Las abejas contribuyen a la preservación y equilibrio del ambiente: Yael Cornejo

9 de agosto de 2018


Aunque la actividad de la abeja normalmente se asocia con la producción de la miel y otros productos, su función es fundamental para el equilibrio del ambiente, puesto que al polinizar las plantas, éstas generan el oxígeno suficiente para la vida, afirmó la académica Yael Cornejo Ramírez.

La académica del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) de la Universidad de Sonora, destacó que esos insectos forman parte de una rama agropecuaria como fuente alimentaria y un efecto muy benéfico en la naturaleza.

Entrevistada en el programa Alimentación, problema de nuestro tiempo, que produce el DIPA y que se transmite por Radio Universidad, dijo que así como otros organismos ayudan al equilibrio de los ecosistemas, las abejas son parte de nuestra naturaleza que también contribuyen a la preservación y reposición de la vegetación.

La académica universitaria reiteró que al formar parte de un proceso para mantener o mejorar el ambiente de los ecosistemas, sería muy conveniente que donde no existan, por cuestiones ecológicas o causas humanas, introducirlas de nuevo para que realice la polinización.

Cornejo Ramírez indicó que no extraña que en el área agrícola se renten las colmenas para ayudar a la polinización de campos, hortalizas, huertos, ranchos y agostaderos, pastos, arbustos y todo tipo de árboles.

“Sabemos que al aumentar el rendimiento de cultivos, se favorece el incremento en alimentos de origen vegetal, en materia prima textil e insumos agropecuarios, por lo que su importancia va más allá de la producción de miel, ya que es preservadora de vida en muchos sentidos, desde el punto de vista ecológico hasta generadora del sustento de muchas familias”, sostuvo.

La apicultura, señaló, beneficia a los ecosistemas con la polinización de flores, mejorando su fertilidad y el resultado se traduce en mejores frutos y semillas –beneficiadas éstas por otros animales, como pájaros, murciélagos vacas—, provocándose una óptima reforestación de manera natural y mayor calidad.

Dijo que el apicultor mantiene las abejas con el fin de recolectar la miel y otros productos de la colmena (incluyendo la cera de abejas, el propóleo, polen y jalea real), para polinizar los cultivos, o producir núcleos para su venta a otros apicultores.

Además, aseguró, la apicultura, es una rama agropecuaria como fuente alimentaria de efecto benéfico en la naturaleza, calificándola como una relevante actividad productiva en crecimiento y por demás rentable que se dedica a la crianza, manejo y cuidado de las abejas.

En México, dijo, es una actividad importante del subsector pecuario y su volumen y nivel de productividad lo ubican en el sexto lugar mundial; en tanto en América tiene la tercera posición en ambos rubros, y por sus exportaciones, el tercer lugar.

Productos
Yael Cornejo explicó que entre sus principales productos se encuentra la miel, la cual sustraen del néctar de las flores, siendo energética y la cual puede tener cierta cantidad de proteínas, como carbohidratos. Asimismo, indicó que otro importante es el polen, que recolecta de las flores y la traslada al panal de la colmena. “Es la principal fuente de proteínas y vitaminas, y la única de grasas de las abejas, y es determinante para que puedan tener una buena cría”, reiteró.

También citó el propóleo (“cola de abeja”), que es una mezcla de cera y resinas recolectada de los brotes tiernos de los árboles, como son sus hojas y ramitas, utilizándose como producto natural en terapias quiroprácticas y la medicina humana en general al tener propiedades antibacterianas y anti fúngicas.
Además de la cera y el veneno, dijo que también las abejas más jóvenes producen la jalea real, que es una sustancia rica en nutrientes con efectos vigorizantes y estimulantes para la actividad física y mental. (JAR)

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