durante cuatro años estará trabajando bajo la tutela del investigador Francisco Javier Wong Corral, director del Comité que lleva su investigación, en donde participan también los académicos Francisco Rodríguez y Carmen Lizett del Toro, que es quien trabaja la actividad antioxidante, otro elemento que vamos a evaluar en el grano.

“Después del efecto que tiene la aplicación del sistema de liberación prolongada de nitrógeno y la aplicación de una atmósfera controlada durante el almacenamiento del grano, también vamos a trabajar la actividad antioxidante”, expresó.

Para Anaysa, su ingreso al doctorado en esta casa de estudios representa el sacrificio de alejarse de su familia: de su esposo, que está por concluir una maestría en su natal Cuba, y su hija, una jovencita que apenas cumplirá 18 años y que recién ingresó a la carrera de Medicina, además de sus padres, suegro y otros familiares.

Considera que le han sido difíciles estos días en tierras sonorenses por la distancia con su familia y por el intenso calor que se registra en esta ciudad, pero confía en que todo se superará, y con la confianza y apoyo de su gente logrará cumplir con sus objetivos y expectativas de los próximos cuatro años, pues considera estar en el momento adecuado para aprovechar esta oportunidad.